La Cámara de Representantes comenzó a sesionar esta mañana con el tratamiento de algunos proyectos de ley independientes de la Rendición de Cuentas, que seguramente acaparará la discusión a lo largo de toda la jornada. Uno de los puntos del orden del día fue la solicitud del Poder Ejecutivo para permitir la salida de una aeronave y 76 tripulantes de la Armada Nacional con el fin de participar en el ejercicio multinacional Unitas LXIII, a realizarse en Río de Janeiro entre el 7 y 27 de setiembre.
Aunque el objetivo, según plantearon desde el oficialismo, era votar rápidamente la iniciativa, sin entrar en debate, la discusión se prolongó por varios minutos a partir de la negativa de la bancada del Frente Amplio (FA) a prestar sus votos, con el argumento de que este tipo de operaciones militares, en las que participan las fuerzas armadas de distintos países como Estados Unidos, se deben discutir en la Comisión de Defensa, con la comparecencia del ministro de Defensa Nacional, Javier García, y otras autoridades.
En su alocución, el diputado nacionalista Gabriel Gianoli explicó que “el ejercicio multinacional Unitas se ha venido realizando por más de cinco décadas, siendo el último el realizado en 2005”, y que en él “participan buques y aeronaves pertenecientes a la mayoría de las marinas de América del Sur, Canadá, Estados Unidos, y en forma ocasional algunos países europeos”.
Por su parte, los legisladores frenteamplistas argumentaron que ejercicios como Unitas son “expresiones imperialistas” que utiliza Estados Unidos para “promover la expansión de sus ideas y de su capacidad militar y técnica”. El diputado Carlos Rodríguez, del Movimiento de Participación Popular, dijo que su bancada hubiera preferido “otro escenario para poder discutir este proyecto de ley y no en una sesión extraordinaria, de apuro, en medio de la discusión de la Rendición de Cuentas, y sin la posibilidad de hacerlo en la Comisión de Defensa, con la presencia del ministro y las distintas autoridades”.
Rodríguez sostuvo que Unitas “de alguna manera es la expresión de la incidencia no militar, sino política, de los Estados Unidos en los distintos países de América”, y recordó que ha habido diversas discusiones políticas por este tipo de actividades militares. Como ejemplo, recogió “la propia fundamentación del proyecto”, en la cual “se establece que Uruguay participó hasta el año 2005, que es cuando llegó el FA al gobierno”.
“El ministro [García] ya anunció el año pasado la decisión del gobierno de volver a participar en este tipo de ejercicios, y habíamos pedido más tiempo y la posibilidad de discutirlo en el ámbito del Senado, donde se votó en comisión el lunes, sin posibilidad de discutirlo; por lo tanto el FA va a mantener su voto negativo”, aseveró Rodríguez, que calificó a Unitas como “quizá, la expresión hoy más clara del imperialismo de Estados Unidos”.
Gianoli retomó la palabra tras la intervención de Rodríguez, y acotó que “la operación Unitas también se desarrolló por parte de Uruguay en 2009 y 2010, y no pasó por este Parlamento”. Sostuvo que, en cambio, “las autoridades del momento [del FA] le jopearon al Parlamento y a la ciudadanía dos autorizaciones, y le consta al diputado Rodríguez, porque están en un pedido de informes donde el ministro [de Defensa, Luis] Rosadilla y el ministro [de Defensa, José] Bayardi, en 2009 y 2010, resuelven, junto al ministro de Relaciones Exteriores de la época [Luis Almagro], enviar dos operaciones de Unitas sin pasar por este Parlamento”.
Tras el comentario de Gianoli, Rodríguez volvió a solicitar el uso de la palabra, y aclaró que “Uruguay ha participado en diversos ejercicios con observadores”, y volvió a plantear que hay distintas concepciones sobre “qué proyectos son los que deben pasar por la aprobación parlamentaria y cuáles no”. En ese sentido, indicó que “hace poco hubo una participación de la guardia nacional de Connecticut en Uruguay, que viene siendo repetida cada año, pero esta vez vino a hacer entrenamiento a fuerzas uruguayas, y tampoco pasó por el Parlamento”, y propuso que es hora de “sincerarnos o generar un proyecto de ley interpretativo de la Constitución que establezca cuáles son y en qué condiciones los proyectos deben pasar por el Parlamento y tener autorización parlamentaria”.
El proyecto se aprobó, finalmente, por 51 votos en 85, y en la consideración particular del artículo único continuó la discusión. La diputada comunista Micaela Melgar planteó que este tipo de ejercicios tienen como “doctrina base el panamericanismo, donde Estados Unidos viene a promover la expansión de sus ideas y de su capacidad militar y técnica, porque nos considera usables”, y que “como latinoamericanistas tenemos que tener una posición que fortalezca la soberanía de nuestra patria y que defienda nuestros ideales como nación”. “Por eso el FA vota en contra de la participación en esta misión”, aseveró.
Continuando con la idea, Melgar afirmó que “se ha demostrado a lo largo de estos años que Estados Unidos no está para ayudar a los países latinoamericanos cuando tienen amenazas externas, por ejemplo. Bastante por el contrario, está para inmiscuirse en los asuntos de nuestros pueblos, para mal”.
El último en entrar en el debate fue el colorado Felipe Schipani, quien durante la fundamentación del voto favorable del Partido Colorado consideró que “no se puede decir que el FA no las ha votado [en referencia a las participaciones pasadas en estas operaciones], porque en los últimos 15 años el país participó en las operaciones Unitas, y esta cámara tenía una mayoría del FA”. “El único legislador que no votó la participación en este tipo de maniobras fue el diputado [socialista Guillermo] Chifflet”, sentenció Schipani antes de que le apagaran el micrófono por la alusión política y personal, que el reglamento impide en el fundamento del voto.
Chifflet participó en la fundación del FA en 1971; fue diputado entre 1990 y 2005 y renunció a su banca durante el primer gobierno frenteamplista por oponerse a la participación de militares uruguayos en las misiones de paz en Haití. En 2005 votó en contra de la participación del país en la Operación Unitas, alegando que no estaba de acuerdo con “primero votar y después discutir”.