El Partido Socialista (PS) reunió este fin de semana a su Comité Central y fijó posición en torno a uno de los temas en discusión tanto en la izquierda partidaria como social: la posibilidad de ir a un plebiscito por la seguridad social. El Frente Amplio (FA) no ha laudado esta discusión y se encuentra a la espera de la resolución que tomen organizaciones sociales y sindicales, como el PIT-CNT, que se apresta a definirse en pocas semanas.

Las opciones que se barajan son básicamente tres: no ir a un mecanismo de democracia directa sino esperar que el Parlamento tenga una conformación distinta a partir de 2025 para plantear un nuevo proyecto de ley; buscar mediante un plebiscito una enmienda constitucional que derogue la ley aprobada recientemente por la coalición de gobierno; o ir a un plebiscito que algunos entienden como más ambicioso, que implicaría eliminar las Administradoras de Fondos de Ahorro Previsional (AFAP), fijar en 60 años la edad para retirarse y elevar el monto jubilatorio mínimo.

Precisamente, los socialistas se inclinan por esta última opción, propuesta que impulsan algunos sindicatos en la interna de la central sindical. “El PS se expresa a favor de impulsar un recurso de democracia directa, en este caso un plebiscito constitucional junto con la próxima elección nacional”, señala el comunicado del Comité Central, que añade que “es imprescindible establecer en la Constitución de la República garantías para que, además de desmontar los retrocesos consumados en los últimos meses”, vayan “más a fondo, modificando aspectos estructurales del sistema”.

En concreto, buscarán establecer que “no se puede obligar” a los trabajadores “a trabajar más allá de los 60 años para jubilarse”, que se eliminen las AFAP “con sus componentes individualistas y de lucro” y que se “garantice una mejora en las jubilaciones y pensiones mínimas”.

En diálogo con la diaria, el secretario general del PS, el diputado Gonzalo Civila, dijo que lo que busca el sector del FA es “poner en discusión contenidos” más allá de la derogación de la ley recientemente aprobada y “dar un gran debate de acá a la elección” de 2024, que sería el momento en que podría darse el plebiscito si se alcanzaran las firmas. De todas formas, aseguró que “es algo para discutir en el FA y en el movimiento popular”.

Esta posición es compartida por algunos de los sectores aliados de los socialistas en la corriente Izquierda y Libertad, como el Partido por la Victoria del Pueblo (PVP), cuyo diputado, Daniel Gerhard, dijo a la diaria que son favorables a derogar “esta estafa jubilatoria” que se aprobó meses atrás y “siempre proclives a la democracia directa como método de dirimir las contradicciones”. A su entender, se debería ir no sólo por derogar la ley sino también contra “el lucro en la seguridad social” y por que “se topee la edad jubilatoria”. “Puede haber diferencias tácticas” en la interna del FA, pero “el PVP siempre intenta llegar lo más lejos que se pueda”, dijo Gerhard este domingo a la salida de la primera asamblea abierta de Izquierda y Libertad, convocada con motivo del debate en torno a los 50 años del Golpe de Estado de 1973.

Primero el programa

Por otro lado, los socialistas señalaron en la declaración de su Comité Central que “cualquier estrategia de alianzas del FA con grupos políticos o personas que no lo integran debe discutirse en el Congreso de diciembre o con posterioridad al mismo, luego de definido el programa de gobierno, base indispensable para construir cualquier alianza”.

Este mensaje surge en la misma semana en la que se conoció un documento interno sobre la posibilidad de que la coalición de izquierda genere un acuerdo electoral y programático con otros sectores afines que se encuentran por fuera del FA. Y precisamente, los socialistas discrepan con que las resoluciones de ese tenor se tomen antes de conocerse el programa de gobierno, cuyo borrador recién se divulgará a mediados de julio y el texto final se aprobará en diciembre.

Civila comentó que su sector tiene “una lucha por poner por delante el proyecto y el programa respecto de otras consideraciones”, incluso del debate sobre precandidaturas, y en el mismo sentido planteó que “la posibilidad de acuerdos con sectores extrafrenteamplistas de cara al ciclo electoral es algo que está muy bien discutir llegado el caso pero que requiere que primero se laude el programa del FA, porque los acuerdos se construyen sobre ideas y necesitamos tener una base programática clara”.

Gerhard, del PVP, comentó algo similar al decir que “lo fundamental” de unirse es “para qué”. “Si el destino final, la misión de una alianza con equis actores, es el triunfo electoral y nada más, nos parece que es un atajo peligroso. Ya hemos visto muchos casos de construcciones electorales que logran triunfar pero no tenían acuerdos en el para qué. Luego los gobiernos son un desastre o no finalizan o hay diferentes percances en el camino”, dijo el diputado al recordar experiencias regionales.

“Obviamente no nos oponemos a crecer”, señaló, y agregó que eso debe ser con una base “programática y metodológica”, definiendo “el qué y el cómo”, expresó Gerhard.

Con respecto a la precandidatura a apoyar de cara a 2024, otros sectores de Izquierda y Libertad ya se han volcado por Carolina Cosse. En tanto, el PVP, según informó su diputado, ya “empezó a discutir esto orgánicamente” y tendrá una resolución “en las próximas semanas”. Por su parte, el PS introdujo el debate en su Comité Central del sábado, “luego de meses de discusión” sobre sus “banderas y propuestas”, y se dispone a tomar una resolución después del Plenario Nacional del FA de mediados de julio, donde se dará a conocer el primer borrador del programa de gobierno.