Este martes se inauguró un centro de atención para personas que presentan alta vulnerabilidad y/o situación de calle con consumo problemático de drogas. El centro está gestionado por el Ministerio de Desarrollo Social (Mides) y la Junta Nacional de Drogas (JND). El objetivo, informaron desde el Mides, es generar un espacio de tratamiento en integración comunitaria, con foco en la inclusión social de las personas. El centro trabajará con un equipo especializado y hasta con 40 personas de lunes a viernes, durante cinco horas diarias.

El titular del Mides, Martín Lema, dijo en una rueda de prensa que es “un centro de tratamiento de adicciones con una fuerte integración social, porque no solamente va a haber equipos técnicos especializados en el tratamiento de adicciones, sino que se va a generar una cantidad de actividades deportivas, culturales, de integración con el barrio”.

Lema insistió con que se buscará que “algunas de esas actividades puedan incluir la participación de vecinos, para bloquear el estigma que se puede llegar a tener porque acá van a venir hasta 40 personas que tienen problemas de adicciones y se encuentran en alta vulnerabilidad, ya sea porque están en situación de calle, porque son egresadas del sistema penitenciario y necesitan esta red de contención o algún otro tipo de característica que se vincule a la vulnerabilidad”.

Según el ministro, en este centro se apuntará a que las personas “dejen de consumir” y a la “reinserción social”: “Cuando vemos que muchas personas terminan en una situación de calle, no es porque quieren, es porque es producto de diferentes circunstancias. Entonces, es el tratamiento en la adicción, para ir en una reducción del consumo, pero con esa integración, con la posibilidad de hacer deporte, con actividades en la plaza 2, actividades culturales. Esa integración con el barrio lo que permite es que la persona pueda atender las adicciones al tiempo que tiene una reintegración social, que también es un empujón para salir adelante”.

Los equipos técnicos del Mides y de la JND trabajarán en conjunto y serán quienes deriven a las personas a este centro, que tal como definió Lema es “de baja exigencia”. Esto implica que “con que la persona manifieste la voluntad de acceder al tratamiento se le va a dar, siempre y cuando esté en una situación de alta vulnerabilidad. Acá una persona que mañana está en alta vulnerabilidad, como la situación de calle, manifestando y presentándose a los técnicos, la van a derivar”.

Por su parte, el secretario general de la JND, Daniel Radío, remarcó la importancia de este tipo de centro para dar cuenta de “la naturaleza compleja del fenómeno”. “Me parece que tenemos que trabajar más en conjunto las instituciones y tenemos que aprovechar para replantearnos las preguntas. A veces en lo vertiginoso de la gestión cotidiana perdemos de vista las preguntas más elementales: ¿estamos siendo capaces de dar respuesta a las necesidades de los usuarios de drogas?; ¿estamos haciendo cosas para mejorar la calidad de vida?; ¿estamos siendo respetuosos de los derechos humanos de los usuarios de drogas?”, detalló.

Radío subrayó que “en los usos problemáticos de drogas la exclusión social y las disfunciones familiares son circunstancias que se retroalimentan y transcurren por avenidas que se circulan en los dos sentidos; mientras no resolvamos la situaciones de exclusión social no vamos a poder resolver los usos problemáticos, de eso forma parte la estrategia de cuidados y de fortalecimiento del cinturón de protección social”.