El presidente Luis Lacalle Pou, recién llegado de Brasil, se encontró este viernes con el intendente de Canelones, Yamandú Orsi, en una actividad empresarial en la ciudad de Progreso, Canelones. Molesto por los comentarios del también precandidato por el Frente Amplio, el mandatario le dijo al intendente, mientras se daban la mano: “Si querés mantener una buena relación, tratá de mantener los modales”, y le pidió: “Vamos a parar un poquito el tono”. Ambos participaban en la inauguración de las instalaciones de la empresa Grupo Ras.

Más tarde, en una rueda de prensa, Orsi contó que la situación le generó “vergüenza” y que le parecieron “totalmente fuera de tono las palabras del presidente”. “No están a la altura”, agregó. Puntualizó que, a pesar del episodio, mantiene “la convicción de que nada ni nadie va a callarme de lo que yo pienso”. Agregó que el tono del presidente “no corresponde para la investidura” y que además fue “delante de un público que no tenía nada que ver”. “Me sorprende y me preocupa el tono del presidente”, expresó.

El intendente canario dijo que entiende que el reproche tiene que ver con sus dichos sobre el caso Sebastián Marset, en particular, porque tras la entrevista al narcotraficante uruguayo en Santo y seña Orsi dijo que el relato de Marset coincide con el discurso del gobierno sobre el episodio del pasaporte. El intendente dijo que mantiene tales dichos, ya que responden a “un dato objetivo”, e insistió con que apuntó a que “me preocupaba el pacto del silencio que existe, porque creo que la ciudadanía se merece otra cosa”.

Orsi aseguró que “uno el tono lo tiene que cuidar siempre, y por supuesto tenemos la obligación de decir lo que pensamos y actuar en consecuencia, y si uno se equivoca, tiene que reconocerlo”.

El intendente dijo que, más allá de los cruces personales, ambos representan instituciones, y marcó que las relaciones entre el gobierno departamental y el nacional son correctas. “Hay un tema de carácter personal que siempre existe, porque somos seres humanos, y que siempre es bueno que no interfiera con la salud de las instituciones”, concluyó.

En offside

El politólogo Mauro Casa opinó, en diálogo con la diaria, que el cruce se da en un marco en el que el presidente es “bastante consciente” de que es la figura “excluyente” en “popularidad” de toda la coalición de gobierno y de que eso ha puesto “un poco en un brete a la continuidad de la coalición de cara a la elección que hay el año que viene”.

Para Casa, Lacalle Pou personalizó su gestión “en torno a su figura y carisma”, por lo que es “bastante hiperpresidencial”. Agregó que el presidente quiere que “todo este gobierno gire en torno a su persona”. A modo de ejemplo, citó el funcionamiento de la coalición, en la que “todo es muy radial”; “el presidente en el centro y él hablando mano a mano con un ministro, o mano a mano con un líder, o mano a mano con cualquier líder de fracción o de un sector de cualquiera de los partidos. Todo eso hace que su figura sea el centro de todo”.

Eso perjudicó “un poco” las chances de otros líderes de la coalición de poder “consagrarse” y “presentarse” ante la opinión pública. “Como corolario es que la principal figura que va a competir en nombre, o por la continuidad de Lacalle Pou, es el secretario de Presidencia, Álvaro Delgado, porque es la persona que lo ha acompañado en toda la gestión y en toda su vida política, pero que no tiene prácticamente ningún liderazgo propio ni ninguna experiencia en materia político partidaria”, apuntó.

Sostuvo que, a poco tiempo de que inicie la campaña electoral, la actitud del presidente “tiene consecuencias complicadas” para la “continuidad” de la coalición. Según Casa, en este momento, donde hay “mayor desencanto” con el rumbo del gobierno porque “no se han concretado demasiadas transformaciones”, el perfil ultrapersonalista de Lacalle Pou “empieza a generar problemas”, porque “todo gira en torno a su figura y cualquier error que él comete, o cualquier escándalo en el que él queda metido, se magnifica”.

En ese sentido, el cruce con Orsi “parece un episodio menor, pero en el cual el presidente no debería caer al barro de esta manera, porque si es un comentario que lo hace Graciela Bianchi o Sebastián da Silva, decimos que estamos acostumbrados, porque suelen ser los que hacen el trabajo sucio del gobierno en cuanto a la pelea, la agresión, la violencia, la intolerancia, y llevar la discusión a un lugar mucho más sórdido”.

Algo de esto, por ejemplo, dejó entrever el presidente del Frente Amplio, Fernando Pereira, que en rueda de prensa, al defender a Orsi, planteó: “Lacalle Pou debería destinar un rato del tiempo para hablar con algunos senadores de su partido que evidentemente tienen faltas de respeto, malos modos, mal manejo en el Senado y procedimientos que lindan con el abuso. Yo creo que tiene que mirar más para adentro que a nuestro partido. Yamandú es muy respetuoso, me consta que cuida cada palabra”.

Según Casa, el presidente de la República, por su investidura, “no debería estar en la pelea político partidaria, y mucho menos con un intendente y con alguien que va a ser candidato a la presidencia”. Lacalle Pou “comete un error en querer increpar a Orsi públicamente; es además algo completamente contradictorio pedirle a alguien buenos modales de malas maneras, ir de malas maneras a exigir buenos modales”, expresó.

La reacción de Orsi, en cambio, “es mucho más medida”. “Parece bastante fuera de lugar, porque justo está atacando a alguien que no tiene una imagen de ser confrontativo, ni de ser de malos modales. Creo que es un episodio en el cual el presidente queda en offside”. Esta actitud, expresó, “habla más del momento que vive el gobierno”: “Está pasando por un momento donde hay muy poco apoyo del resto de los líderes de la coalición, básicamente de Manini Ríos, que es el líder más potente que tienen fuera de Lacalle Pou”. El jefe de Estado “da un paso en falso, e intenta tapar un poco los líos internos enfrentándose con Orsi, cuando Orsi básicamente lo fue a saludar”.