El senador frenteamplista Charles Carrera sumó nuevos elementos a la denuncia inicial que realizó ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

En la ampliación de la denuncia, a la que tuvo acceso la diaria, Carrera narra que la Justicia confirmó que existió un “armado de carpetas” con la “finalidad de perseguir al senador Mario Bergara y mi persona, para que retiráramos la denuncia penal por el Acuerdo entre el Estado uruguayo y la empresa Katoen Natie”.

En la carta dirigida al relator especial para la Libertad de Expresión, Pedro Vaca, Carrera cuenta el caso por el que terminó condenado por cohecho Marcelo Acuña, exgerente de Vertical Skies, quien estuvo encargado de elaborar las fichas de los senadores, según surgió de los chats del exjefe de seguridad presidencial, Alejandro Astesiano.

Según relata en la carta, en la que adjunta la denuncia formal, recuerda que Astesiano fue formalizado con prisión por la “comisión de delitos vinculados a la participación en una red de falsificación de pasaportes uruguayos que tenían como beneficiarios a ciudadanos rusos”. A raíz de eso, rememoró que se le incautó el celular y comenzaron a surgir nuevas informaciones que terminaron “involucrándolo en varios delitos de diversa índole”.

La información de los delitos emergentes de los chats del celular de Astesiano –que fue condenado por un delito de asociación para delinquir, tráfico de influencias, revelación de secretos y conjunción del interés público y privado–, Carrera destaca el uso de tecnología para fines particulares, uso de los sistemas de videovigilancia, contactos con proveedores extranjeros para desarrollar negocios incluyendo sobornos.

Además resalta que en uno de esos chat surge que la empresa encargada de “seguridad e investigación”, Vertical Skies, con sede en Miami, le encomendó a Astesiano la elaboración de “fichas” con “información personal” sobre Carrera y Bergara.

La formalización de Acuña es “fundamental” porque “termina de confirmar la existencia de toda una trama corrupta que buscaba presionarme a mí y al senador Bergara para que retiráramos la denuncia penal por el acuerdo firmado entre el Estado uruguayo y la empresa Katoen Natie para la explotación de la terminal de contenedores”. En ese sentido, insistió en que en esa “trama corrupta” participó el hoy imputado Acuña y Astesiano.

“Ellos se conocían con motivo de la campaña electoral de 2019 y de allí Marcelo Acuña creó una empresa con la finalidad de ganar licitaciones en el Estado –luego del triunfo del Partido Nacional-, utilizando como nexo al jefe de la seguridad presidencial. De allí que la fiscal Sabrina Flores -que investiga el caso de espionaje– encontrara elementos de convicción suficientes que acreditan la existencia de una red corrupta donde se ofrecía dinero a cambio de licitaciones y contrataciones con el Estado”, agregó.

En otro punto de la denuncia, señala que cuando Astesiano es formalizado y luego condenado ante la Justicia, “surge de sus comunicaciones personales que este había recibido una oferta de dinero para que se armaran ‘carpetas personales’ de Bergara y de mi persona. Este hecho es lo que determinó que se le tipificara al Sr. Marcelo Acuña un delito de cohecho calificado”. “Surgen elementos de convicción de que esas carpetas se armaron efectivamente y fueron entregadas oportunamente”, afirmó.

Asimismo, apunta que “otro individuo que participó en esta indagatoria declarando en la causa es otro de los jefes de la seguridad presidencial, Ricardo Martínez, quien reconoció en Fiscalía que Astesiano le había pedido información sobre mi persona por orden del presidente de la República”.

Además, agregó que cuenta con información de que Martínez le indicó a Astesiano “con qué funcionarios policiales podía comunicarse para tener información sobre mi persona”.