Este viernes desde las 18.00 el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, participó del lanzamiento del proyecto final para la ampliación de la Terminal Especializada de Contenedores del puerto de Montevideo, junto con las autoridades de la multinacional belga Katoen Natie.
Desde Presidencia indicaron que la Terminal Cuenca del Plata SA (TCP), compañía compuesta por el Grupo Katoen Natie en un 80% y por el Estado uruguayo a través de la Administración Nacional de Puertos en un 20%, “atraviesa” un momento histórico con la realización de la “mega obra”, que significa una “expansión sin precedentes” y “la inversión más grande de la historia”.
En su discurso, Lacalle Pou rememoró que conoció a la familia Huts, dueña de Katoen Natie, cuando era senador por el Partido Nacional. Dijo que “dos o tres años antes de la elección sucedió algo que nunca es bueno, que es cuando se cambia cooperación por conflicto”, algo que había llevado a los empresarios a considerar “vender” sus acciones.
“No es el día para recordar cosas que no eran lindas. Pero además estaba la posibilidad de un juicio, eso es lo que estaba pasando”, agregó. En ese momento, como a él siempre le interesaron “los temas logísticos y portuarios”, fue a “camino El Andaluz” y le pidió “una reunión a toda la familia Huts, porque creía que estaba la que manda”, dijo en alusión a Karine Huts, esposa de Fernand Huts, fundador de Katoen Natie.
- Leé más sobre esto: Katoen Natie: Justicia definió el reexamen de la causa que investiga el acuerdo entre el gobierno y la empresa belga
Sobre ese encuentro, recordó que fue extenso y que cuando entró a la cocina, donde estaba “la señora Huts”, vio por la ventana que afuera habían plantado tomates, lo que para él significaba una señal de que la familia no se iría. “Y yo por dentro dije: 'Estos belgas se quedan. Porque si están plantando, es que siguen'”, en palabras del presidente, que consideró que “lo que hacía falta” era ponerse “de acuerdo”. Finalmente, dicho acuerdo se concretó entre el gobierno y la empresa durante este período de gobierno, lo que implicó la concesión de la terminal especializada en carga y descarga de contenedores del puerto de Montevideo hasta 2081.
Y concluyó: “Estamos tranquilos de que esta inversión no sólo es buena, va a traer trabajo, va a ayudar al Uruguay productivo, sino que podemos, como nos gusta a nosotros en este mundo tan incierto, tener la confianza y la certidumbre de mirar a largo plazo”.
La inversión
Según anunciaron desde Katoen Natie, la obra implicará una inversión que superará los 600 millones de dólares. La multinacional, a la que Lacalle Pou se refirió durante el evento como una “empresa familiar”, opera en 36 países de los cinco continentes, cuenta con 400 unidades operativas que están distribuidas en 150 terminales portuarias y plataformas logísticas, donde trabajan unas 17.000 personas.
Según anunciaron, TCP desarrollará infraestructura eléctrica que brindarán a los barcos el sistema denominado “cold ironing”, una “técnica que consiste en conectar el buque a una fuente de energía externa” para que pueda apagar los motores y así evitar el uso de combustibles fósiles para reducir la emisión de gases invernaderos, algo sin precedentes en la región.