“La memoria se construye entre todos”, dijo la abogada y profesora de Derechos Humanos en la Universidad de la República Mariana Blengio durante el evento de inauguración de una señalización que rememora la movilización conocida como “Río de la libertad”. A 40 años del encuentro en el que participaron 400.000 personas -que tuvo lugar el 27 de noviembre de 1983 en el Obelisco-, legisladores de distintos partidos e integrantes de organizaciones vinculadas a los derechos humanos se congregaron en Bulevar Artigas y Luis Morquio con el objetivo de recordar y homenajear a quienes marcharon bajo el lema “Por un Uruguay democrático, sin exclusiones”.

“Celebro esta cantidad de gente, de todas partes”, declaró Blengio, mirando al público. El de la memoria “es un camino de autoconocimiento y de autocomprensión individual y colectivo”, además de “un proceso de búsqueda de lo invisible y de lo silenciado”, expresó.

El acto del Obelisco “se reproduce día a día en la memoria colectiva, sin tiempo y sin espacio, y constituye una de las manifestaciones más relevantes de la democracia en la historia de nuestro país”, continuó Blengio. La vocera de los solicitantes de la placa destacó el carácter “multipartidario, multitudinario y pacífico” de la manifestación, así como lo “plural” y “respetuoso de todas las ideologías”.

Asimismo, se refirió a la proclama escrita por los exvicepresidentes de la República Gonzalo Aguirre y Enrique Tarigo, quienes transmitieron “la convicción de que hay un único camino de convivencia, que es el respeto a los valores de la democracia y los derechos humanos”, en un manuscrito que fue “una lección de civismo, ilustrada en el sentir ciudadano”, según Blengio.

En la misma línea, Efraín Olivera, integrante del Servicio de Paz y Justicia, recordó que “lo que para unos fue sorprendente y para otros esperable fue que en el pueblo había un fuertísimo sentimiento de rechazo a la dictadura”.

Por su parte, Virginia Martínez, presidenta de la Comisión Nacional Honoraria de Sitios de Memoria (CNHSM), compartió su emoción por rememorar “un acto que marcó la historia del país, pero también las biografías individuales”. Para ella, haber estado en el Obelisco a los 20 años “fue una marca de identidad”.

“Quiero agregar algo, una mínima observación: si comparamos el estrado del 83 con esta concurrencia y con estas personas... cuánto hemos avanzado las mujeres”, observó Martínez. Cuatro décadas atrás, “las pocas mujeres que hubo en ese estrado estaban 'en representación de', y hemos ganado el derecho a estar por nuestros méritos y por nuestra lucha”, celebró.

A la vez, la representante de la CNHSM contó que la señalización surge de dos resoluciones de la comisión. La primera responde a un pedido que realizó Unicef en 2019, cuando su sede era en el edificio Panorama, desde donde el fotógrafo José Plá fotografió la manifestación y logró la imagen que luego fue portada del semanario Aquí. La otra fue promovida gracias a un grupo de ciudadanos y ciudadanas que buscaba homenajear a Tarigo y Aguirre.

Cuidar la democracia

“Ese día fue un volantazo en el talante de aquella cruzada hacia la restauración democrática que transitaba el país”, dijo la senadora del Frente Amplio Liliam Kechichian, por su parte. No sólo supuso “un espaldarazo del pueblo a la dirigencia política”, sino que también “fue la confirmación de la vocación unitaria de la gente, de respeto a las ideas, de búsqueda de los consensos sociales y políticos que aportaran a la pacificación y a los cambios imprescindibles”, planteó la senadora, y añadió: “La salida era con todos, pero también entre todos”.

“El camino fue largo, mucho más largo de lo que podíamos prever en aquel momento, de lo que hubiésemos deseado”, consideró el diputado del Partido Colorado Ope Pasquet. Sin embargo, “finalmente llegamos a tener lo que tenemos hoy: un Uruguay democrático y sin exclusiones, que disfruta del período más largo de vigencia de la Constitución, y la democracia y la libertad se registran en toda nuestra historia”.

“En tiempos que se habla de democracia algorítmica, de lo que puede venir respecto del cuidado de la democracia, estos actos son muy importantes”, manifestó la vicepresidenta de la República, Beatriz Argimón. Expresó, además, que la nueva señalización debe servir para que las personas se colmen de “compromiso”. Según contó, en su momento fue fundamental el diálogo “en la interna de los hogares” sobre los derechos que se habían perdido. Por eso en la actualidad “seguimos sabiendo que la democracia se cuida todos los días”, aseguró.

Ahora lo que corresponde es trasladarles el mensaje a las nuevas generaciones. Hay que sembrar en ellos “el respeto a la libertad, a quien piensa diferente”, pero “fundamentalmente el respeto permanente y el cuidado a los valores democráticos que nos caracterizan como nación”, afirmó Argimón. “La nación es mucho más que un territorio, es un sentimiento que nos identifica, y vaya si aquel 27 de noviembre ese sentimiento de nación estuvo presente a lo largo y ancho de la convocatoria”, destacó.