La recomendación de Hugo Bai, economista que integró la Comisión de Expertos en Seguridad Social en representación del PIT-CNT, para todas las personas de entre 40 y 50 años de edad que se hayan afiliado voluntariamente al régimen de ahorro individual (Administradoras de Fondos de Ahorro Previsional, AFAP), según el artículo 8 de la Ley 16.713, es simple: antes del 30 de noviembre de 2023 “deben ir al BPS [Banco de Previsión Social] para revocar la opción”. La explicación, sin embargo, no es tan sencilla.
El artículo 8 de la Ley 16.173 autoriza a los afiliados activos del BPS a volcar de manera voluntaria la mitad de sus aportes personales al régimen de AFAP y la otra mitad al régimen de solidaridad intergeneracional del BPS. Actualmente hay poco más de un millón y medio de trabajadores aportando a las AFAP. Según escribió Bai en Twitter, el “incentivo” que había para que un trabajador aceptara el régimen mixto era la bonificación dispuesta en el artículo 28 de la Ley 16.173, que dispone que para calcular el sueldo básico jubilatorio se multiplique “por 1,5 las asignaciones computables mensuales por las que se efectuó aportes personales al régimen de jubilación por solidaridad intergeneracional”.
En diálogo con la diaria, Bai simplificó: configurada la causal jubilatoria, el BPS “aumenta artificialmente el sueldo básico jubilatorio en 1,5”, así “da una jubilación mucho más alta”. No obstante, puntualizó que la bonificación “tiene un tope” y “no a todo el mundo que firmó el artículo 8 se le bonifica por hasta un 50% del sueldo básico jubilatorio”.
Ahora bien, el “problema” es que el aliciente de la bonificación “se reduce gradualmente desde 2033 y se elimina a partir de 2043” debido a la reforma jubilatoria recientemente aprobada en el Parlamento, señaló. “Lo que podía hacer conveniente dicha opción no estará más. Sin esa bonificación, es indudable que a las personas les conviene aportar lo más posible a BPS y lo menos posible al régimen AFAP”.
la diaria intentó comunicarse con Rodolfo Saldain, principal redactor de la reforma jubilatoria, para averiguar las razones de la reducción gradual y la eliminación de este beneficio, pero no obtuvo respuesta.
Consultado al respecto, Bai dijo que la bonificación tiene “un costo muy elevado” en el sistema previsional y además “es problemática” ya que “genera un subsidio parejo para todas las personas”; por ejemplo, “a alguien que gana 20.000 pesos se lo bonifica en el mismo porcentaje que alguien que gana 80.000 pesos”. Esto será reemplazado en cierto modo en la reforma jubilatoria por el suplemento solidario, subsidio diseñado para subir las prestaciones más bajas. “El suplemento solidario sí tiene una relación bien decreciente. Es muy alto para sectores de bajos ingresos y va decreciendo permanentemente hasta llegar a las jubilaciones de 42.000 pesos”, apuntó Bai.
Ahora bien, para evitar un posible perjuicio en el monto de la jubilación debido a la eliminación gradual de la bonificación, hay que revocar la opción voluntaria de aportar a las AFAP, y para eso, advirtió, hay tiempo hasta el 30 de noviembre, “después ya no será posible revocarla”. Esto sólo es posible para las personas que actualmente tienen entre 40 y 50 años.
Revocar la opción no necesariamente implica desafiliarse del régimen de ahorro individual, sino distribuir los aportes personales “como si nunca se hubiera firmado esa opción”, explicó Bai, es decir, el traslado de los aportes personales de la AFAP al BPS. La revocación consiste en un trámite en el BPS, con agenda, una entrevista y una simulación aproximada del caso puntual, aunque “el problema es que esos simuladores quedaron obsoletos” luego de los cambios implementados con la reforma jubilatoria.
Subrayó que, si bien todos los trabajadores que optaron por el artículo 8 de la Ley 16.173 serán afectados por la pérdida de la bonificación prevista en la reforma jubilatoria, sólo los que ahora tienen entre 40 y 50 años pueden revocar la opción antes del 30 de noviembre.
“Los que tienen menos de 40 años y firmaron la opción no van a poder revocar, ni ahora ni nunca”, señaló Bai, en referencia a la legislación vigente. A su entender, “se jodieron” porque “les hicieron firmar una opción que en algún momento les convenía pero ahora les cambiaron las reglas de juego y les convendría no haberlo hecho”.
Aunque todavía está permitido por ley, una masiva revocación de la opción por parte de la generación de entre 40 y 50 años “es un efecto totalmente indeseado por quienes diseñaron la reforma”, aseguró Bai. “No quieren que pase eso en absoluto, pero generaron las condiciones para que a la gente le convenga salirse”. “Me parece que esto va a generar un ruido con el tema de la gente damnificada, que no estaba informada. Un poco la misma historia de los cincuentones”, agregó.
Consultado sobre la difusión del plazo límite del 30 de noviembre, el vicepresidente del BPS, Daniel Graffigna, dijo a la diaria que “la información oficial del BPS va a ser anunciada como corresponde” y aseguró que el organismo está trabajando “para cumplir con los plazos y para informar a la población”. La reforma jubilatoria, sostuvo, incluye “un montón de plazos”. “En la medida en que se acerquen se va a ir informando, vamos a iniciar en su momento una campaña informativa”, expresó.