Fue hace un mes que el presidente Luis Lacalle Pou les entregó a sus socios de la coalición el anteproyecto de ley de la reforma de la seguridad social elaborado por el Poder Ejecutivo y todavía se afinan detalles para las respuestas formales de cada partido. El que ya marcó postura colectiva fue el Partido Colorado (PC), que el sábado de tarde reunió a su Convención Nacional por varios temas, entre ellos, la reforma de la seguridad social.

El secretario general del PC, Julio María Sanguinetti, dijo en el evento que la reforma de la seguridad social es un tema “de principios, de ética”, de su generación con “la generación intermedia”, a la cual le van a dejar “un sistema sustentable” o “una bomba atómica del tipo argentino, para que estalle dentro de dos períodos” de gobierno. Agregó que, por lo que han dicho quienes están analizando el anteproyecto, el PC propondrá cambios, si bien está de acuerdo “en las líneas generales”.

“Luego habrá que ver, porque hay muchos detalles –y algunos que no son tan detalles– que queremos cambiar. En el Comité [Ejecutivo Nacional] analizaremos cómo tenemos que canalizar esto. Conversaremos con el gobierno, si prefiere que haya una respuesta formal antes, o lo dejaremos para la etapa del Parlamento”, sostuvo. 

Luego, por “abrumadora mayoría” –en palabras de Sanguinetti– fue votada una moción de la convención sobre el tema que dice así: “Oída la exposición de sus delegados para el tema de la reforma de la seguridad social, declara su apoyo a ese proceso y a las líneas generales que lo inspiran. Es un deber ético del sistema político nacional preservar la sustentabilidad del sistema para las nuevas generaciones, a las que no se les puede legar un problema que hoy se puede encarar con gradualidad, pero que, postergado, terminará en una crisis como la que ya afecta a algunas cajas”.

Uno de los delegados encargados de estudiar el anteproyecto es el economista Ariel Davrieux, director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto de los tres gobiernos colorados de la vuelta a la democracia, quien ante la Convención Nacional de su partido señaló que el anteproyecto “es muy ambicioso y complejo” y toma en cuenta “hechos de la realidad básicos”, como que “vivimos más”. Puso como ejemplo de ello a varias personas que estaban el domingo en la sede del PC, “que después de pasar bien los 80 años” siguen teniendo “algún tipo de actividad”.

“Uruguay se caracteriza por un sistema de retiros que, sin ser glorioso para nada, es decoroso. Si se comparan los niveles de pobreza en el país, está en el orden de 10%, pero en las familias jóvenes con hijos se aproxima a 20% y entre los mayores está por debajo de 5%, por eso se dice que el sistema uruguayo tiene varias virtudes, como la universalidad, la cobertura, y también niveles de suficiencia como para poder al menos escapar a la pobreza. Eso no existe en el resto de América, no sé si existe en Estados Unidos. El asunto es mantener eso”, subrayó. 

Para Davrieux, el anteproyecto de reforma “contempla” eso, sobre todo “a las personas de bajos ingresos, porque fija un nivel mínimo de jubilación, que no es mínimo absoluto, sino que a él se agrega una parte de lo que cobraría si fuera inferior al mínimo”. Puso como ejemplo que a una persona que tuviera derecho a una jubilación de 8.000 pesos “hoy le darían el mínimo, 14.000”, pero con el nuevo régimen “cobraría 18.000”. “O sea que la gente de bajos ingresos está muy favorecida en el sistema” nuevo, acotó. 

El economista aseguró que “si esperamos a 2040” para cambiar la seguridad social, el agua nos llegará al cuello y habrá que “pegarles a los que se jubilen”. “A la gente que hoy tiene 45 o 50 lo que más le conviene es que cambie la ley, porque si no van a ser muy perjudicados. Entonces, contra lo que mucha gente piensa –yo soy de los optimistas–, es un buen dato que se prevea un aumento paulatino de la edad [mínima para jubilarse], porque es reconocer la realidad. Si no se hace, cuando no lo podamos pagar, ¿que los viejos vivan mal? Estamos locos”, finalizó. 

De todas formas, no hay unanimidad en el PC, ya que la Agrupación Nacional Pachequismo Siglo XXI emitió un comunicado para informar que rechaza el anteproyecto de reforma. En concreto, se mostró contraria al aumento de la edad jubilatoria, porque “habrá de sumir en el desamparo a miles de trabajadores”. Además, le resulta “preocupante” que en el proyecto “no se prevean fuentes adicionales de financiamiento genuinas del BPS, restituyendo los niveles históricos de aportación al sistema”.

“No sólo no se corrigen los enormes problemas que ha tenido el régimen de las AFAP sino que se pretende su extensión a otras cajas. Nuestro histórico e irrenunciable compromiso en la defensa de trabajadores y jubilados nos lleva a rechazar aquellos aspectos que implican rebajar derechos y prestaciones, mientras no se prevé el incremento de los ingresos genuinos al BPS ni se aborda el grave problema de las exoneraciones que constituyen una verdadera sangría al sistema”, finaliza el comunicado.

La visión de los otros socios de la coalición

En cambio, en Cabildo Abierto todavía no definieron una postura. El senador cabildante Guillermo Domenech contó a la diaria que se reunieron con el asesor al que le encomendaron estudiar el anteproyecto y aún están preparando la respuesta. “No vamos a emitir opinión hasta no elaborar una respuesta colectiva y formal”, acotó.

En tanto, en el Partido Independiente (PI), una comisión que se formó para estudiar el proyecto terminó de redactar un informe y este lunes a las 19.00 habrá una reunión de la Mesa Ejecutiva Nacional de esa fuerza política para elaborar un documento con la postura oficial, que será enviado a Lacalle Pou, según indicó a la diaria el diputado del PI Iván Posada. Adelantó que comparten la reforma jubilatoria “en líneas generales”, pero tienen “diferencias importantes” con lo relacionado a “las pensiones por sobrevivencia”, pero esos detalles los ampliarán en el documento que redactarán este lunes, indicó.

Por último, el diputado Daniel Peña, del Partido de la Gente, señaló a la diaria que también apoyan el anteproyecto, pero “con algunas consideraciones”, sobre todo relacionadas al tiempo desde el que se aplicarán los cambios. “Hay gente que empezó a trabajar a los 18 y hoy ya tiene los 30 años de trabajo aportado, sólo le falta la edad. Se cambian las reglas de juego a gente que ya cumplió, sería recomendable atender esa situación. Debería empezar a regir a los nacidos en 1974 y no en 1967, por lo menos en los casos en que ya hayan cumplido los 30 años de aporte al momento de la reforma”, finalizó Peña.