Este miércoles el presidente Luis Lacalle Pou participó junto a otros integrantes del gobierno en la inauguración de la 59º edición de la Conferencia Latinoamericana de Empresarios del Combustible (Claec), que se desarrolla en Montevideo hasta el sábado. El evento es organizado por la Unión de Vendedores de Nafta (Unvenu) y su presidente, Daniel Añón, tomó la palabra en el acto de apertura, en su rol de secretario general permanente de la Claec.

En primera fila, Lacalle Pou escuchó el breve discurso de Añón, que tuvo una mención al debate en proceso sobre los cambios regulatorios para el denominado mercado secundario de combustible, es decir la cadena más allá de la producción que realiza Ancap, donde se encuentran las distribuidoras y las estaciones de servicio. “Hay sólo tres países [en Latinoamérica] que tienen un régimen regulado, y es el mejor”, dijo el empresario.

También sostuvo que el sector “debe ser respetado por los gobiernos”, y aclaró que en el caso de Uruguay han mantenido un trato cordial “con el gobierno actual y el anterior”. Asoció esto al hecho de que las estaciones de servicio son las que abastecen de combustibles a la población, es decir que “mueven el mundo”, porque “todos” toman un ómnibus, manejan un auto o una moto para moverse.

El debate regulatorio en cuestión surge de la intención del gobierno de reformar el mercado de combustibles, y para la parte del mercado secundario realizar cambios graduales que vayan reduciendo la regulación, en busca de mayor competencia entre los actores privados. Esta intención es rechazada por la Unvenu, quien defiende el esquema actual. El asunto está en la órbita de la Unidad Reguladora de los Servicios de Energía y Agua (Ursea), que pidió recientemente una prórroga al Ministerio de Industria, Energía y Minería para aprobar un nuevo reglamento para las estaciones y distribuidoras.

En el evento del Claec también tomó la palabra el director nacional de Energía, Fitzgerald Cantero, quien dijo que “el gobierno busca transparencia y eficiencia en la cadena de distribución” de los combustibles. Añadió que se procuró con las modificaciones normativas “fortalecer al regulador” —la Ursea pasó a ser un servicio descentralizado mediante la ley de urgente consideración— y que se aspira a “cambios graduales, no disruptivos, en un mercado sensible” como el de abastecimiento de combustibles.

Además, Cantero señaló que las estaciones de servicio “son parte importante de la transición” energética, ya que si bien hoy en día ofrecen derivados del petróleo, en un mediano plazo podrían vender “energéticos” para la carga de autos eléctricos.

Precisamente sobre la transición energética está previsto que se hable en los cuatro días de congreso de los estacioneros de Latinoamérica en Montevideo, así como también de temas como los fondos de estabilización para los precios del combustible y las acciones de los gobiernos en materia de tarifas.