El pasado domingo la Unión de Vendedores de Nafta del Uruguay (Unvenu) manifestó en un comunicado que “Ancap no logró satisfacer la demanda de las estaciones de servicio” durante el fin de semana. La gremial señaló además que la empresa estatal informó este lunes recortes en los pedidos de distribución y por eso los estacioneros piden al gobierno postergar “unos días” el ajuste de las tarifas de los combustibles para “recomponer el stock”. Esta salida generó un cruce con Ancap y, según supo la diaria, también en el gobierno lo consideran desacertado, y no prevén atender el planteo de postergar el ajuste.

“Ayer nosotros vendimos el doble de lo que se vende normalmente un domingo”, comentó a la diaria Daniel Añón, presidente de Unvenu. Desde el pasado viernes, sostuvo, cuando “la Ursea [Unidad Reguladora de Servicios de Energía y Agua] comunicó lo que tenía que subir el combustible, la gente está cargando más y se está vendiendo mucho más”. A su entender, este nivel de demanda continuará entre el lunes y el martes, previendo “grandes colas y muchísima gente que no va a recibir lo que tiene que recibir”, en alusión al suministro de combustible.

Añón mencionó que los dueños de las estaciones de servicio “no pretenden que se recomponga combustible de más” por parte de Ancap, justo antes de un eventual incremento de precios. “Si yo me quedo en cero, y trabajaba con 10.000 litros, y va a subir 10%, [entonces] yo necesito 10% más de dinero para traer esos mismos 10.000 litros. Los empresarios no quieren perder plata”, expresó.

En cambio, Diego Durand, vicepresidente de Ancap, aseguró a la diaria que durante el fin de semana “la operación [de distribución de combustible] fue con normalidad y tuvimos capacidad ociosa”. Consultado sobre posibles recortes este lunes en los encargos de las estaciones de servicio, Durand declaró: “Lo que nos informan los directores del área técnica, en un cuadro comparativo, es que hay visiblemente capacidad ociosa” para distribuir combustible.

Unvenu exhortó a la empresa pública “a tomar las medidas necesarias” para reanudar el normal suministro de combustible “de forma urgente”. “Solicitamos al Poder Ejecutivo que, en caso de decidir un aumento del precio, el mismo se dilate algunos días hasta tanto podamos recomponer el stock de combustible”, expresó la gremial en el comunicado. Añón indicó que están pidiendo “unos dos días, por lo menos”.

Consultado sobre una posible postergación del ajuste mensual de tarifas, Durand dijo que “eso lo decide el Poder Ejecutivo” y no Ancap. “Hay una situación coyuntural que está afectando al mundo y nosotros no estamos ajenos”, agregó en referencia a la invasión de Rusia a Ucrania, sus consecuencias en el precio internacional del petróleo y su traslado a la economía local.

Asamblea de trabajadores

Unvenu cuestionó en el comunicado que Ancap tampoco vaya a suministrar combustible a las estaciones de servicio el martes 31 de mayo a causa de una asamblea sindical que realizarán los trabajadores de la Federación Ancap (Fancap): “Una práctica que 'casualmente' se está tornando habitual” en la empresa estatal “previo a un aumento de precio del combustible”.

Si bien puntualizó que el sindicato “tiene derecho a hacer una asamblea”, Añón cuestionó “por qué la hacen un 31 de mes, cuando al otro día sube el precio de los combustibles y las estaciones de servicio venden mucho más”. Con todo, subrayó que “el tema es con Ancap, porque no suministra combustible”.

Durand advirtió que “la situación normal” en el suministro podría cambiar desde el martes por la medida sindical. “Mañana la operación en la planta se verá afectada y no va a haber despachos” por lo cual una eventual afectación en la distribución y la comercialización “ocurriría en el día de mañana”, indicó. Aunque también aclaró que los trabajadores están en su “legítimo derecho” de hacer la asamblea.

Al respecto, Gerardo Rodríguez, presidente de Fancap, rechazó “cualquier responsabilidad” de los trabajadores “por la escasez de combustibles en las estaciones”. En diálogo con la diaria, aseguró: “Nosotros hace un mes definimos una asamblea general y estuvo debidamente anunciada”.

Fancap realizará una asamblea representativa “en defensa de la industria cementera estatal”. Asimismo, los trabajadores discutirán sobre el presupuesto público para los contratos laborales y sobre la negociación del nuevo convenio colectivo.

Para Rodríguez, “pensar que Fancap va a tomar una medida especulativa para perjudicar a la gente” es un razonamiento “bastante mezquino”. “Acá la cuestión de fondo es que hay un permanente aumento de los combustibles, provocado por la nueva metodología de cálculo. Ahí está el problema”, comentó. A su entender, “también quedó claro” que desde el gobierno se “frenó 100% del ajuste” por el referéndum “y ahora se está equiparando”.

Los números de la Ursea y el PPI

Este martes está previsto que el gobierno anuncie el ajuste de las tarifas de los combustibles para junio. En base a proyecciones técnicas, el Poder Ejecutivo evalúa una suba de 8% para las naftas y de 17% para el gasoil.

Desde que entró en vigencia la nueva metodología de cálculo definida en la ley de urgente consideración (LUC), a mitad del año pasado, el gobierno modifica mensualmente los precios de los combustibles en base a informes técnicos de la Ursea y de Ancap. El mecanismo de la LUC procura alinear el valor de los combustibles locales al precio de paridad de importación (PPI), que sigue la evolución internacional del petróleo.

Para junio, la Ursea marcó una suba de 6,82% para la nafta Súper 95 y de 4,61% para el gasoil 50-S. A su vez, el Ministerio de Industria, Energía y Minería, que le suma a la recomendación de la Ursea los costos de la cadena secundaria de distribución y la brecha previa —en los meses anteriores, las subas fueron inferiores al PPI— , informó que para alinear totalmente los combustibles al PPI habría que aplicar subas de 8,1% para la nafta Súper 95 (de 79,38 a 85,79 pesos) y de 17,3% para el gasoil 50-S (de 61,99 a 72,74 pesos).

Últimamente, el gobierno ha definido aumentos por debajo de la referencia de la Ursea, bajo el argumento de “la espalda financiera” de Ancap, que el año pasado tuvo ingresos extraordinarios gracias a un récord de exportación de energía eléctrica a Brasil. Sin embargo, este sábado el presidente Luis Lacalle Pou dijo en una rueda de prensa que, si bien aún no hizo una “evaluación” de la proyección de la Ursea, “la espalda [de Ancap] se terminó”. Añadió que cada vez que no se aumenta “lo que debemos aumentar” se le impone “un sacrificio a Ancap” que conlleva “renunciar a mantener las cuentas balanceadas”.