Tras un largo debate, la Cámara de Senadores votó por unanimidad las rebajas impositivas del impuesto a la renta de las personas físicas (IRPF) y el impuesto a la asistencia de la seguridad social (IASS), además de aprobar los cambios en el impuesto a las rentas de las actividades económicas (IRAE) ficto para las micro y pequeñas empresas. Ahora, el tema pasó a la Cámara de Diputados, donde se espera un tratamiento exprés.
“Vengo a informar un proyecto que defiende al trabajador asalariado y de la pequeña empresa en Uruguay”, comenzó diciendo el senador Sergio Botana, miembro informante de la iniciativa. Señaló que el proyecto busca subsanar lo “poquito” que “nos acordamos de estos trabajadores que sostienen el Uruguay”, y mencionó a las “maestras, policías, carpinteros, sanitarios, maquinistas, camioneros, mecánicos y recolectores”. También sostuvo que la rebaja apunta al “pequeño empresario”, que vive en “el nervio permanente, la esclavitud en el trabajo, el no saber si se llega a fin de mes con los gastos, si es suficiente para mantener a la familia”.
Botana sostuvo que el “valor” de la propuesta “es aún mayor si tenemos en cuenta las perspectivas de desaceleración mundial” y la reforma tributaria de 2007 que, con el tiempo, demostró que “terminó siendo para gravar al trabajador y aliviar a algunos sectores”. Enumeró: “Se quitaron los impuestos a los activos de las empresas bancarias (Imaba), que rendían 47,5 millones de dólares en aquella época; se sacó el impuesto del control del sistema financiero, [que sumaba] 6,5 millones de dólares; el impuesto a los servicios de salud, 24 millones de dólares; a las comisiones, 17 millones; a las telecomunicaciones, ocho millones; a las tarjetas de crédito, que rendía dos millones”, entre otros.
El senador nacionalista sostuvo que en esa instancia se introdujo el IRPF, con un objetivo de recaudación de 349 millones de dólares, que implicaba 2,7% del producto interno bruto (PIB). “Hoy este impuesto rinde a las arcas públicas 2.047 millones de dólares, 3,9% del PIB, y constituye 16% de la recaudación”, puntualizó.
En ese marco, sostuvo que “esta reforma se hace porque se puede hacer” y “se hace sin salirse de los límites que marcan los tres pilares fundamentales de la regla fiscal, en especial, el de la expansión del gasto. La economía creció al 5%, la regla de tope de expansión del gasto habilita un incremento del orden del 2,1%”.
También apuntó contra el Frente Amplio (FA) y sostuvo: “Es lindo dar estas noticias, no la del crecimiento del gasto cuando la economía está reventando, sino la de un crecimiento del gasto producto del buen manejo de las cuentas públicas”.
Frente Amplio: “Algo es algo”
Durante su exposición, el senador del FA Mario Bergara adelantó que la oposición iba a acompañar el proyecto de ley, pero precisó que “ni por asomo” piensan que sea significativo “en términos de magnitud ni que sea el mejor diseño en términos de equidad”. En ese sentido, sostuvo que el FA iba a votar la iniciativa “en la lógica de que para algunos compatriotas va a haber una mejora y que algo es algo”.
Sostuvo que el Consejo Fiscal Asesor del Ministerio de Economía y Finanzas advirtió sobre los riesgos de las rebajas, pero tras ver la “escasa magnitud” de la renuncia fiscal, el organismo, que fue creado por la ley de urgente consideración, “se debe haber quedado tranquilo”. En los hechos, la renuncia fiscal será del orden de 0,25% del OIB, un número que, a juicio del senador de la oposición, mueve “poco o nada la aguja en materia de cuentas fiscales”.
El senador también cuestionó el proyecto en términos de diseño, ya que la reducción se hace por la vía del aumento de las deducciones “a aquellos contribuyentes de menores ingresos, lo cual no quiere decir [que esté dirigida] a aquellos uruguayos de menores ingresos ni a los trabajadores de menores ingresos”. En ese sentido, remarcó que 70% de los trabajadores no paga IRPF y 75% de los pasivos no paga IASS, por lo que “para ellos no hay absolutamente ningún beneficio”.
Como alternativa, reiteró que el FA propuso un diseño, sin modificar la magnitud de la renuncia fiscal, que “hubiera sido más justo [en la medida en] que una parte de esa renuncia fiscal se volcara a devolver nuevamente los puntos de IVA, que se dejaron de devolver hace tres años”. Bergara sostuvo que esa medida “le hubiera implicado algún beneficio a prácticamente toda la población, porque no es cierto que sólo la clase alta utiliza medios electrónicos”, y mencionó que “en una encuesta de hace un tiempo” de una consultora independiente se estimó “que más de 85% utilizaba medios electrónicos para sus pagos”.
En la misma línea, los informes trimestrales del sistema de pagos minoristas del Banco Central del Uruguay han informado que 70% de los pagos en Uruguay se realiza con medios electrónicos.
Cabildo Abierto: “Uruguay necesita una verdadera reforma tributaria”
El senador cabildante Guillermo Domenech fue crítico también, pero sobre todo con el esquema tributario que tiene el país, y llamó a avanzar en “una verdadera reforma tributaria”. Para el legislador, en Uruguay no se plantea el “verdadero problema” y es que “hay una población que paga, una población cautiva y una población que está exonerada”.
Se refirió en particular a la Comisión de Aplicación de la Ley de Inversiones y sostuvo que es una oficina que exonera de impuestos a las grandes empresas, mientras que “la mayor parte de la población paga IRPF, IRAE y el IVA mansamente, no siendo consciente de que vivimos en un país donde hay un sector económico privilegiado y otro [en el] que recae sobre sus espaldas todo el peso de la tributación”.
Sostuvo que esa “realidad ha aparecido inconmovible durante diversos gobiernos” y se “privilegia al gran capital” sobre el “pequeño y mediano empresario nacional”, que ya no está en estado “vegetal”, sino a punto de “desaparecer”. A pesar de sus críticas, Domenech sostuvo que su fuerza política votaría el proyecto, porque va “en la dirección correcta”.