“Se le va la vida al país”, comenzó diciendo el vicecanciller de la República, Nicolás Albertoni, durante su exposición en el encuentro organizado por el Centro de Estudios de Políticas Públicas bajo la consigna “Uruguay, su inserción internacional y desarrollo”.
El mundo ha vivido, según Albertoni, “treinta años de eventos críticos acumulados” y enumeró eventos que van desde la caída del muro de Berlín, en 1989, a la pandemia de la covid-19, lo que genera “un mundo más interdependiente que antes”, en el que “la geopolítica impacta mucho más a modo 'montaña rusa' que lo que impactaba antes”, una situación que se puede definir en “tres grandes palabras: incertidumbre, interdependencia y complejidad”.
En este contexto “insertarnos ya no es una decisión que podamos tomar”, aseguró el vicecanciller, y destacó “el camino” que ha tomado el gobierno en esta línea, con la búsqueda de un Tratado de Libre Comercio (TLC) con China en el que “hay un país que pasa de las intenciones a activar, no necesariamente a concretar, pero sí a activar”.
“Si sacamos una foto del mismo tiempo de la cancillería y el mismo tiempo de la política exterior del gobierno anterior, era si Venezuela era una democracia o una dictadura”, tema en el que, “de hecho, los que estaban al mando eran dubitativos en decir que Venezuela era efectivamente una dictadura”.
Respecto al ritmo con el que se están llevando las negociaciones, Albertoni apuntó: “Si se hubieran hecho cosas antes, no estábamos en este lugar”. En esa línea destacó la “impronta de un país que quiere salir y no [de] cinco años de si Venezuela era una dictadura o una democracia”.
“Esto no es empezar a jugar y ganar el campeonato, lleva tiempo, necesitamos abrirnos”, insistió Albertoni, y señaló que Uruguay es “una economía en términos generales cerrada”, con “un arancel promedio demasiado alto en la región”, lo que dificulta la concreción de acuerdos internacionales.
En una perspectiva -si se quiere- de ganadores y perdedores, “el sector agropecuario podría ser un ganador de esa apertura”, afirmó Albertoni; en tanto, “las industrias, que están en el medio, sí van a estar expuestas a la competencia” y luego “están los sectores vulnerables, que yo no les puedo decir: 'Señor, usted va a tener que competir con China'”.
Por esto, puso paños fríos al asunto del Mercosur. “Quien está en la acción política dice: ‘¿Qué pasa el lunes siguiente al que doy el portazo?’”, señaló Albertoni, y lanzó un dato: el año pasado “1.424 empresas tuvieron actividad exportadora”, y de ese número, “45% [es decir, 676 empresas] exportó algo al Mercosur”. Al mismo tiempo “si nos focalizamos en este universo, vemos que casi el 40 y tanto por ciento tiene una alta dependencia del Mercosur, mayor al 75%”.
Para el jerarca, esto habla de que “si bien el diagnóstico es que necesitamos abrirnos más”, se tiene con el bloque regional “una base estructural que tenemos que tener mucho cuidado, porque ¿qué pasa con esas entre 300 y 400 familias dependientes del Mercosur?”.