El domingo en La Huella de Seregni, sede del Frente Amplio (FA), se realizó el 36º Congreso ordinario de la Juventud Socialista del Uruguay (JSU), que contó en su apertura con la presencia del presidente del FA, Fernando Pereira, y del secretario general del Partido Socialista (PS), Gonzalo Civila. El congreso se denominó Tatiana Mesa Val, en homenaje a esta militante socialista de San José y luego de Colonia, que falleció en agosto de 2020, con sólo 26 años, a causa de una enfermedad fulminante.

Finalizado el congreso, la JSU emitió una declaración en la que señalan que son conscientes de que se encuentran “bajo una coyuntura social, económica y política adversa, asistiendo al recrudecimiento de una crisis civilizatoria a causa de la hegemonía del modelo neoliberal, que impone una política siniestra que fomenta la desigualdad en detrimento de la condición y la dignidad humanas”.

A su vez, sobre el gobierno del presidente Luis Lacalle Pou, consideran que “encarna y defiende el proyecto político previamente mencionado de carácter desestatizador, autoritario, represivo y concentrador, que rompe con los avances conquistados por el bloque social y político durante los años de gobiernos frenteamplistas”.

A los jóvenes socialistas les preocupa “principalmente” la entrega “de la soberanía nacional al servicio del capital extranjero”, y añaden que “a la hora de mitigar los efectos de la pandemia” el actual gobierno “dio respuestas magras y tardías en políticas sociales, desconociendo las demandas reales de nuestra gente”. “Denunciamos la precarización del trabajo y de la vida, la persecución sindical y gremial, y el endurecimiento del punitivismo. Nos inquieta particularmente la embestida privatizadora llevada adelante por el gobierno actual que recae sobre los pilares fundamentales de la sociedad uruguaya, como lo son la educación, salud y vivienda”, concluye la declaración.

También hacen un llamado a encontrarse “en las calles para defender los derechos que nos son arrebatados constantemente”, saludan “la solidaridad y resistencia social de miles de personas que sostienen en el día a día las ollas populares, cumpliendo el rol en el cual el Gobierno nacional está ausente”, y en el marco de la 27ª Marcha del Silencio, siguen pidiendo saber dónde están los desaparecidos.

Finalmente, apuestan “al recambio generacional de los cuadros de izquierda y a la construcción de nuevos liderazgos, no como fin en sí mismo, sino apuntando a la transformación de las lógicas patriarcales, conservadoras e individualistas que dominan las formas de hacer política”. “Hoy es momento de resistir y frenar los avances de esta política de motosierra, es momento de pararnos firme, pensar en el país que queremos y en cómo las y los jóvenes socialistas podemos levantar las banderas de las causas que nos mueven”, sostiene la declaración, que destaca al final que la JSU “es la organización política más joven e histórica”, y que esa historia y memoria institucional los llama a “defender a los y las más desfavorecidas y al compromiso en la continuación de la construcción del bloque popular alternativo”.

Nueva dirección política

El congreso también eligió a los 15 integrantes titulares de la Dirección Nacional y a sus cinco suplentes, que en la primera reunión designarán al responsable de la Secretaría General de la JSU y a los responsables de las secretarías temáticas.

En diálogo con la diaria, Agustín Correa, flamante integrante de la nueva dirección, dijo que estuvieron “trabajando duro este último tiempo para generar consenso y acuerdos en pos de elegir una nueva dirección”, poniendo énfasis “en la paridad de género ‒ algo que está definido por estatuto ‒ y en la representatividad territorial, para que Montevideo e interior estén de forma equilibrada”.

Consultado acerca de si están presentes dentro de la JSU las históricas corrientes internas del PS, Correa dijo que “es innegable que hay diferentes tipos de opiniones”, pero remarcó que “en este congreso se hizo énfasis en generar acuerdos y sumar todos para un mismo lado, teniendo en cuenta que la situación es diferente y complicada. Estamos todos en esta sintonía. En la juventud esas cosas están superadas”.

Los nuevos dirigentes nacionales son Florencia Argul, David Apesteche (suplente), Lucía Barreto, Agustín Correa, Carla de Melo, Juan Dialutto, Federico Domínguez (suplente), María Eugenia Ferreira, Mariana Genta, Araceli Herrera (suplente), Bettina Leite (suplente), Paula Martínez, María Victoria Morales, Matías Nan, Federico Olaverry, Elbio Pírez (suplente), Maximiliano Santos, Sebastián Sayas, Nicolás Wirgman y Estefanía Yacosa.

La instancia del domingo significó para varios integrantes de la JSU su último día en la organización y su pasaje a la militancia en las estructuras del PS. “Comenzó el Congreso de la querida JSU. En este me toca irme de la organización en la que milité más de la mitad de mi vida, por lo que me resulta más que movilizador. Nada más lindo que ver a las nuevas generaciones tomando la posta”, escribió en Twitter la ex secretaria general Lucía Zapata.

Según Correa, deja la JSU en el congreso siguiente a haber cumplido 30 años.