Al ser consultado acerca de cómo llevó a cabo el Poder Ejecutivo la elaboración y -ante las voces de la oposición y la academia que se alzaron en contra- posterior defensa del decreto que flexibiliza la política antitabaco, el senador del Partido Nacional Gustavo Penadés entendió que se “hizo lo que tenía que hacer”, aunque reconoció que “no es de las cosas en las que el gobierno lo esté explicando con la mayor soltura”.
“Yo no dejo de reconocer que la situación pueda ser poco comprensible o no se haya explicado correctamente”, sostuvo, en diálogo con el periodístico Primera mañana de la radio El Espectador. “¿Se modifica en algo la política del gobierno de la lucha contra el tabaco? No. ¿Se va a aflojar en algo una política que el gobierno entiende que fue muy acertada de administraciones anteriores en cuanto a la lucha contra el tabaco? No, esa es una realidad”, argumentó.
La “otra realidad”, para Penadés, es que “en Uruguay la marca más consumida de tabaco es una marca que ingresa de contrabando”, por lo tanto, “más de 45% del tabaco que se consume en Uruguay es de contrabando”, puntualizó. En este sentido, sostuvo que “lo que se pretende es ayudar a la industria nacional de alguna manera”, teniendo en cuenta que “genera cientos de puestos de trabajo en Uruguay”, además de producir, según Penadés, tabaco “que está hecho con calidad”, mientras que “mucho de este producto que ingresa [de contrabando] uno no sabe cómo ingresa ni el contenido del tabaco que fuma la gente”.
Consultado respecto de las críticas de que fue objeto el decreto, Penadés entendió que surgen “de una cantidad de prejuicios”, además de tener “cierta intencionalidad de carácter político, porque el gobierno no está aflojando ni un tranco de pollo en la lucha” antitabaco. Criticó que los contrarios al decreto no denuncien la cantidad de tabaco que ingresa de manera ilegal, aunque reconoció que la lucha contra el contrabando “tiene que ser absolutamente con todos los instrumentos”.