Gianfranco Kucharski es el tercer suplente del diputado de Cabildo Abierto (CA) por el departamento de Salto, Rodrigo Albernaz, conocido, entre otras cosas, por haber defendido el hecho de que su esposa, su madre y su cuñado ocupen cargos de confianza.
“Tengo un cargo electivo en una lista política que nació en el seno de los más cercanos, de mis familiares y mis amigos, porque yo no vengo de hacer carrera político-partidaria”, se defendió Albernaz en mayo, durante una entrevista con el semanario Búsqueda. En esta misma entrevista, se señaló que su esposa, Daniela Murad, había entrado ya varias veces a la cámara a pesar de ser la sexta suplente en la lista.
Es que en lo que va de la legislatura, Murad ingresó diez veces a la cámara, según consta en la web del Parlamento. Para que esto sucediera, las cinco personas que están antes que ella en la lista -incluido su esposo, el titular de la banca- deberían haber firmado sus respectivos pedidos de licencia parlamentaria.
Sin embargo, Kucharski, tercer suplente -y que ha ingresado a la cámara sólo cinco veces en la legislatura- notó que eran más las veces que Murad había ingresado que las “cuatro o cinco” licencias que recordaba haber firmado.
“Se estaba entrando por detrás de mí en la lista y pedí al Parlamento que me pasaran las firmas, y vi que no todas las firmas mías eran originales, había fotocopias”, explicó a la diaria. Al recibir las firmas, corroboró que estas entradas se habían dado “por detrás”: “No me habían avisado, por ejemplo, 'mirá, Gianfranco, que mañana la suplencia está abierta', y corroboré que había entradas que yo no había firmado”.
Kucharski denunció esto a la interna del partido y ahora está “viendo qué proceso seguir”, y está en diálogo con un abogado para evaluar que nivel de irregularidad hay en el hecho de presentar fotocopias de las firmas. “Están informados Guido [Manini Ríos] e Irene [Moreira], por ahora me dijeron que si veía una irregularidad que viera qué camino proseguir”, añadió.
“La irregularidad yo creo que existe, si no, yo te vendo un auto, me firmás un pagaré por 10.000 dólares, yo le hago diez fotocopias y te cobro 100, no tiene mucho pies ni cabeza”, ejemplificó el diputado suplente, y explicó que “hay firmas que ponés a contraluz y ves que es exactamente la misma firma”, cuando “nadie firma exactamente igual todas las veces”.