Luego de que la Intendencia de Montevideo (IM) resolviera implementar una bicisenda sobre la vereda sur de la rambla desde Ciudad Vieja hasta las inmediaciones del Teatro de Verano, en redes sociales surgieron algunas voces contrarias, bajo el entendido de que las medidas de movilidad sostenible deben tomarse en detrimento del espacio destinado actualmente a los autos, no en perjuicio de los peatones, que una vez puesta en marcha la medida verán reducido su espacio para caminar.

Algunas de esas voces surgieron incluso entre algunos integrantes del Frente Amplio (FA), coalición de izquierda que gobierna en la capital de la mano de Carolina Cosse. Uno de los críticos con la medida es el exintendente de Montevideo y antecesor de Cosse Christian Di Candia. “No puede haber duda alguna: se debe generar una ciclovía por el espacio que hoy ocupan los autos estacionados en la acera sur. Delimitado, seguro y separado del tránsito vehicular y del disfrute peatonal”, expresó a través de su cuenta de Twitter.

Además, señaló que “la infraestructura genera cultura”. “Así como no pedimos a los vecinos que convivan en una esquina antes de que exista una plaza de convivencia, tampoco podemos pedirles que salgan al tránsito en bici a ser mártires para ver si luego entonces ‘vale la pena’ invertir en ciclovías”, apuntó el dirigente frenteamplista.

También señaló que no se trata de “un capricho”, ya que “retirar vehículos privados del espacio público y apostar por diversas movilidades activas y sustentables con uso masivo de espacio público es una línea contrahegemónica y ambiental urgente”, en “un planeta cada día más devastado”.

En diálogo con la diaria, el exintendente señaló que, incluso más allá de esta decisión puntual, “es real que la intendencia tiene en torno a la movilidad sustentable una deuda de acelerar el proceso de incorporación de la bicicleta al transporte activo de Montevideo”. También consideró que “asumir eso” es parte de “empezar a encarar el problema”.

En este sentido, dijo que durante esta administración “descendió la velocidad con la que se venían implementando los cambios”, principalmente “en términos normativos y de controles”. Por ejemplo, recordó la existencia de “una aplicación para controlar que no se estacione sobre las ciclovías, las bicisendas y las veredas de Montevideo que está pronta por lo menos desde antes de la pandemia” y que aún no se ha puesto en marcha.

“En el período pasado, la cantidad de kilómetros que se construyeron de bicisendas y ciclovías y los avances en torno a los temas normativos fueron importantes”, dijo, aunque luego agregó que “todo quedó tibio en torno a lo que otras ciudades han hecho en el mismo tiempo”.

Así las cosas, Di Candia afirmó que respecto a “esto no puede haber un debate”, ya que “la ciclovía tiene que ir por fuera” del área destinada a los peatones y de la destinada a los vehículos motorizados, y que en las próximas proyecciones presupuestales habrá que destinar “con mucha más firmeza” recursos para “una red de ciclovías y bicisendas”. Todo ello con un énfasis puesto en el cambio climático porque “todo está conectado”; “hoy hablamos de la sequía todos los días, hace no sé cuánto que no llueve, pero no hablamos de lo que implica la contaminación motora que tenemos permanentemente”.

“Tenemos que sumar cierta creatividad para jugárnosla por proyectos que puedan trascender generaciones en torno a este tema, asumiendo que va más allá de la individualidad de cada uno y que todo lo que tenga que ver con la sustentabilidad y lo ambiental es hoy en día la agenda más contrahegemónica y antisistémica que podemos tomar teniendo en cuenta lo que le está pasando al mundo”, concluyó Di Candia.