El Partido Socialista (PS) tuvo este fin de semana su 50º congreso ordinario, denominado Guillermo Chifflet, en homenaje al histórico referente del partido y de la izquierda uruguaya, fallecido en abril de 2020. La instancia sirvió para analizar la actuación del sector del Frente Amplio (FA) y definir líneas a futuro, pero además fue la previa de la elección interna del 7 de agosto, en la que Gonzalo Civila irá por la reelección al frente de la Secretaría General. Y, precisamente, el diputado salió fortalecido ya que 80% de los delegados presentes en el club Cordón, donde tuvo lugar la discusión, aprobó su rendición de cuentas.

En cambio, las únicas dos rendiciones de cuentas de secretarías internas que están en manos de la denominada ala renovadora, que es minoría dentro del PS, no fueron aprobadas por no alcanzar los votos necesarios, lo que reflejó la división interna. Estas fueron las secretarías de Programa y Pensamiento Estratégico, a cargo de Viviana Piñeiro, y la de Gobiernos, a cargo de la exsecretaria general y expresidenta del FA Mónica Xavier.

Según dijeron a la diaria fuentes del ala renovadora, el congreso reflejó “una mayoría muy clara de Civila”, algo en lo que coincidieron fuentes de la agrupación interna Futuro Socialista, recientemente conformada como una especie de tercera vía para la elección interna. La conclusión que sacaron algunos participantes del congreso es que la instancia fue un espaldarazo para el actual secretario general y que la diferencia en los comicios probablemente sea mayor a la prevista hasta hace unos días, cuando algunos pronósticos internos indicaban que la elección resultaría en 60% a favor de los ortodoxos, representados por Civila, y un 40% restante a dividir entre las dos corrientes alternativas.

En diálogo con la diaria, el diputado dijo que “fue un congreso de mucho debate, en un clima muy constructivo en general, donde se abordaron temas fuertes para la vida del partido”. Señaló que le tocó estar al frente “en un período complejo”, con “cambios en la línea política que estuvieron signados por ciertos conflictos” internos, pero destacó que “hubo un respaldo muy masivo” a la dirección, lo que consideró “muy importante porque habla de que hay una línea política que se reafirma y una fuerza para poder seguir adelante con ella”.

Para Civila, igualmente, “el elemento central” del congreso fue la “discusión sobre orientaciones y estrategia” del PS, o sea, de “una propuesta de futuro”. En este sentido, destacó “la voluntad del partido de ir hacia una alternativa de cambio social que no puede ser la repetición del progresismo de los 15 años anteriores”, aunque “tiene que pararse en las conquistas y en los logros del progresismo” y “también en sus errores”. “No se necesita una propuesta de retoque sino una de cambio radical que se plantee transformar estructuras, relaciones de poder”, explicó y agregó: “El socialismo uruguayo no nació para maquillar la realidad sino para tratar de llevar adelante una transformación profunda”.

Allí destacó que el proyecto debe incluir “una reforma constitucional”, algo en lo que viene insistiendo el PS. Definió que el cambio debe ir “a las bases jurídicas” de la sociedad, que actualmente se centran “en la propiedad, en el lucro”, y no “en los derechos de las personas”. Dijo que entre los cambios a incluir en la reforma está el de “blindar ciertos bienes públicos frente a la ofensiva mercantilizadora que hay”, y agregó que esto debe discutirse “en el seno del movimiento social y del FA”, pero que la propuesta del PS es “impulsar una recolección de firmas del 10% del padrón para poder plebiscitar un proyecto de reforma junto con la elección nacional” de 2024.

Discusión interna y elecciones

En tanto, Darcy de los Santos, quien será candidato a la Secretaría General por el ala renovadora, aseguró que el congreso fue de “muchísimo debate” y “con la franqueza necesaria para plantear las diferencias”. Por ejemplo, dijo que al documento que se aprobó de cara al futuro “le faltó discusión producto de que llegó muy sobre la hora, después de que los ámbitos colectivos de discusión [previos al congreso] se habían cerrado”. “No estoy diciendo que sea un proceso antidemocrático sino que indudablemente no tuvo toda la discusión necesaria”, expresó.

Señaló que el PS “ha perdido presencia” en las últimas elecciones y que los renovadores consideran que la línea política de la actual dirección “encierra” al sector en “un rincón demasiado restringido en las posibilidades de crecimiento”. Sobre las rendiciones de cuentas, dijo que “no es justo” que las únicas dos que no se aprobaron fuesen de las secretarías en manos de los renovadores. “Esto no mejora las condiciones para crecer”, lamentó.

A su vez, el sector Futuro Socialista aprovechó el congreso para reunir a su núcleo, que proviene mayoritariamente del interior, y definió la candidatura de María Jossé Rodríguez, quien supo ser coordinadora del FA junto a Ricardo Ehrlich hasta la asunción de Fernando Pereira como presidente. Ante la consulta de la diaria, celebró el “tremendo desafío y honor” otorgado y dijo que los integrantes de la agrupación provienen tanto del ala renovadora como de la ortodoxa. “Lo que hemos notado es que no estamos pudiendo escucharnos y el PS de alguna manera está estancado”, consideró.

Sobre el congreso, puntualizó que su agrupación intentó “modificar algunas cosas” de las propuestas por la mayoría, “alguna se pudo” cambiar, “otras no”. “Muchas cosas pueden no gustarnos, pero es lo que el congreso finalmente aprobó y vamos a trabajar en otros ámbitos para modificar lo que entendemos que debería tomarse en cuenta”, concluyó.