El jueves desde las 10.30 hasta pasado el mediodía hubo un amplio cónclave en la residencia presidencial de Suárez y Reyes, donde Luis Lacalle Pou recibió a ministros, legisladores, dirigentes y asesores de los partidos que forman la coalición de gobierno. El tema único a tratar fue la reforma de la seguridad social, tanto sus aspectos técnicos como la discusión de la viabilidad política de promover este proyecto de ley, que se prevé que el Poder Ejecutivo envíe próximamente al Parlamento.

Estuvieron los ministros Pablo Mieres (Trabajo y Seguridad Social), Azucena Arbeleche (Economía y Finanzas), Javier García (Defensa Nacional), la vicepresidenta Beatriz Argimón, el director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, Isaac Alfie, y el secretario de Presidencia, Álvaro Delgado; también el expresidente Julio María Sanguinetti, secretario general del Partido Colorado, y los distintos asesores técnicos de los partidos políticos que participaron en la Comisión de Expertos en Seguridad Social (CESS).

El presidente de la CESS, Rodolfo Saldain, hizo una presentación de cerca de una hora para los asistentes sobre las principales bases del informe diagnóstico y las recomendaciones que surgieron de la comisión con el apoyo del oficialismo. Según supo la diaria por algunos asistentes del evento, Saldain planteó que para modificar la edad mínima de jubilación hay que tener en cuenta la famosa ley de “cincuentones”, es decir, que quienes están amparados por esa norma deberían quedar afuera de la nueva disposición, y eso llevaría a establecer una franja progresiva, a partir de los primeros que no entraron en esa ley. Por ejemplo, los nacidos en 1967 se podrían jubilar a los 61, quienes nacieron en 1968, a los 62, y así sucesivamente, sumando un año hasta llegar a los nacidos en 1971 -y desde ese año en adelante-, que podrían jubilarse a partir de los 65. En ese momento, Lacalle Pou señaló a los presentes que él estaba entre esos últimos, ya que nació en 1973.

También se hizo un análisis del gasto público en seguridad social, que en 2008 representaba 8% del producto interno bruto, y en 2020 y 2021 fue de 11%. Además, para demostrar lo “grave” de la situación, se subrayó que, dada la baja de la natalidad, se calcula que, de seguir este ritmo, la población de Uruguay podría descender a 2.700.000 habitantes cerca del año 2060, y esto agudiza el problema de la seguridad social.

Si bien había algunas expectativas, según supo la diaria, casi no hubo intercambios de carácter estrictamente político en cuanto a la reforma -como los tiempos adecuados para presentar el proyecto, por ejemplo-; solamente Lacalle Pou mencionó que lo “ideal” sería que el proyecto se aprobara con el consenso “de todos los partidos”, incluyendo al Frente Amplio (FA). Pero en la primera etapa, lógicamente, se debe buscar el consenso dentro de la coalición, señaló.

En tanto, un legislador planteó si cabía la posibilidad de que se envíen proyectos separados, para atender a las diferentes cajas -por ejemplo, se hizo énfasis en la de Profesionales-, pero Saldain explicó que en la CESS nunca se definió ese aspecto, por lo tanto, es una decisión que debe ser política.

“Conciencia ética de todo el sistema político”

Tras el encuentro, hablaron varios de los participantes. Sanguinetti expresó que “no se planteó” rever la recomendación de elevar de 60 a 65 años la edad mínima de jubilación. “La base es que todas las personas nacidas antes de 1967 sigan con el sistema actual, y a partir de allí, una escala para ir aumentando gradualmente; son detalles a ir puliendo”, añadió.

“Lo importante es generar la conciencia de que tenemos un problema; no lo decimos nosotros, lo decía el gobierno anterior, se discutió un año [en la CESS] y aspiramos, anhelamos, deseamos [que se acuerde una reforma]. Este tema en este período va a plantear el nivel de conciencia ética de todo el sistema político”, manifestó el exmandatario.

Sanguinetti evaluó que el proyecto de ley del Ejecutivo “está en las bases generales y luego irá evolucionando”, y sostuvo que “hay temas que son muy urgentes, como la Caja de Profesionales, que está casi fundida, y otras que van a eso o están cerca”.

En tanto, el senador blanco Jorge Gandini opinó que los temas de seguridad social “son políticas de Estado de largo plazo, requieren acuerdos políticos con todo el sistema, y el esfuerzo será ese: que haya apoyo, si es posible, de todos los partidos políticos”.

Consultado sobre la postura de la oposición, respondió: “Si el FA no apoya deberá hacerse responsable y explicar por qué. El sistema tiene graves problemas y todos sabemos que hay que reformarlo, hay afirmaciones de dirigentes frenteamplistas reclamando eso; pongamos una propuesta sobre la mesa y comencemos a discutirla con la mejor voluntad de que haya una reforma del sistema”, dijo. En esa línea, continuó: “Hay que pensar en las próximas generaciones, si hay quienes piensan en las próximas elecciones no va a haber reforma”.

Por su parte, Saldain dijo que “es atendible” el planteo de que para los puestos de trabajo “exigentes” exista “un tratamiento diferente” en la edad de retiro. Mencionó “los trabajos en la construcción” y también que hoy día 8% “se jubila a edades más tempranas [de los 60 años] por bonificación de servicio”.

En tanto, el diputado cabildante Álvaro Perrone dijo que “el FA tiene que colaborar” y que “no puede ser una resolución que tome el gobierno solo, es a largo plazo”. Agregó que la propuesta de reforma “tiene que abarcar a todas las cajas, es lo más justo”.