La abstención de Uruguay en la votación de una resolución no vinculante de la Asamblea General de la ONU que pide “una tregua humanitaria inmediata, duradera y sostenida, que conduzca al cese de las hostilidades” en Gaza, en medio del conflicto entre Israel y Hamas, no pasó desapercibida debido a que es una postura diferente de la que históricamente mantuvo nuestro país, según coincidieron académicos consultados por la diaria.

En esa moción, que fue aprobada con 120 votos a favor, 14 en contra y 45 abstenciones, se pedía que se liberara de forma inmediata a los civiles secuestrados y se detuviera el traslado forzoso de los palestinos, así como que se permitiera la entrega de víveres a la población de la Franja de Gaza. Según informó En perspectiva, con base en fuentes de la cancillería, Uruguay se abstuvo porque “procuraba un texto que incluyera la protección de civiles y al mismo tiempo condenara el terrorismo”. Esto iba en el sentido de la propuesta de Canadá.

El politólogo y profesor de Teoría de las Relaciones Internacionales, Negociación y Metodología de la Investigación en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República, Carlos Luján, analizó en diálogo con la diaria que con este posicionamiento “quedamos en ese grupo intermedio más cerca de la negativa que de la afirmativa”. Por su parte, la doctora en Ciencias Sociales de la Universidad de San Pablo y licenciada en Relaciones Internacionales Nastasia Barceló sostuvo que esta decisión es “totalmente contraria” a las posiciones “históricas” que ha tenido el país: “En relaciones internacionales siempre decimos que hay principios en la política exterior en Uruguay que no se han transformado con el cambio de los gobiernos; por ejemplo, la no intervención en asuntos de otros estados, el respeto al multilateralismo y la búsqueda de la paz”, apuntó.

Barceló destacó asimismo que esta moción de la Asamblea General “tampoco tiene poder vinculante, no tiene la fuerza que tiene el Consejo de Seguridad”, pero consideró que desde el punto de vista “simbólico” esto quedará en los “libros de historia para la posteridad, porque el momento del conflicto es muy relevante”. “Que Uruguay se haya abstenido es una señal a nivel interno; no se cuáles fueron los cálculos para votar de esa manera”, continuó.

Por su parte, la licenciada en Relaciones Internacionales Florencia Salgueiro sostuvo en conversación con la diaria que no sorprende la posición uruguaya porque desde que asumió el gobierno de Luis Lacalle Pou “ha habido muchos signos de un cambio de posición con respecto a la tradicional postura uruguaya respecto de la solución de los dos estados” en Medio Oriente. “Desde 2020 hay varios signos de que Uruguay abandona esta posición; por ejemplo, con el anuncio, el año pasado, de la intención de abrir una oficina de comercio e innovación en Jerusalén, algo totalmente ilegítimo de acuerdo al derecho internacional”, sostuvo.

Como ejemplo de esto, Salgueiro mencionó los comunicados de “condena” a Hamas del Ministerio de Relaciones Exteriores y la ausencia de “otro comunicado de la cancillería que ni siquiera nombre a los civiles de Palestina ni a Palestina como país”. “Hay una marca muy grande de que Uruguay se está alineando con Estados Unidos e Israel. Queda bastante aislado con respecto a lo que es el Sur global y la región, salvo contadas excepciones”, agregó.

Asimismo, en línea con sus colegas, la académica recordó que la solución pacífica de la controversia es “una posición de la política exterior uruguaya” desde fines del siglo XIX y, específicamente, desde comienzos del siglo XX, a partir de la participación de José Batlle y Ordóñez en la conferencia de La Haya, en 1907. De hecho, recordó que cuando Uruguay estuvo en el Consejo de Seguridad –en 1965, 1966 y 2016, 2017– “fue un punto en el que hicimos bandera”. “Esto va más allá de los partidos políticos. Es algo que los blancos y los colorados también sostuvieron. Un punto de esto es que somos un país pequeño, que depende de que el sistema internacional funcione con base en normas y no de acuerdo a la ley del más fuerte. Parece que nos olvidamos un poco de eso en esta ocasión”, apuntó.

Rasheed: “No estamos seguros del motivo” de la abstención

En diálogo con la diaria, la embajadora de Palestina, Nadya Rasheed, consideró que “la última resolución de la Asamblea General de la ONU ha sido prueba de que no se han abandonado los propósitos y principios de las Naciones Unidas, ni su promesa al pueblo palestino y su justa causa por la libertad y la justicia, aun en estos momentos tan difíciles”. Sobre la postura que adoptó Uruguay, afirmó que hubiera “pensado” que “estaría entre la abrumadora mayoría de países que votaron sí a un alto el fuego humanitario para salvar vidas y detener el sufrimiento de la población civil palestina, entre la cual yacen 1,1 millones de niños”. “Francamente, no estamos seguros del motivo por el que no se ha hecho. Necesitamos que Uruguay sume su voz en momentos en los que la protección de los civiles y el llamado a la paz son más necesarios que nunca”, sentenció.

El senador frenteamplista Mario Bergara, quien este lunes mantuvo una reunión con Rasheed, lamentó la posición uruguaya en la ONU. “Son momentos tristes, en los que tenemos que transmitir mucha empatía por la pérdida de miles de vidas. Lamentablemente la comunidad internacional no ha sido capaz de imponer un cese del fuego. Lamentamos que Uruguay no acompañara una moción en ese sentido”, reflexionó en una rueda de prensa. El legislador y precandidato a la presidencia mantuvo una reunión con el Comité Central Israelita y este martes prevé reunirse con autoridades de la embajada de Israel.

En tanto, el senador nacionalista Sebastián da Silva consideró en diálogo con la diaria que la de la ONU es una declaración “sin contexto”, en la que “no hubo una sola mención al episodio que origina esta desgracia, que es el ataque de Hamas”. Para Da Silva, por eso Uruguay se abstuvo. “Las circunstancias son conocidas: Uruguay es un país de paz, pero entiende que a posteriori de la masacre que hubo a personas civiles por parte de una organización terrorista, Israel tiene derecho a defenderse”, argumentó.

Además, Da Silva cree que se trata de una declaración sesgada, “no acorde con la visión que tiene el gobierno y el pueblo uruguayo respecto de la tragedia que se está viviendo en aquella zona, provocada por un grupo asesino, criminal, terrorista, que desencadena en toda esta tragedia posterior”. “Lo que puede haber de contexto es un antisemitismo del siglo XXI, que en lo personal no lo vamos a tolerar. Yo no puedo estar asistiendo en silencio a circunstancias parecidas a las que se veían en el año 1933; en este contexto empieza a haber una serie de justificaciones a nivel internacional que pueden llevar a la Noche de los Cristales Rotos del siglo XXI. Y yo no voy a estar avalando eso”, concluyó.