El plenario de la Cámara de Diputados comenzó a tratar en la mañana del lunes el proyecto de reforma de la seguridad social, que se espera quede aprobado en general en esta jornada. El miembro informante en mayoría fue el nacionalista Pedro Jisdonian resaltó que a pesar de los varios cambios que sufrió la iniciativa en las últimas semanas a propuesta de Cabildo Abierto y el Partido Colorado, el proyecto cumple con “la propuesta del gobierno desde el inicio”, que “era que [el gasto previsional] no superara los 10 puntos del PIB”. En su fundamentación, el diputado blanco dijo que “de continuar con el sistema actual los egresos previsionales van hacia 13 puntos del PIB”, mientras que si se aplican los cambios propuestos los gastos “se estabilizarán, llegando al orden de 10 puntos del PIB en 2080”.

Jisdonian abrió su presentación recordando los pasos que se dieron desde la aprobación de la ley de urgente consideración y la consiguiente creación de la Comisión de Expertos en Seguridad Social, que trabajó entre noviembre de 2020 y noviembre de 2021 en diagnóstico y recomendaciones para llevar adelante este proyecto, y que a partir de entonces “se abrió un ámbito de negociación con la intervención directa de todos los partidos políticos y los actores sociales más predominantes” que culminó con el proyecto que redactó el gobierno. Por tanto, al entender del oficialismo, “si hay algo que tuvo todo este proceso previo al ingreso del proyecto por parte del Ejecutivo es que verdaderamente existió un diálogo muy profundo y plural”.

El legislador criticó que “los aportes llegaron todos de la mano de los partidos integrantes de la comisión de gobierno” y “curiosamente, no se recibieron aportes por parte de la principal fuerza de la oposición”, el Frente Amplio. Consideró que “nadie puede negar que esta reforma es totalmente necesaria” y sostuvo que “es imperativo realizarla por tres razones fundamentales”.

La primera razón, indicó, “es el contexto demográfico, con una tasa de natalidad que disminuye en forma más que importante y, a su vez, lo que es una excelente noticia, una esperanza de vida que viene en sostenido aumento”. Esto lleva a que “estamos presenciando un proceso acelerado de envejecimiento demográfico y una acentuada disminución de nuestra población” que a su vez se traduce en “la disminución de las personas en edad de trabajar, que tiene incidencia no sólo en lo que tiene que ver con el nivel de aporte del sistema, sino que también tiene una clara repercusión en la riqueza que genera su actividad, que es, la que en definitiva, permite generar la recaudación necesaria para las transferencias fiscales”.

El segundo aspecto “tiene que ver con la alta fragmentación del sistema vigente producto la existencia de diferentes regímenes, lo cual trae aparejado inequidades en materia de derechos y obligaciones”. En palabras de Jisdonian, “uno de los grandes logros de esta reforma consiste en la creación de un sistema previsional común con reglas similares para todos los afiliados, independientemente del ámbito de afiliación, conforme al principio de igualdad”.

La tercera razón “refiere al gasto público que está detrás de este sistema de seguridad social”. “Todos sabemos que el gasto público de pasividades en Uruguay es excesivamente alto y la situación tiende a empeorar con el correr del tiempo. En consecuencia, es necesario generar el espacio fiscal para contemplar otras necesidades sociales igual de relevantes”, aseguró Jisdonian. El diputado señaló que para el caso del Banco de Previsión Social “no hacer nada” implica pasar de un gasto de 8,4% del PIB en egresos en el año 2025 a 9,6 en 2050.

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Una de las principales modificaciones que contiene el proyecto es el aumento de la edad de retiro normal, actualmente fijada en 60 años, a 65, de forma escalonada. Jisdonian dijo que es un “esfuerzo que nos exige esta reforma” y que se definió en lugar de optar por aumentar la tasa de contribución o los impuestos. La edad jubilatoria se modifica inicialmente para las personas nacidas a partir de 1973, estableciéndose en 61 años, y se incrementa de forma escalonada anualmente: para los nacidos en 1974 se fija en 62, para los nacidos en el 75 se fija en 63, para los nacidos en 76 se fija en 64 y en 65 para los nacidos a partir de 1977. En cuanto a la cantidad de años de servicio necesarios no se introducen cambios.

Por otro lado, se establecen dos modalidades de causal anticipada por extensa carrera laboral: una de ellas es para quien tenga 30 años trabajados a la fecha de entrada en vigencia de la ley y la otra es para aquellos trabajadores que presentan 40 o más años de servicios computables. Para quienes tengan 40 años de trabajo y hayan nacido en 1973 la edad de retiro será a los 60 años; para nacidos en 1974, será de 61; para nacidos en 1975, será de 62. Para nacidos en 1976 y en adelante será a los 63 años, si cuentan al menos con 38 años de servicios con aportación efectiva o 64 años de edad si cuentan con al menos 35 años de aportación efectiva.

“También está la situación de los trabajadores con labores particularmente exigentes. Allí, se plantearon por escrito los casos de la construcción y los rurales, pero se dejó abierta la posibilidad a otros”, indicó Jisdonian. Asimismo, destacó que “se incrementa un pronunciado crecimiento de las tasas de adquisición de derechos con la evolución de la edad, generando, de esa forma, un estímulo económico para la prolongación del retiro”.

Jisdonian subrayó la creación del suplemento solidario, “un instrumento muy importante para avanzar en términos de equidad”, que consiste en “un monto adicional de carácter no contributivo de hasta 14.000 pesos, en valores de enero de 2022, que se aplicará a todas las jubilaciones de hasta 42.000 pesos”. Explicó que “esa fórmula funciona de modo tal que cuanto menor es la jubilación mayor es el suplemento que la persona percibe, lo cual mejora el ingreso de quienes aun habiendo aportado para obtener una jubilación no alcanzan valores suficientes”.

Según el legislador oficialista, “los deciles más bajos serán los más beneficiados, los que terminarán jubilándose con un porcentaje considerablemente mayor a si se jubilaran por el sistema actual”. Respecto de los deciles medios y los medios altos, del quinto al octavo, aseguró que “también cobrarán más, aunque en porcentajes menores a los más bajos”. Por su parte, los deciles superiores también se verán beneficiados “por el impacto de su aporte en las AFAP”, aseveró.

Otro aspecto que resaltó Jisdonian en su presentación fue la conformación de la Agencia Reguladora de la Seguridad Social “como un servicio descentralizado cuya función será la de sistematizar la información y formular recomendaciones, con potestades de regulación y supervisión y poderes sancionatorios”.

Las cajas paraestatales: “un capítulo aparte”

Jisdonian sostuvo que para el gobierno las cajas paraestatales merecen “un capítulo aparte”, y por eso se definió tratar sus diferentes situaciones en proyectos distintos al que hoy se está votando. Sobre la Caja Bancaria, indicó que “tal como lo informaran sus autoridades, viene atravesando enormes dificultades financieras”, y apuntó que “esta caja porque fue una de las grandes reformas previsionales que se hicieron durante los gobiernos del Frente Amplio y que, como vemos, no duró ni 15 años”.

“Por otra parte, la Caja de Profesionales también evidenció una situación financiera extremadamente delicada desde hace mucho tiempo”; situación que “no comenzó en 2020, como se dijo por aquí en cierto momento”, acotó Jisdonian. Por el contrario, señaló que “los números en rojo vienen desde hace más de 10 años, que se sabía que este barco simbólico se iba a hundir en 2024 o 2025, y claramente no se tomaron las medidas correspondientes”.

“Esta fue la realidad con la que se enfrentó este gobierno al momento de asumir: con dos cajas paraestatales completamente desfinanciadas”, aseveró Jisdonian, y afirmó que “mención aparte merece la Caja Notarial, que en el año 2019 realizó su propia reforma, en la cual extendió su edad de retiro normal a los 65 años y desde hace muchos años calcula la jubilación promediando los 30 mejores años de aportación”.

En tal sentido, el diputado blanco consideró que “la Caja Notarial ha sido un ejemplo ya que ha hecho las modificaciones necesarias, mucho tiempo antes de verse cercada por los problemas económicos”. Por eso se resolvió darle un tratamiento diferencial, mientras que las autoridades de las cajas bancaria y de profesionales “están trabajando junto al Ejecutivo” en sus respectivas soluciones.

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