El proyecto de ley por el que el gobierno pretende crear una agencia espacial uruguaya ha enfrentado, desde que ingresó a la Comisión de Defensa de la Cámara de Diputados, cuestionamientos por parte del Frente Amplio (FA), la academia y organismos vinculados a la materia, sobre todo por una posible superposición de competencias.

Otra de las críticas que se le hacen al proyecto tiene que ver con la gobernabilidad que se pretende dar a la agencia. La intención del gobierno es que para coordinar las acciones del organismo se cree un consejo directivo compuesto por cinco miembros: un representante de Presidencia y otros cuatro designados también por el Poder Ejecutivo.

Paralelamente habrá un consejo asesor de empresas “compuesto por representantes de empresas nacionales e internacionales instaladas en el país, pertenecientes al sector de las tecnologías espaciales”; la agencia, prevé el proyecto, también podrá financiarse “mediante las asignaciones presupuestales determinadas legalmente” y a través de “préstamos o donaciones de organismos nacionales o internacionales, públicos o privados”.

En este sentido, desde el FA preocupa que se genere un nicho para los privados y que la agencia –que sí entienden necesaria– termine por ser “un organismo que responda casi exclusivamente a intereses privados y que sólo responda a intereses privados empresariales”, según había dicho la diputada Micaela Melgar a la diaria.

Esta crítica se acentúa por el hecho de que, por el momento, hay sólo una empresa instalada en Uruguay –en Zonamérica– que se dedica a la fabricación de productos espaciales. Se trata de la argentina Satellogic, fundada en 2010, cuyos representantes comparecieron ante la comisión el jueves 12.

Kargieman: “Yo no empezaría creando una regulación”

Vía Zoom, el CEO de Satellogic, Emiliano Kargieman, explicó primero que los satélites que construyen son “pequeños, de unos 50 kilos, que permiten tomar imágenes de muy alta resolución –50 o 70 centímetros– sobre la Tierra, y tienen la característica de ser muy económicos”.

El objetivo de la empresa, según consta en la versión taquigráfica, es “empezar a pensar en un modelo nuevo de observación de la Tierra; la tarea es poner suficientes satélites alrededor de la Tierra como para empezar a remapear toda la superficie, eventualmente con el objetivo de remapear el planeta una vez por día”. Para esto se tendrían que poner “200 satélites en órbita” y hoy Satellogic opera “unos 35, prácticamente todos de bandera uruguaya y fabricados en Zonamérica”, señaló Kargieman.

Hace un tiempo que Satellogic cotiza en la bolsa de Nueva York, luego de la adquisición por parte de un holding norteamericano. Es por eso que decidieron, según Kargieman, adaptarse a las regulaciones de Estados Unidos, además de que esto les da “la posibilidad de brindarles más seguridad y más tranquilidad [a sus clientes]” y “un marco de operación más seguro”, sobre todo “para las decisiones que tomemos en cuanto a quién brindar los datos, quién puede ser nuestro cliente y quién no”, indicó.

“En el mundo en que vivimos en estos días, el hecho de no estar alineado es cada vez más complejo, sobre todo para una empresa que pretende vender en el mercado de defensa e inteligencia” como Satellogic, continuó Kargieman; así, “la empresa tomó la decisión de alinearse bajo Estados Unidos y los países aliados de Estados Unidos, la OTAN [Organización del Tratado del Atlántico Norte], etcétera”.

Kargieman afirmó que los satélites que Satellogic tiene en órbita le “dan la capacidad de tomar imágenes de cualquier lugar del mundo varias veces por día; eso lo usamos para monitorear sobre todo puntos de interés”.

Consultado sobre la posibilidad de crear una agencia espacial uruguaya, Kargieman dijo que “no le cambiaría ni una coma” al proyecto que está a estudio. Señaló que el organismo debería ser el encargado “de toda la cadena de valor, desde la producción de la ciencia básica hasta la operación de la tecnología en el espacio”, algo que “requiere muchísimo capital para poder funcionar”, pero podría “tener un impacto real en el crecimiento del producto bruto interno del país en los próximos 20 años”.

Por esto, pidió a los legisladores que “no empiecen sobrerregulando”, puesto que “todavía no hay ninguna necesidad”. “Yo no empezaría creando una regulación para la distribución de imágenes satelitales en Uruguay”, sostuvo el empresario, pero sí recomendó empezar “viendo los tratados internacionales que existen y de cuáles les gustaría formar parte para empezar a pensar este nicho de protección de la soberanía y el espacio”.