El expresidente José Mujica concurrió el miércoles 25 de mayo a la celebración por el Día de Argentina, en la embajada de ese país en Uruguay, y dijo que lo hizo “porque tengo memoria: la primera Declaración de la Independencia, de 1828, decía ‘argentinos orientales’. Somos un tajo de esa argentinidad. Tenemos nuestra propia identidad, pero nunca debemos olvidarnos de que somos algo más que hermanos: nacimos de la misma placenta”.
Sobre los vínculos actuales entre ambos países, Mujica reconoció que “siempre va a haber tirones, tire y afloje, pero es ley que en huella larga las cargas se deben acomodar, porque los gobiernos pasan y los pueblos quedan, y los intereses de los pueblos, a la corta o a la larga, van a ser siempre mayoritarios. Podemos tener diferencias, pero tenemos la obligación de defender un patrimonio común. Tengo esperanza”.
Explicó que a su entender las diferencias entre Argentina y Uruguay se deben a que nuestra independencia se dio al mismo momento “en que se estaba organizando el mercado mundial”, y eso dejó marcado, en nuestra mentalidad, que “era más importante Europa que los vecinos”. “Algún día tendremos que entender que para hacer algo en el mundo tenemos que andar juntos, pero va a costar”, opinó.
“Miramos la chiquita”
Mujica fue consultado por su evaluación sobre la gestión del gobierno, y el expresidente dijo que tenía miedo “de que nos estemos tragando el futuro, el futuro en el cual yo no voy a estar, el futuro de los jóvenes. No estamos en una época de cambios, estamos en una nueva era, la era del conocimiento, y necesitamos una fortuna para meter en la cabeza de los gurises que van a venir, de lo contrario van a ser sirvientes en un mundo irrelevante, como dice [el historiador Yuval Noah] Harari”.
No obstante, para Mujica en Uruguay “tenemos una gran distancia, y nos peleamos, y miramos la chiquita, el chimento, y no vemos el mundo para adelante”. “Tengo la angustia de un viejo que sabe que se va, y ve que los problemas cotidianos nos tapan la vista para ver los profundos”, dijo.