Este miércoles a las 12.00 está citada la Asamblea General para tratar el veto parcial del presidente Luis Lacalle Pou a la ley que cubre parte de las deudas de Casa de Galicia con sus extrabajadores. Según lo establecido por el artículo 138 de la Constitución, para rechazar el veto se precisan “los tres quintos de los miembros presentes de cada una de las cámaras”, por lo tanto, los cálculos para saber si las observaciones del presidente serán levantadas dependen no sólo de la cantidad de legisladores que levanten su mano, sino también de cuántos asistan a la sesión.

Por estas horas, según un relevamiento que hizo la diaria, hay legisladores que todavía no tienen una posición tomada y otros que ni siquiera saben si asistirán. Lo que está claro es que el Frente Amplio (FA), Cabildo Abierto (CA) -según confirmó el diputado cabildante Álvaro Perrone- y el diputado César Vega, del Partido Ecologista Radical Intransigente, que votaron el proyecto, procurarán levantar el veto.

Mientras, como se sabe, en filas blancas no hay unanimidad para mantenerlo. De todas maneras, el diputado del Partido Nacional (PN) Juan Martín Rodríguez señaló que estuvieron revisando el “panorama global” y que si el miércoles están presentes todos los legisladores (los 99 diputados y los 31 integrantes del Senado), “el veto se mantendría”. Agregó que la votación se tomará nominal -es decir, legislador por legislador-, primero votarían los senadores y luego los diputados, pero sobre la forma en la que se tratará el tema también hay diferencias, incluso dentro del oficialismo.

Se precisan tres quintos de cada cámara para levantar el veto, por lo tanto basta con que en una cámara no se llegue a esa cantidad para que la observación presidencial se mantenga. Pero Rodríguez señaló que, de todas formas, la votación la hacen las dos cámaras, independientemente del resultado. Recordó que en las dos instancias anteriores en las que se trató un veto presidencial (la ley forestal y la Rendición de Cuentas de este año), los senadores no llegaron a los tres quintos e igual se hizo votar a los diputados.

La senadora blanca Graciela Bianchi subrayó que “hasta que no estén todas las manos levantadas y contadas” no vende “la piel del zorro”, pero en principio no estarían los votos para levantar el veto en el Senado, “y en Diputados menos”. “Obviamente, mañana [por este lunes] vamos a volver a confirmar, pero no creo que nadie se haya dado vuelta, al revés”, dijo Bianchi, y señaló que este lunes a las 17.30, en la habitual reunión de la bancada de senadores nacionalistas, se tocará el tema. En tanto, para Bianchi, las dos veces anteriores en que se trataron vetos y los diputados votaron aunque los senadores no llegaron a los tres quintos fue “un error”.

Blancos rebeldes

Por su parte, el senador del PN Sergio Botana, que votó el proyecto, dijo que “por supuesto” que pondrá su mano para levantar el veto, y señaló que la cantidad de votos está “muy entre los límites” para llegar a ese objetivo. Consultado sobre si alguien del oficialismo lo trató de convencer para que cambie de postura, dijo que no porque “nadie perdería el tiempo”, ya que hasta ahora no conoce “ningún argumento razonable por el cual votar de la otra manera”. “Los uruguayos somos todos iguales ante la ley, lo consagra nuestra Constitución, y en este caso estaríamos discriminando negativamente a los trabajadores de Casa de Galicia [si se confirma el veto]”, señaló. Agregó que tiene “fe” en que por estas horas algún legislador más se sume para rechazar el veto.

La diputada blanca Carmen Tort, que también votó el proyecto, confirmó que mantiene su postura, por lo tanto rechazará el veto del presidente, y agregó que su correligionario Marcos Portillo, que también lo votó, seguirá la misma línea. Tort dijo que hablarán con el diputado blanco Pablo Viana para saber si estará presente en sala el miércoles, dado que podría votar igual que ellos. “Depende de los que estén, pero sabemos que está muy peleado, así que hasta ese día no vamos a poder saber qué va a tener más votos”, señaló Tort.

Una incógnita en filas blancas es lo que pasará con el voto de quien se siente en la banca de Juan Sartori, ya que el proyecto fue apoyado por su suplente, Juan Straneo, pero, según él, es probable que el empresario asista a la Asamblea General del miércoles y todavía no hablaron sobre qué postura tomará.

Indecisos

Por su parte, el diputado Eduardo Lust, excabildante y ahora independiente, dijo que en principio votará para mantener el veto, pero aclaró que quiere “leer bien los argumentos jurídicos” del presidente. Agregó que escuchó el argumento “medio raro” de Bianchi, según el cual “si los tres quintos no se logran en el Senado ya no tiene sentido que voten los diputados”, pero para Lust, la votación de los representantes “igual habría que tomarla, aunque no tenga sentido”.

Sea como fuere, el diputado subrayó que deja “la puerta abierta” sobre su voto y resaltó que incluso habló con abogados de trabajadores de Casa de Galicia que le dieron sus explicaciones. “Yo me afirmo siempre muy en lo jurídico, y hablé con unos abogados que me dijeron que los argumentos jurídicos que se establecieron en el veto no eran válidos. Entonces quiero saber para estar tranquilo en ese aspecto”, finalizó.

En filas coloradas, el proyecto había sido votado en el Senado por el diputado Germán Cardoso, suplente de Raúl Batlle en la cámara alta, que ese día no asistió. Consultado sobre qué postura tomará el miércoles, Batlle resaltó que “hay que dejar en claro que este lío lo armaron” los cabildantes, porque votaron el proyecto “incluso yendo en contra de la recomendación de su ministra” (por Karina Rando, la titular de la cartera de Salud Pública, que pertenece a CA y aconseja no levantar el veto). Por lo tanto, para Batlle, la actitud de CA ante este tema es “totalmente irresponsable”.

“Este es un lío entre el presidente y [el senador Guido] Manini; que lo arreglen. Yo, argentino... La bancada blanca sabe cuál es mi posición y sabe lo que voy a hacer”, señaló Batlle, y adelantó que una de las opciones que maneja para la sesión del miércoles es asistir a la cámara, pero salir de sala cuando llegue su turno de votar.

FA: “Final abierto”

Por otro lado, el senador del FA Daniel Caggiani señaló que el tema todavía tiene “un final abierto”. Subrayó que, como para levantar el veto se precisan tres quintos de votos de los presentes, “la base del cálculo puede variar”, y resaltó que cuando la ley se aprobó “tuvo tres quintos de los presentes en las dos cámaras”. “Por ahora el tema no está cerrado, al contrario. Creo que el gobierno va a presionar hasta último momento, sobre todo para que aquellos que no estuvieron estén, y se mantenga el voto a favor del veto”, sostuvo.

Además, el senador subrayó que la Asamblea General es una cámara especial y que “una minoría de 13 senadores podría bloquear una ley que tiene una mayoría de apoyo social y político”, pero esperan que eso no suceda. “Todavía no tenemos claro que haya 13 voluntades a favor de mantener el veto”, acotó. Por último, sobre la forma en la que se realizará la sesión, Caggiani subrayó que, al ser nominal, deben votar todos los que estén presentes en la asamblea y que no le extrañaría que “haya una interpretación bianchista del reglamento, que no tiene nada que ver con lo que ha sucedido históricamente”.