“Sur” es el nombre que tendría la moneda común que Argentina y Brasil quieren presentar al resto de los países latinoamericanos durante la VII Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) este martes, según se anunció en un artículo especial escrito por los mandatarios de ambos países, Alberto Fernández y Luiz Inácio Lula da Silva, publicado en el diario Perfil, que suscitó una serie de reparos de autoridades y economistas uruguayos, quienes cuestionaron la viabilidad de la propuesta.

Si bien, en principio, la propuesta sería un mecanismo de compensación comercial para el intercambio entre ambos países -y con la invitación prevista para que se agreguen más países de la región- y así evitar depender del dólar estadounidense en las relaciones comerciales, la idea de una moneda común de circulación, como el euro, ¿es viable?

Según el senador del Frente Amplio (FA) y expresidente del Banco Central del Uruguay (BCU) Mario Bergara, la propuesta no tendría “viabilidad alguna”. En diálogo con la diaria recordó que al momento de firmar el Tratado de Asunción, que dio origen al Mercosur, se buscaba “replicar un proceso que se suponía que con las enseñanzas del proceso europeo se iba a poder hacer a un ritmo un poco más rápido”, en el que “llegar a una unificación monetaria sería la frutilla de la torta”.

Sin embargo, para Bergara, más de 30 años después de la firma del tratado, “el Mercosur está lejos de satisfacer las condiciones mínimas de este proceso”, en vista de que “no solamente no hay condiciones para una unificación monetaria o una moneda común”, sino que tampoco hay “condiciones para la coordinación de políticas macroeconómicas, sobre todo en el terreno fiscal” ni para la creación de “una institucionalidad supranacional que pueda coordinar este tipo de cosas”.

El legislador enumeró, a su vez, condiciones necesarias para generar una moneda común, entre ellas, “una básica”, que es la consolidación de “una trayectoria de estabilidad”, es decir, monedas estables, “que no es el caso: Argentina no tiene solamente hoy una inflación galopante; si vemos la historia argentina en los últimos 20 o 30 años, tenemos episodios de hiperinflación altísima”, además de tener “cinco tipos de cambio”.

Esta es una de las grandes condiciones “que inviabilizan por completo plantearse una moneda común”, sentenció Bergara, y agregó que luego hay una pata “institucional” en todo esto, vinculada a la vuelta de Lula al gobierno en Brasil, quien tiene mayor afinidad con Fernández que el expresidente Jair Bolsonaro. “Esto que anuncian Brasil y Argentina, ¿se hace en el contexto del Mercosur o es un acuerdo, en todo caso, anunciar una cuestión bilateral Argentina-Brasil?”, se preguntó, y entendió el anuncio como “un indicio de la vuelta a la bilateralidad en la gestión del Mercosur entre Argentina y Brasil, que ha hecho daño en el pasado”.

Así, también se preguntó qué sucede con uno de los mantras más repetidos en el bloque: “Si tanto es que hay que cuidar las decisiones colectivas del Mercosur para hacer acuerdos comerciales, ¿acaso no hay que cuidar eso también para este tipo de anuncios y decisiones? La bilateralidad de Argentina y Brasil también deteriora el Mercosur”. Para Bergara, también se busca dar señales “de afinidad política, buscando algún proyecto que pueda anunciarse de manera conjunta”, pero entendió que “le erran al objeto de esos anuncios, porque anunciar algo que es inviable no ayuda a los mensajes políticos”.