El Partido Socialista (PS) lanzó este miércoles su campaña de recolección de firmas para habilitar el plebiscito contra la reforma de la seguridad social que impulsa el PIT-CNT. En la Casa del Pueblo, el acto estuvo encabezado por el secretario general del PS, Gonzalo Civila, quien dijo que entiende el debate sobre el plebiscito como uno “entre la solidaridad y el egoísmo”, no sólo en Uruguay “sino en el mundo”.

“Esto adquiere distintas formas, distintas modalidades, pero las concepciones que promueven el egoísmo, la competencia, el ‘sálvese quien pueda’ han ganado mucho terreno en nuestras sociedades y también en la conciencia de los trabajadores y las trabajadoras”, reflexionó. Dijo que si bien “hay muchas otras causas”, la del plebiscito se elige “por dos o tres razones”, que pasó a enumerar.

“En primer lugar, por una concepción de la democracia”, señaló Civila. Desde el PS entienden que no pueden “permanecer en silencio cuando se plantea que la mejor forma de resolver un problema que es de todos es que lo discutan algunos”, sino que se tiene “una concepción de la política y una concepción de la democracia que dice que los problemas de todas y de todos los tenemos que resolver entre todas y todos”.

“Queremos colocar en la Constitución de la República una norma clara y precisa que diga que no se le puede exigir a los trabajadores trabajar más allá de los 60 años para jubilarse; algunos nos dicen que ‘eso es muy rígido’”, continuó Civila, y si bien reconoció que “eso mañana capaz que hay que cambiarlo por la evolución demográfica, por razones económicas”, desde el PS plantean que “si hay que cambiarlo se consulte a la ciudadanía”. Es decir, que lo que se colocará en la Constitución es “una norma que nos va a dar una garantía a todas y a todos para hoy, pero que además nos va a dar una garantía para mañana”, aseguró.

En segundo lugar, Civila recordó que la seguridad social es “reconocida y asumida como derecho humano” y está “escrito así en muchas normas internacionales”, por lo que “no puede ser susceptible de lucro o del negocio de unas pocas empresas financieras”. En ese sentido, apuntó que hoy por hoy “las únicas beneficiarias de las AFAP en Uruguay son las AFAP”, mientras que “la enorme mayoría de las jubilaciones que se perciben por AFAP son infinitamente menores que las que se perciben por el BPS [Banco de Previsión Social]”.

Civila consideró que, “evidentemente, esta discusión sobre las AFAP es una discusión que toca el nervio de la lógica de acumulación y de la concepción de la sociedad que promueve el capital”, lo que lleva a “un debate complejo y profundo”.

Por último, Civila se refirió a la propuesta de establecer jubilaciones y pensiones mínimas, que también es parte del plebiscito. Aseguró que de esta manera se busca “ligar los derechos de los jubilados a los derechos de los trabajadores activos”, y señaló que “los jubilados no son una clase aparte, son parte de la clase trabajadora; no están en actividad, pero las luchas que libramos los trabajadores activos tienen que tener consecuencias sobre la vida de los jubilados y de las jubiladas”. Para el legislador, “peleando solos porque les aumenten un poco la jubilación mínima, [los jubilados] van a tener bastante menos resultados que los que pueda tener la clase trabajadora organizada”.

Por lo anterior, “los discursos que nos plantean que nos va a ir mal con esta solución no hacen una reflexión muy básica y elemental, que tiene que ver con el número y con la capacidad de organización de los que luchan”, cerró Civila.

“No es contradictorio el plebiscito” con un diálogo social

Por su parte, Karina Sosa, presidenta de la Asociación de Trabajadores de la Seguridad Social (ATSS) –una de las filiales del PIT-CNT que impulsaron con más fuerza la consulta popular– sostuvo que es un tema que hace a “la vida social y política del país”, máxime cuando esta reforma “ha mostrado algunas falencias de forma automática y se han cometido errores producto de la improvisación y del acelere permanente que ha tenido este gobierno en llevar adelante esta política”.

Según Sosa, al votar el fideicomiso para cuarentones previsto en la Rendición de Cuentas, desde el gobierno “ya se dieron cuenta [de] que han cometido errores” y “la población se va a empezar a dar cuenta, porque el movimiento sindical tiene una particularidad, y es hablar con la verdad, y hablar claro”.

“Hay voces disonantes de catedráticos que hablan en términos económicos de problemas sociales”, admitió Sosa, pero desde la ATSS entienden que se debe hablar de “un derecho humano fundamental no como un gasto, sino como una inversión”, y así “la única respuesta que les podemos dar a estas personas que son constitucionalistas de renombre es que es muy fácil opinar cuando se es parte del 1% más rico del país, cuando no se tienen problemas económicos ni sociales ni vulnerabilidades de todo tipo”.

Sosa consideró que “no es contradictorio el plebiscito propuesto con el desarrollo de un amplio diálogo social”, como plantea el FA, sino que, “por el contrario, es sumamente necesario que todas y todos podamos tener voz” y que “las bases se puedan expresar con libertad”. “La democracia directa en materia de seguridad social tiene que ser algo que se dé de forma natural”, sin “conjeturas a medias tintas” ni “imposiciones”, sentenció.

En la mesa de la oratoria, además de Civila y de Sosa, se encontraban el integrante del secretariado del PIT-CNT Gerardo Rodríguez; el secretario general de la Federación de Cooperativas de Vivienda por Ayuda Mutua, Gustavo González; la secretaria general de la Juventud Socialista, Carla de Mello, y María Jossé Rodríguez, integrante de la Comisión de Interiores del PS.