En diciembre, en medio de un conflicto entre el sindicato portuario y la empresa Montecon, la Administración Nacional de Puertos (ANP) definió suspender por única vez y hasta abril el traspaso de un servicio naviero de Montecon a Terminal Cuenca del Plata (TCP), tal como establece el protocolo del nuevo reglamento de atraque de los buques portacontenedores, que surge de la negociación –que desató polémica a nivel político– entre el gobierno y Katoen Natie –propietaria de TCP– para extender la concesión hasta 2081. Las aguas se calmaron por entonces, y ahora volvieron a surgir novedades cumplido el plazo.
El protocolo establecía que en abril debía volver a hacerse un estudio para saber si la terminal especializada tenía disponibilidad para recibir un nuevo servicio naviero que hasta el momento operara en los muelles públicos, como en noviembre pasó con el GS1, que conecta con el Golfo de México y la costa este de Estados Unidos y que está integrado por varias de las principales compañías portuarias del mundo. El trasfondo de estos traspasos de servicios es que como parte del acuerdo, Katoen Natie se aseguró el monopolio para el despacho de contenedores, medida que generó cuestionamientos de variados actores del sector portuario. Las líneas navieras que trabajaban con Montecon en los muelles públicos serán absorbidas por la competidora TCP, que opera la firma belga Katoen Natie.
Finalmente, el pasaje obligatorio de una empresa a la otra que fija el protocolo no se hará, pero se debe a que un servicio que operaba con Montecon acordó voluntariamente pasar a TCP, y esto pone de nuevo en alerta a los trabajadores.
El secretario general del Sindicato Único Portuario y Ramas Afines (Supra), Álvaro Reinaldo, dijo a la diaria que una vez que tomaron conocimiento de este traspaso, solicitaron una nueva reunión del grupo conformado por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, la ANP, Montecon y TCP. Este ámbito de diálogo surgió tiempo atrás, cuando el gremio planteó sus dudas sobre qué pasaría con los trabajadores de la empresa que opera en los muelles públicos –que perderá mercado y clientes por el nuevo reglamento–a medida que la terminal especializada de Katoen Natie fuera acaparando más servicios navieros.
La reunión entre las partes tendrá lugar este miércoles, y el Supra pedirá información acerca de cuál será el impacto de este nuevo cambio en la plantilla de funcionarios. “La preocupación nuestra son los trabajadores, las decisiones comerciales de quién trabaja con quién para nosotros no es un detalle importante”, dijo Reinaldo.
Según supo la diaria en base a fuentes portuarias, el servicio naviero que pasó a operar con TCP incluye líneas de MSC y Hapag-Lloyd, dos de las principales compañías del mundo en transporte de mercadería por contenedores. Por esa dimensión, era un servicio que representaba un alto porcentaje de las operaciones de Montecon en los muelles públicos.
“La actividad ha mermado y nos consta que es así”, dijo Reinaldo en referencia a Montecon y al período posterior al traspaso del servicio GS1. Entonces, “si se le va otra línea más” implicará “menos trabajo para la empresa y menos jornales para los trabajadores”. Así las cosas, el secretario general del sindicato aseguró que se va a “seguir de cerca el tema”.
Fuentes portuarias indicaron que si bien este traspaso no se dio por el nuevo reglamento de atraque, es probable que este documento haya incidido en la decisión de las navieras. Es decir, algunas compañías prefieren mudar sus operaciones mediante una negociación, acordando las condiciones, y no por obligación, cuando se reduce el margen de acción.
Ante la consulta de la diaria, desde TCP indicaron que con el servicio que ahora comienza a atracar en la terminal especializada está colmada la capacidad para recibir nuevas líneas hasta que terminen las obras, cuyo plazo sería de tres años en adelante. Si esta situación se mantiene, los traspasos previstos en el protocolo del nuevo reglamento de atraque volverán a ponerse en pausa, pero esta vez por un período más largo.
Igualmente, desde TCP se señaló que la empresa ya ha incorporado trabajadores para atender los nuevos servicios y volverá a hacerlo en caso de ser necesario, lo que podría amortiguar las eventuales pérdidas de fuentes laborales en Montecon. En consecuencia, la empresa que tiene la concesión estima que “el puerto no va a tener ni pérdida de mano de obra ni de condiciones” laborales.
Sin embargo, diversas fuentes señalaron a la diaria que en Montecon ya hubo una reestructura, pero centrada en las gerencias y jefaturas, por la que se redujo el personal debido a una “baja importante” en la actividad. También dijeron que se percibía una especie de “tregua” entre todas las partes involucradas y que ahora es posible que se reinicie el conflicto y las negociaciones sobre el futuro de las fuentes laborales.