La Cámara de Senadores aprobó varias venias para distintos organismos públicos luego de la renuncia de varios jerarcas previo al 27 de octubre, fecha en la que, por disposiciones constitucionales, debieron dar un paso al costado para poder hacer campaña política. La venia que se llevó todas las miradas fue la de Virginia Cáceres, propuesta por el Partido Colorado para ser presidenta del Consejo Directivo Central de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP).

La discusión se dio porque desde el Frente Amplio (FA) creen que Cáceres no cumplía con los requisitos para asumir la presidencia del ente educativo, puesto que por disposición de la ley de urgente consideración (LUC) el gobierno eliminó el requisito de diez años de actuación en el sistema de educación pública que estaba establecido en la Ley General de Educación aprobada en 2008. Según el texto que rige desde 2020, los integrantes del Codicen deben “poseer condiciones personales relevantes, solvencia reconocida, trayectoria en el ámbito educativo y méritos acreditados en temas de educación”.

El senador colorado Raúl Batlle señaló en sesión que Cáceres “reúne las habilidades blandas o no técnicas, que son las más importantes cuando uno dirige una empresa o un ente público o cualquier actividad, donde lo más importante es tener la fortaleza y liderazgo para dirigir equipos técnicos”.

Según dijo Batlle, eso es “muy importante”, y añadió que esas habilidades las “reconocemos” en Cáceres, “que además es una joven mujer que tanto reclamamos en la política y en los ámbitos públicos”. Para el senador, “esa condición de mujer y joven le da cercanía muy importante para dirigir los destinos de nuestros jóvenes”. Agregó que Cáceres “está capacitada para ejercer con liderazgo, firmeza, juventud y visión importante para las mujeres uruguayas la presidencia de la ANEP” e invitó a que todos los senadores acompañen la venia, algo que finalmente no pasó.

Por su parte, la senadora colorada Carmen Sanguinetti señaló que tenía un “matiz” puesto que desde su “perspectiva” no pueden “centrar el debate” en que es una “mujer joven”. “Primero porque no es joven, será joven para el sistema político, pero para los cánones nacional e internacional Virginia tiene 40 años. Tampoco porque es mujer; lo que está en cuestión es una discusión más política que jurídica”, expresó.

Señaló que “muchas veces” para “muchos cargos” se entiende que la persona “tiene que tener una formación específica en una disciplina para conducir un organismo que trabaja en esa disciplina, esto excede a lo que está en cuestión hoy”. En ese sentido, dijo que en lo personal discrepa con ese criterio. “Virginia es una mujer brillante, trabajadora, articuladora, ágil, eficiente, comprometida, formada en políticas públicas, que hay muy pocos. Conoce en profundidad la transformación educativa”, destacó.

Finalmente, la venia se aprobó por 18 votos en 30 de los presentes, por lo tanto alcanzó los tres quintos que se requerían. El senador frenteamplista Sebastián Sabini fundamentó que no acompañaron la iniciativa porque entienden que “no cumple con los requisitos” establecidos en el artículo 58 de la LUC, donde se establece como requerimientos, grosso modo, solvencia, trayectoria y formación.

“La bancada del FA no cuestiona la solvencia de Cáceres, tampoco personalmente y por la capacidad. Ese no es el problema que tenemos sobre la mesa; la ley es muy clara; establece la necesidad de trayectoria en el ámbito educativo. Cáceres no cumple con ese requisito y méritos acreditados en educación, eso no se ha demostrado”, expresó.

Carmen Asiaín, senadora nacionalista, le respondió a Sabini que Cáceres figura como docente en la Universidad de la República, mientras que el colorado Germán Coutinho sostuvo que es una profesional en el ámbito del derecho y que “conoce el funcionamiento del Estado” dado que tuvo “distintos roles”. “Ha desarrollado su actividad pública con responsabilidad, profesionalismo y gran sentido de la ética. Desde hace más de tres años es secretaria general con solvencia, ha sido una secretaria que estuvo en todas las instancias de negociaciones y toma de decisiones y gestionando”, insistió.

En tanto, el senador blanco Sebastián da Silva sostuvo que el FA no aprobó la venia “por ser mujer”, y apuntó: “El feminismo habla de los techos de cristal. Virginia Cáceres rompió dos techos: el anteojo ideológico y el de cristal”.

Por su lado, el senador cabildante Guillermo Domenech indicó que han votado diversas venias y que si “indagamos en los currículums de los distintos proponentes capaz hay algún motivo para no acompañar la designación”. “En todas estas venias lo hemos hecho reconociendo por encima de las diferencias ideológicas, hay un compromiso político de reconocer la representación de los distintos partidos y sectores que nos ha adjudicado la ciudadanía. En ese sentido hemos votado con la más absoluta tranquilidad”, agregó.

Por otra parte, el Senado aprobó las venias de Lucía Curbelo para la presidencia del Instituto Nacional de Inclusión Adolescente, de Pablo Ferrari -que pasará a ser vicepresidente de UTE-, de Diego Pastorín -que suplantará a Edgardo Ortuño como vocal de OSE por la oposición-, de Annabela Subarú Sosa como presidenta de Antel, de Ivo González como presidente del Correo, de Roque Ramos como integrante del directorio de Correos, de Guillermo Fossati -que pasará de la presidencia del Instituto Nacional de Evaluación Educativa al INAU-, de Alejandro Navarro, que será vicepresidente del Inumet, de Ángel Castiglioni, que asumirá como vicepresidente de la Agencia Nacional de Vivienda, y de Leandro Claramunt como integrante del directorio de Ancap.