Luego de que la semana anterior el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) se reuniera con los representantes de la industria avícola y no resolvieran medidas respecto de los cupos de importación de pollo trozado y entero desde Brasil que conformen a los demás sectores, este lunes la Coordinadora para la Defensa de la Cadena Avícola mantendrá dos reuniones clave: una con el presidente Luis Lacalle Pou, en la tarde, y otra con el titular del MGAP, Fernando Mattos, en la mañana.

En la reunión matutina participarán un delegado de la coordinadora y un delegado de la Cámara Uruguaya de Procesadores Avícolas (Cupra), mientras que a la vespertina asistirán únicamente representantes de la coordinadora, que de todas maneras está compuesta por fasoneros, distribuidores e industriales del sector avícola.

El fasonero e integrante de la Coordinadora para la Defensa de la Cadena Avícola Daniel Pereira dijo a la diaria que no encuentran “sensibilidad en la gente del ministerio”, sino que perciben “desconocimiento”, sostuvo, y agregó que tienen “miedo de que parte de estas medidas se haya tomado por un mal asesoramiento al presidente”. Por eso quieren “llegar directamente a él y plantearle la problemática: por qué nosotros decimos que con Brasil hay que mantener el acuerdo de cupos que teníamos” antes, firmado entre los gobiernos de José Mujica y Luiz Inácio Lula da Silva en 2012.

El fasonero expresó que no se oponen a la libertad de mercado con Chile, que es un importante exportador regional, ni de Estados Unidos, el segundo exportador mundial, con los que “no teníamos cupo y podía venir lo que quiera”. No obstante, reparó en que “a Brasil, que es un coloso, y Argentina, que hoy no representa competencia porque los precios no están caros”, hay que disponer cupos que limiten la cantidad de importación de pollo, porque “mañana o pasado pueden tener un problema de colocación de mercadería, la envían a Uruguay y se genera una sobreoferta, como está pasando”.

Prevenir

La situación actual del pollo a nivel de mercado se caracteriza porque “está bastante saturada la plaza, en los últimos días siguió cayendo el precio, hay un problema de sobreoferta en el sector”, fundamentó el fasonero, que además añadió: “El ciclo biológico de las aves que siguen produciendo en el galpón” hay que cuidarlo porque “se va a dar un choque, un desastre, que es un poco lo que veníamos anunciando y se viene dando”.

Los productores “aguantaron un poco más los pollos en las granjas”, por lo que “hubo cierta amortiguación en la industria”, pero “eso se convirtió en un círculo vicioso, ya que la permanencia de los pollos en las granjas hace que se generen más kilos y más problemas”, apuntó Pereyra.

Actualmente, “35% del pollo que se consume es importado de Brasil” y “eso está afectando la demanda de los que trozan el pollo”, sostuvo el integrante de la coordinadora, y completó: “Tenemos más días los pollos en las granjas y estamos perdiendo eficiencia. Eso va a repercutir en el cobro del fasonero, que es una especie de sueldo a eficiencia de producción”.

Como hay mucha oferta, “hay que producir menos” y eso “tiene sus complicaciones para la industria: como es un negocio de escala hay que producir menos con los mismos costos fijos y eso hace que se pierda aún más competitividad”, desarrolló Pereyra.

Cabe destacar que, según el fasonero, es usual que en marzo caiga la demanda de consumo de pollo. Eso, junto al crecimiento del volumen de producción, que se agranda porque los pollos esperan en las granjas, y sumado a que “el ministerio adjudica permisos a la importación y los importadores se los guardan y no utilizan todos en este momento”, está generando “una distorsión para adelante, porque además tienen stock en cámara”, y esto desencadenará que “vamos a darnos contra una pared en marzo”, vaticinó Pereyra.

Esta combinación que observan en el horizonte es “un cóctel mortal para la avicultura uruguaya, que puede afectar seriamente a algunas empresas, [con] atrasos en la cadena de pagos, entre otras cosas. Esto ha sido desastroso, nunca estuvo la avicultura expuesta a esto; el daño que está causando a la avicultura está a la altura de una enfermedad de influenza aviar”, sentenció.

Movilizaciones

Frente a la primera resolución del MGAP, “habíamos empezado a pensar una movilización, una camionada hacia la Torre Ejecutiva que tenía fecha fijada para el día antes de la visita de Lula [24 de enero]”, contó Pereyra. Eso activó una convocatoria del MGAP, lo que les conformó “ya que estamos dispuestos al diálogo, nos interesa ser escuchados y solucionar este problema que día a día afecta más a la cadena”.

Anteriormente se había pensado hacer manifestaciones en el MGAP que involucraban pollitos vivos, pero eso “está en stand by. Tenemos todas las fichas apostadas a que en las reuniones podamos llegar a un acuerdo. Yo creo que para el ministro debe ser una presión muy grande saber que al salir de su oficina, horas después, vamos a estar reuniéndonos con su jefe”, advirtió Pereyra.

Para el fasonero, el ministro tendrá que “ver los números. Esto no es una demanda de apertura ni de competencia, se está generando un volumen estoqueado en cámara y una especulación con los permisos de importación, que son desastrosas”.

Finalmente, manifestó que no sabe “si se está experimentando con nuestra cadena para después seguir con alguna otra. Nosotros vamos a seguir dando pelea mientras podamos, tomando acciones que permitan no seguir el camino que tuvo la producción de cerdos, que se liquidó”.