Guido Manini Ríos, quien fuera comandante en jefe del Ejército del segundo gobierno de Tabaré Vázquez, tuvo un rol protagónico en la creación de Cabildo Abierto (CA) mientras ejercía ese cargo en 2018. Según se desprende del libro Manini, el comandante sin jefe, del escritor Fernando Amado, exdiputado colorado y actual director de Turismo de la Intendencia de Montevideo, el hoy senador de CA confesó que si eso trascendía era un “escándalo”.

Esto se debe a que con su participación en la creación del partido violaba el artículo 77 de la Constitución, que es claro en plantear que los militares en actividad deben “abstenerse, bajo pena de destitución e inhabilitación de dos a diez años para ocupar cualquier empleo público, de formar parte de comisiones o clubes políticos, de suscribir manifiestos de partido, autorizar el uso de su nombre y en general ejecutar cualquier otro acto público o privado de carácter político, salvo el voto”.

Amado entrevistó a Manini Ríos el 21 de agosto de este año. Allí indicó, según consignó Búsqueda al publicar este lunes un adelanto del libro, que el nombre Movimiento Social Artiguista fue una idea suya: “La propuesta inicial del nombre la doy yo estando en actividad y yo elegí la primera bandera de Artigas para que nos representara. Acá hay un tema: siempre se habló de que Cabildo surge, y que un buen día cuando yo dejo el cargo de comandante me ofrecen ser el candidato. Presentado así, parece que fueran dos cosas inconexas, Cabildo hace un camino y un buen día... y la verdad es que no es así”, expresó.

En ese marco, agregó que a principios de noviembre de 2018 tuvo una reunión con “algunos hoy cabildantes –con algunos amigos, yo diría–, casi todos militares”, y les alertó: “Miren, se viene el año electoral, hay plazo hasta enero para presentar un partido nuevo. Yo estoy con la tarjeta más que amarilla, naranja, y voy a elevar las actas del tribunal de honor haciendo mis apreciaciones porque entiendo que como comandante no puedo ser neutro en la elevación de esto. Realmente ha habido un atropello a los derechos de mucha gente en todos estos años y lo voy a dejar plasmado en un papel. Es probable, o altamente probable, que me cesen una vez que yo [lo] eleve. Formemos un partido, vamos a tener esa herramienta, [el plazo] vence en enero”.

Amado le consultó si él estuvo detrás de la recolección de firmas para formalizar el partido, del “candidato a presidente” y del nombre “Cabildo Abierto”. Manini Ríos contestó que “no fue tan así que yo inocentemente estaba por fuera y un buen día digo ‘voy a ser candidato’. No, no... porque no se lo cree nadie, pero aparte no fue así. Se recorrió el país, sobre todo a nivel de retirados del personal subalterno; no hacían [las reuniones] en los centros mismos [centros de suboficiales] porque no se pueden politizar, pero los retirados del personal subalterno yo diría que fueron el núcleo duro de la recolección de firmas que se realizó. Se precisaban dos mil y pico, juntaron cuatro mil y pico en veinte días. Pero claro, invocando: ‘Es para que Manini sea candidato’. Ahí ya se empezó a trabajar, yo prácticamente no participaba porque todavía estaba en funciones, y aparte tampoco quería que se armara un escándalo... Si trascendía era un escándalo”.

De todos modos, confesó que lo mantenían “al tanto de todo”, agregó que “no estaba ajeno” a que se estaba formando el partido. “Incluso no fui ajeno ni al nombre, ni a la bandera, pero no participaba en las cosas concretas del tema administrativo. Eran reuniones esporádicas, pero no estaba ajeno, y todo esto era por si era cesado. Si yo no era cesado hubiera seguido hasta fin de año haciendo mis cinco años de comandante”, sostuvo.

Manini Ríos apuntó que “estaba seguro” de que lo iban “a echar”. “Una cosa es que yo le diga a Vázquez en un mano a mano mis consideraciones; varios de esos casos ya habían sido hablados con Vázquez personalmente. Pero otra cosa era que se lo diera por escrito y que quedara en el expediente, que iba a estar por los siglos de los siglos y que el presidente se banque que el comandante en jefe le critique la Justicia y que le diga que la Justicia era venganza. Yo tenía la convicción de que iba a ser cesado”, afirmó.

En setiembre de 2018, el expresidente Vázquez había sancionado a Manini Ríos con 30 días de arresto a rigor por sus salidas públicas contra el proyecto de reforma del Servicio de Retiros y Pensiones militares. La sanción es de las más duras que puede recibir un militar en actividad.

El castigo se dio luego de haber sido entrevistado por el programa Todo pasa, de Océano FM, donde Manini Ríos criticó al por entonces ministro de Trabajo y Seguridad Social, Ernesto Murro, por su defensa del proyecto de reforma de la caja militar. “No le puedo atribuir de ninguna manera mala fe” ni que “mienta a sabiendas”, pero los soldados que ingresaron con 26 años no van a tener “derecho al retiro”, porque el “retiro obligatorio” los va a “agarrar” a “los 48 años sin haber computado los años mínimos que exige” la reforma, dijo en esa oportunidad.

Finalmente, Manini Ríos fue cesado en marzo de 2019. El motivo principal fueron los duros cuestionamientos que hizo Manini Rios al Poder Judicial cuando remitió al Poder Ejecutivo los fallos del Tribunal Especial de Honor para Oficiales Superiores 1, sobre la conducta de Luis Maurente, Jorge Silveira y José Nino Gavazzo, condenados por múltiples violaciones a los derechos humanos en el marco del terrorismo de Estado.

En ese informe, entre otras consideraciones, el comandante había escrito que entre los integrantes del Ejército existe la convicción de que “la Justicia uruguaya en muchas oportunidades se apartó de los más elementales principios del derecho, no dando garantías a los acusados. En definitiva, aplicó una suerte de derecho para el enemigo”, según había consignado el portal de Presidencia. Semanas después, Manini Ríos se mostró como líder y candidato a presidente por CA.

Lazo: se “avizoraba” su intención de ser candidato

La senadora del Frente Amplio Sandra Lazo opinó en diálogo con la diaria que esto “no trae nada nuevo bajo el sol” porque “todo el mundo sabía en el ambiente sobre sus aspiraciones políticas y que una vez pasara a retiro se iba a dedicar a la actividad política”. Para Lazo, eso era vox populi, y dijo que contaban con información “de que hubo debates internos”, particularmente entre militares retirados, “que quisieron, de algún modo, dar forma a una iniciativa política, y él mismo las neutralizó”.

De acuerdo a la senadora, se “avizoraba” esa intención de que fuera él quien encabezara ese movimiento. “Se dieron señales de él mismo creando, si se quiere, situaciones tensas entre él y el mando político”, reflexionó. “¿Qué mayor cocarda que irse? Si no, tenía que haber terminado un año más como comandante y de ahí, si sacás la cuenta, no le daba para ser candidato”, planteó.