Por un lado, falta mucho para el 2024, por otro, este es un año preelectoral. El sistema político uruguayo oscila entre estas dos posturas respecto del comienzo del próximo ciclo electoral, en el que algunos de los temas que están sobre la mesa hoy pueden incidir en el intercambio que haya entre candidatos y partidos.

El caso del pasaporte uruguayo entregado al narcotraficante Sebastián Marset y todo lo que rodea al exjefe de la custodia presidencial Alejandro Astesiano, recientemente procesado con cuatro años y medio de prisión por la fiscal Gabriela Fossati tras un acuerdo abreviado, son quizá dos de los mojones que ha tenido esta administración y respecto de los que han opinado dirigentes tanto de la coalición de gobierno como del Frente Amplio (FA).

Durante una entrevista con el periodístico Nada que perder, de M24, el senador y líder de Cabildo Abierto (CA), Guido Manini Ríos, entendió que “sin duda” estos dos casos pueden ser “errores” que afecten electoralmente a la coalición, en el entendido de que se debe “tener en cuenta que todo lo que uno hace repercute a nivel de la opinión pública y a nivel de la gente”.

“Indudablemente, esto es un juego de suma y resta, se verá de acá al 2024 si se sumó más o resto más”, reflexionó el excomandante en jefe del Ejército, pero acordó en que “son puntos que van en contra de la coalición de gobierno”.

Para Manini “también puede haber grandes aciertos que compensan esos errores” y se puede apostar a “mostrar claramente en todo el país cambios en la situación laboral, mejoras en el salario real, medidas o situaciones de relacionamiento internacional a nivel Mercosur o a nivel de tratados de libre comercio que puedan impactar en la economía”, es decir, elementos que “impacten favorablemente” y “compensen lo negativo”.

Un elemento en el que CA se ha mostrado, más recientemente, en desacuerdo con el resto de los partidos que integran la coalición es la reforma de la seguridad social que impulsa el gobierno y está en tratamiento en el Parlamento. Con relación al impacto político que podría llegar a tener la reforma, Manini entendió que “decir ‘tienen que trabajar cinco años más’, más allá de todas las explicaciones que usted pueda dar”, es un elemento que, en el juego que planteó, termina restando, y en el “juego” de la política “el punto es que cada uno aprovecha cualquier momento para llevar agua para el molino”.

En este sentido, “acá va a haber una oposición cerril que va a utilizar esos cinco años de más para darle manija a la gente, al electorado” y se le está dando “una herramienta para aquellos que buscan el beneficio electoral a toda costa”. “En general, aumentar la edad de jubilación es un perjuicio comparado con lo otro, porque hoy uno puede trabajar más, pero voluntario, ahora lo obligan”.

Manini entendió que la reforma tiene puntos “buenos y malos” y que desde la bancada cabildante se está “tratando de mejorar esos puntos para que la ley salga lo mejor posible para evitar también ese tipo de acciones de quienes están en la crítica destructiva permanente”. Entendió que esto también se puede “contrarrestar mediante una defensa muy inteligente y firme de quienes impulsan la reforma”, aunque “claramente es darle una pistola con un cartucho diciéndoles ‘tírennos’”.

Más que Astesiano, la reforma jubilatoria

Los otros dos senadores que actualmente tiene CA, Guillermo Domenech -además, compañero de fórmula de Manini en 2019- y Raúl Lozano, consultados por la diaria, entendieron que sobre todo el caso Astesiano no va a tener en la campaña electoral el peso que se le suele adjudicar.

Lozano señaló que las preocupaciones del electorado “pasan por grandes problemas nacionales y no por Astesiano”, aunque “evidentemente” existe “la probabilidad de que esta situación, si se sigue arrastrando, pueda de alguna manera arrastrar”, pero que de todas formas “es secundario totalmente”.

Sobre la reforma de la seguridad social, el legislador entendió que hay puntos en los que ya en el Senado se dijo que el sector va “a seguir insistiendo” con sus diputados “para mejorarlos, más aún en aquellas cosas en las que no logramos llegar a acuerdos en el Senado”, y eso “es lo que se está haciendo” al contrario, entendió, que el FA, “que lo único que dice es que no la vota”. Aun así, compartió que “esta reforma, cualquiera que sea”, no será “simpática para toda la gente”.

Por su parte, Domenech señaló que, si bien desde su perspectiva se está “muy lejos del 2024”, desde “el día después de la elección todos los partidos políticos estaban pensando en el 2024”, y consideró que los casos de Marset y Astesiano “no hacen a los intereses de la gente común”. Sobre este último, opinó que es “un caso de orden político que tiene derivaciones de orden penal, no le cambia la vida a nadie”, y que el error “fue la elección de un funcionario”. Por el contrario, señaló, la reforma jubilatoria “sí puede afectar” y CA quiere “modificarla de manera que sea una ley razonable”.