Los presidentes Alberto Fernández, de Argentina, y Luiz Inácio Lula da Silva, de Brasil, anunciaron la intención de avanzar durante la VII Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) en una moneda común entre ambos países -tentativamente llamada Sur- e invitarán a otros países de la región a sumarse a la iniciativa.

Los mandatarios comunicaron la decisión en un artículo especial del diario argentino Perfil, y lo confirmó el ministro de Economía de ese país, Sergio Massa, al ser consultado por el Financial Times, donde dio más detalles al respecto, como que el Sur correría en paralelo al real brasileño y al peso argentino en una búsqueda de reducir la dependencia del dólar en la región.

En Uruguay, distintos economistas y autoridades se manifestaron públicamente, con ciertos reparos respecto a la perspectiva de generar una moneda común; el ministro de Defensa Nacional, Javier García, recordó que “hace unos días se proponía un himno y una bandera común de la región” y ahora “una moneda común”, en referencia al planteo hecho por el expresidente José Mujica. “Lo que necesitamos es flexibilidad, abrir mercados y que nos dejen comerciar. Más comercio y menos ideología. Exportar trabajo, no discursos”, sentenció el jerarca.

El economista Javier de Haedo, por su parte, opinó en la misma red social que “Argentina debería empezar por tener una moneda común consigo misma”.

El también economista Gabriel Oddone, socio de CPA Ferrere, señaló que “una moneda común sin mercados (bienes, trabajo y financieros) e instituciones fiscales integradas es una idea ridícula” y citó “la experiencia del euro (precedido de medio siglo de cooperación y coordinación política e integración comercial) es aleccionadora” y llamó a no perder el tiempo.

En tanto, el especialista en relaciones internacionales, Ignacio Bartesaghi, entendió que los socios del Mercosur están “al borde de caer en la más tremenda ridiculez”, puesto que “cuando se cree que las afinidades políticas pueden lograr cualquier objetivo se termina mal, ejemplos sobran”.

La noticia fue reproducida en varios medios del mundo y tuvo reacciones no sólo dentro de la región; por ejemplo, el empresario Elon Musk, manifestó en su cuenta de Twitter que la idea de la integración monetaria sería una “buena idea”.