“Esperamos que haya humo blanco, está compli”. Ese fue un poco el tono en el Secretariado Ejecutivo del PIT-CNT mientras en un cuarto intermedio se buscaba llegar a un consenso para definir la redacción de la papeleta para comenzar la recolección de firmas para avanzar en un plebiscito que derogue las administradoras de fondos de ahorro previsional (AFAP), que mantenga la edad de jubilación en 60 años y que establezca que los montos de las jubilaciones y pensiones mínimas estén por encima de la línea de pobreza. Finalmente, no se llegó a un acuerdo, pero está previsto que el camino se allane esta semana para empezar cuanto antes a juntar firmas para que la Corte Electoral (CE) revise la redacción de la papeleta.

A la salida, las posturas fueron divergentes, tal como se manifestaron a la interna en el Secretariado. La comisión interna, donde están representadas todas las corrientes, trabaja en llegar a una redacción clara de la papeleta, para luego elevarlo al Secretariado y, posteriormente, a la Mesa Representativa. El principal problema, por ahora, pasa por la redacción para derogar las AFAP, dijeron a la diaria varios dirigentes sindicales una vez finalizada la reunión.

La discusión para terminar de configurar la papeleta tiene que ver con la existencia o no de un pilar de ahorro colectivo para aquellos que tienen un salario por encima del tope de aportes que coloca el Banco de Previsión Social (BPS), que está en el entorno de los 230.000 pesos. La otra pata tiene que ver con la transición del fondo de ahorro previsional que manejan las AFAP al BPS. En esto hay dos perspectivas: una establece que la configuración de la ingeniería quede en manos del Poder Legislativo, y la otra, que es la que se propone incluir en la papeleta desde un principio, es a través de la constitución de un fideicomiso que quedaría a cargo del Banco República.

En tanto, si bien hay quienes dijeron que el “problema” era lo técnico para que la CE diera el visto buena a la papeleta, hay quienes entienden que en verdad se trata de algo “político”. “Es un quilombete”, resumió uno de ellos, mientras que otro planteó que “lleva todo un proceso” para que la ciudadanía entienda “a dónde va a ir la plata” de esas personas.

En tanto, a la interna de la central sindical no cayó nada bien una nota de prensa en la cual quienes están en contra del plebiscito plantean la idea de no hacer campaña para recoger firmas y dar libertad de acción a sus agremiados.

Para uno de los sindicalistas, esas posturas no ayudan “en nada”, sino, por el contrario, “conspiran” contra la posibilidad de llegar a un acuerdo; en ese sentido, otro expuso que la “derecha” está atenta a esa discusión interna. Además, expresaron que dar más tiempo de discusión al final va ir en contra de la propia campaña, puesto que se necesita acordar la papeleta.

Si la campaña comenzara en estos días, la central sindical deberá juntar más de 1.000 firmas por día, estimaron, por lo que el tiempo apremia. Según la Constitución, se debe llegar al menos a 270.000 firmas para poner la iniciativa a consideración durante las próximas elecciones nacionales, que se llevarán adelante en octubre de 2024. El límite es a fines de abril. No obstante, la Asamblea General puede aprobar un proyecto sustitutivo hasta tres meses antes de la elección y también puede someterse a plebiscito. Una vez que se llegue a las firmas, y sean verificadas por la CE, para que prospere la propuesta debe pasar el 50% de los votos en los comicios nacionales.

¿Libertad de acción?

Mientras tanto, en el Frente Amplio (FA) todo indica que habrá libertad de acción, según supo la diaria. Sectores como el Movimiento de Participación Popular, Convocatoria Seregnistas Progresistas y la Vertiente Artiguista entienden que es inconveniente avanzar en una propuesta de este tipo.

Mientras que, por el contrario, el Partido Socialista -que lidera el conglomerado de sectores políticos que integran Izquierda y libertad- es afín a la propuesta aprobada en la Mesa Representativa, y el Partido Comunista, quien se comprometió a buscar “el más amplio consenso posible”, también acompaña la iniciativa de la central sindical.

Fernando Pereira, expresidente del PIT-CNT y actual presidente del FA, había dicho en una entrevista con la diaria que un plebiscito “tiene riesgos”: “Un riesgo es que, en general, mezclar una decisión constitucional con una electoral genera problemas a la hora de la priorización, a la hora de la militancia, y tiene cosas a favor. Eso es lo que hay que poner arriba de la mesa para discutir con tiempo, con serenidad: cuál es la mejor posición que el FA debe tomar, pero nunca esto va a pasar antes de noviembre, porque los tiempos de discusión del FA requieren paciencia”.

En ese marco, señaló que en el proceso de debate “hay que poder evaluar” todas las posibilidades, es decir, rechazar o acompañar en consenso, o dejar en libertad de acción. “Tiene que ser con responsabilidad, con paciencia, con amplitud y con unidad”, agregó.