La reforma de la seguridad social que propone el gobierno sigue en jaque a la espera de que Cabildo Abierto (CA) defina si votará todo el articulado o no. Los liderados por Guido Manini Ríos han presentado una propuesta de cambios para hacer y ahora se negocia con el Poder Ejecutivo cuáles pueden ser contemplados. Al respecto habló este jueves el redactor principal del proyecto, Rodolfo Saldain, quien afirmó que algunos aspectos pueden ser sacados del proyecto y discutidos aparte y otros directamente no son aceptables.

Uno de los puntos que pide cambiar CA es evitar que las AFAP puedan invertir en el exterior. Según opinó Saldain en diálogo con Primera mañana, es algo viable de discutir por fuera del proyecto de reforma. “Mi opinión es que sí, que es un artículo que podría desglosarse y discutirse de manera separada, obviamente tal como han venido hace unos días expresándose diversos expertos, es casi que un estándar de este tipo de fondos la necesidad de invertirlos en el exterior”, expresó.

Consultado por la columna de opinión de La Mañana, un medio afín a las ideas cabildantes, que establecía que es un riesgo que la inversión se haga en el exterior, Saldain respondió que “en Uruguay hay posibilidad de inversión de los fondos de las AFAP en actividades que son de carácter productivo, pero no son suficientes para el volumen de fondos que se venían acumulando”.

“Es posible desde todo punto de vista hacer una discusión por separado de este tema, pero es algo que viene siendo necesario desde hace mucho en la medida que hay casi 30% del PIB que está en ahorro previsional, pero no hace a la arquitectura del sistema propiamente”, detalló el especialista.

Sin embargo, Saldain no tiene una postura tan flexible con respecto a otros aspectos solicitados por Manini Ríos. Por ejemplo, el proyecto indica que para calcular la jubilación se tomará el promedio de los 25 mejores años de trabajo y CA propone bajarlo a 20.

“Pasar a los 20 tiene incidencia fiscal y hace a aspectos que son fuertes e importantes en el diseño. A lo largo de esta negociación se ha venido aceptando una serie de planteos que hacen a la estructura del proyecto; la acumulación de cambios es lo que dificulta poder acceder a esta diferencia”, señaló.

Saldain detalló que, actualmente, el régimen varía según las diferentes cajas. Explicó que en el caso de la Caja de Profesionales se toman los tres últimos años de trabajo, “absolutamente insostenible”, apuntó. En la Caja Policial y Militar se promedia los cinco últimos años, en el Banco de Previsión Social (BPS) y la Caja Bancaria se promedian los últimos diez años, que no pueden superar los mejores 20 años más 5% o los mejores 20 años, si fuera más conveniente; mientras que la Caja Notarial promedia los 30 mejores años. “Es una gran heterogeneidad que no tiene el más mínimo fundamento”, resumió.

Según comentó, “pasar de 25 a 20 años tiene un impacto financiero que ha sido estimado por los servicios del BPS para lo que es el sector estatal en su conjunto -BSP, Policial y Militar- en el orden de 0,30 o 0,40 del PIB, dependiendo del horizonte temporal que se tome. El equipo económico entiende que este cambio no es aceptable”, y subrayó: “Este es un aspecto en el que la opinión del equipo económico es la que cuenta esencialmente”.

“Sumado este cambio a todos los demás que ya se han aceptado, termina siendo muy difícil poder aceptarse esa propuesta, pero a nivel político se seguirá conversando, porque parecería haber un interés superior a esto, que es tratar de alcanzar un acuerdo”, explicó Saldain.

El redactor del proyecto es “bastante optimista” respecto de la posibilidad de avanzar en la reforma, “porque es algo que todos sabemos que tiene que hacerse y ahora se puede hacer con una gradualidad que no se va a poder hacer si se sigue esperando. Por lo tanto, tengo un optimismo que supera lo que puede ser una visión más escéptica respecto del futuro de la reforma”.