Este jueves a las 18.00 el Colectivo de Italianos en Uruguay realizará una movilización fuera de la Cancillería Consular, en José Ellauri y José Benito Lamas, en reclamo ante las dificultades para iniciar la tramitación de la ciudadanía, dado que la cantidad de citas que ofrece la cartera resulta insuficiente frente a la alta demanda, y los solicitantes deben competir con los llamados “gestores”, que cobran hasta 1.200 dólares, simplemente para conseguir una cita.
En diálogo con la diaria, Mónica Lentini, integrante del colectivo, indicó que esta problemática se arrastra desde hace al menos una década, y que, a pesar de los planteos que ha hecho la comunidad a las autoridades italianas en Uruguay, no han encontrado soluciones. Por eso es que formaron un grupo y resolvieron manifestarse.
Actualmente, los descendientes de italianos que quieran obtener la ciudadanía deben registrarse a través de la página web prenotami.esteri.it, del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación Internacional de Italia, para intentar conseguir un turno presencial para el inicio del trámite. Por su parte, la embajada anuncia la fecha y hora en la que deben hacer la solicitud online. Sin embargo, al momento de hacerlo, sólo una minoría lo consigue debido a que los cupos son insuficientes y los gestores cuentan con un mejor equipamiento tecnológico, por lo que terminan consiguiendo la mayoría de los turnos.
Como ejemplo, Lentini señaló que la última fecha fue el 24 de octubre. En esa oportunidad fueron 3.709 las personas que ingresaron a la página web, mientras que la cantidad de citas disponibles fueron 134. De esas 134, apenas una veintena quedó en manos de usuarios que hicieron la solicitud por su cuenta. “Es frustrante, desgastante y hay gente que no sabe hacerlo”, dijo Lentini sobre la modalidad para obtener la cita.
“La embajada lo ha calificado de mafia, pero hay que hacer algo contra la mafia y no somos nosotros los que tenemos que hacer algo”, consideró Lentini. “¿Cómo hacemos nosotros para impedirles a esos gestores que consigan los turnos? Hay mucha gente que está desesperada porque necesita tener la ciudadanía y, en consecuencia, el pasaporte, entonces termina pagándoles”, explicó.
Lentini contó que en una reunión con la jefa de la Cancillería Consular, Alessandra Crugnola, y con el embajador de Italia, Giovanni Ianuzzi, argumentaron que no cuentan con personal suficiente para hacer frente a la situación. “Es complicado y vemos que siempre que vamos a hablar nos reciben muy cordialmente, pero sólo plantean la problemática, nunca hay una solución y cada solución que les pasás la toman, pero nunca la plasman en la realidad”, observó.
La alta demanda de solicitudes de ciudadanía en Uruguay es casi la misma que hubo durante la crisis de 2002, dijo a la diaria Filomena Narducci, coordinadora de INAS, unos de los tres patronatos que hay en el país, es decir, instituciones creadas por ley italiana para la protección de los derechos de los ciudadanos en materia de seguridad social. Además brindan apoyo en la búsqueda y el control de la documentación que se necesita para pedir la ciudadanía.
Actualmente, en el Consulado hay casi 135.000 personas inscritas, que también requieren otros servicios como la expedición del pasaporte; no obstante, a pesar de que se trata de una colectividad grande, debería haber una “priorización de los servicios”, opinó Narducci. “Si hoy el servicio de ciudadanía tiene una gran demanda, la oficina de ciudadanía tendría que ser reforzada por el Ministerio [de Relaciones Exteriores] para que se dé un servicio acorde”, apuntó.
En esa línea, hace un mes y medio los tres patronatos realizaron una asamblea en la Casa de los Italianos, y reunieron unas 1.000 firmas que enviarán al ministerio, así como al secretario general del Consejo General de los Italianos, Michele Schiavone, “para que operen sobre esta situación a tutela de los ciudadanos, porque no se puede estar esperando años y años para presentar algo que es un derecho y que está establecido en la ley. En el medio hay un tema burocrático que no está permitiendo ejercer el derecho a la ciudadanía, y eso es grave”, opinó. Y concluyó: “No hay italianos de primera o de segunda”.
No obstante, lamentó: “A corto plazo no estamos viendo las soluciones”.