El Senado aprobó por unanimidad el proyecto del Partido Colorado que otorga a las embarazadas cuatro horas laborales libres al mes para concurrir a los controles médicos, sin tener descuento salarial, que redactó el diputado Sebastián Sanguinetti. La iniciativa además permite ampliar la cantidad de horas si el médico tratante lo considera necesario. Pese a que lo votó afirmativamente, la senadora nacionalista Graciela Bianchi cuestionó que se habilite esta “discrecionalidad”.

La legisladora informante fue la senadora Carmen Sanguinetti, quien afirmó que este proyecto, ahora ley, “viene a abonar una larga trayectoria en nuestro país de protección a la mujer embarazada”, puesto que “el Estado uruguayo no sólo ha ratificado los convenios internacionales en esta materia, sino que está por encima de los estándares definidos en los convenios de la Organización Internacional del Trabajo”.

“Los controles médicos realizados durante el embarazo revisten suma importancia para la salud física y emocional de la embarazada y, por supuesto, también, del feto y, posteriormente, del recién nacido. Estamos en un momento de la historia, del avance de la medicina intrauterina, que hace que esto tenga una relevancia especial, porque hoy en día hay muchas patologías que pueden ser prevenidas y que son muy sensibles al tiempo”, argumentó Sanguinetti.

Consideró también que la iniciativa de su partido “viene a resolver una problemática a la cual se enfrentan algunas mujeres en nuestro país”. Asimismo, resaltó que cuenta con el aval del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, de la sociedad civil y de la academia.

Por la oposición habló la senadora Amanda Della Ventura, quien sostuvo que el proyecto “es importante porque avanza en derechos para los trabajadores y trabajadoras”. “A veces nos ha tocado ver proyectos que, al revés, van en retroceso de esos derechos, pero en este caso avanzamos”, planteó.

En ese sentido, Della Ventura sostuvo que con esta ley se “reafirma algo que viene de los períodos del Frente [Amplio] en cuanto al derecho y el deber de los padres de acompañar a las mujeres embarazadas a esa consulta”, y puso como ejemplo la licencia parental, que “fue una conquista y un derecho establecido por la legislación en gobiernos anteriores, y esto viene en esa línea: que el padre también tiene el derecho y el deber de acompañar durante el embarazo a su pareja”.

“Los pies en la realidad”

Aunque levantó la mano, la senadora Bianchi hizo algunas advertencias sobre la iniciativa al momento de justificar su voto. “Primero, le estamos cargando a la actividad privada costos que desgraciadamente para las trabajadoras pueden significar en el momento de la contratación –y eso no hay manera de controlarlo porque nunca se dice– la preferencia por contratar a hombres”, aseveró. “Segundo, en el ámbito público ninguna mujer tiene problema ni para hacerse el papanicolaou ni para ir al ginecólogo. El estatuto del funcionario público lo prevé hace mucho tiempo”, aseguró.

Bianchi puso el ejemplo de la Administración Nacional de la Educación Pública, “donde debemos tener por lo menos 80% de mujeres”, e invitó a sus pares “a que dirijan una institución educativa donde se da esta liberalidad, con la que yo estoy totalmente de acuerdo en la parte humana”. “Me parece bárbaro, pero yo tengo los pies en la realidad, y reitero que en Uruguay [con] esto, y sobre todo en el ámbito público, no hay ningún problema. Ahora, encima lo escribimos”, criticó.

En último término, Bianchi sostuvo que “el problema más grave que tiene este proyecto es que le deja al médico la discrecionalidad de dar [horas libres] todas las veces que lo considere conveniente”, y recordó los “problemas con las certificaciones médicas en otros ámbitos”.