Dos mociones y tres posiciones. Con cantidades de votos parecidas para ambas mociones y otro tercio que se inclina por no activar el mecanismo de democracia directa: así está la situación en la Mesa Representativa del PIT-CNT, que se apresta a discutir la posibilidad de recurrir o no a un mecanismo de consulta popular contra la reforma de la seguridad social aprobada por el oficialismo a fines de abril. Lo común a todas las discusiones que se disparan tiene que ver con la táctica, desde qué conviene poner en la papeleta a si se gastó el “único tiro” con el referéndum contra la ley de urgente consideración (LUC).
En paralelo, el Frente Amplio (FA) también tiene un debe con esta discusión. Tanto el Movimiento de Participación Popular como Convocatoria Seregnista, a los que este miércoles se sumó la Vertiente Artiguista, declararon oficialmente que no ven como una táctica adecuada impulsar un plebiscito y prefieren que la discusión electoral se centre en “los dos modelos de país”.
El Partido Socialista es uno de los sectores que definió de forma oficial encolumnarse detrás del plebiscito, y si bien hay varios que se inclinan por apoyar la consulta popular, todavía miran de reojo lo que suceda en la central sindical, a la espera de definir posiciones.
Término medio
Una de las mociones viene de parte de la Asociación de Trabajadores de la Seguridad Social (ATSS) y con el apoyo de la Coordinadora de Sindicatos -el “grupo de los ocho”-. Implica ir a un plebiscito que se sostiene en tres pilares: eliminar las AFAP (Administradoras de Fondos de Ahorro Previsional), limitar la edad de jubilación a los 60 años y asegurar que las pasividades más bajas tengan un aumento por encima del ajuste general.
La presidenta de ATSS, Karina Sosa, dijo a la diaria que “lo que defina el PIT-CNT es fundamental para toda la ciudadanía” porque se estaría definiendo “el futuro de la orientación política que se les va a dar a las jubilaciones y las pensiones en este país, nada más y nada menos”, por eso esperan “contar con las mayores adhesiones”.
Más allá de la otra moción, presentada por la Unión Nacional de Trabajadores de Metal y Ramas Afines (UNTMRA), la tercera posición que se vislumbra entre algunos sindicatos es la de “dejar decir, dejar pasar”, como la caracterizó Sosa. Para ATSS, señaló, “es desacertado” porque a su entender “el movimiento sindical tiene que tomar la posta y decir qué es lo que va a hacer, porque dijimos que íbamos a parar esta reforma y no pudimos hacer algo en su momento, ahora tenemos que hacer algo al respecto”. Así, “esperar un próximo gobierno no sería lo indicado”, consideró.
Ir por todo
Ahora, la moción presentada por la UNTMRA y detrás de la que se encuentra la Corriente Gerardo Cuesta, integrada mayoritariamente por militantes del Partido Comunista, va por una derogación retroactiva de la Ley 20.130 a través de una enmienda constitucional. El Sindicato Único Nacional de la Construcción y Anexos (Sunca) es uno de los que defiende esta moción por entender “necesario seguir con el tema arriba de la mesa, seguir movilizado en ese marco de acumulación de fuerzas y movilización”, como señaló su presidente, Daniel Diverio, a la diaria.
“Estamos dispuestos a discutir y ver, buscar un consenso que nos permita llegar a la mejor forma” de presentar la consulta popular, señaló, en referencia a la moción de ATSS. “Lo mismo con otros gremios que legítimamente no se han sumado a esta discusión”, señaló.
“Ahora, si mañana en la discusión se plantea buscar una redacción que pueda contemplar a todo el mundo, buscaremos esa redacción, no hay problema con eso”, continuó Diverio, que entendió que de todas formas “mañana no se cierra nada”.
Sobre si la decisión que tome el FA condiciona el accionar del PIT-CNT, Diverio aseguró que la central actúa “siempre con independencia” y recordó que “la vez pasada con la ley de urgente consideración, lo hicimos con total independencia y también algunos sectores o algunos actores políticos particularmente salieron a pronunciarse públicamente en no estar de acuerdo en ese proceso, e incluso algunos plantearon que era un error”, pero en cambio luego del “resultado de acumulación de fuerzas” y la “participación del conjunto del campo popular” provocó que “muchas opiniones se revirtieran”.
Por eso, en este sentido, entendió que se “adelantan opiniones cuando todavía no se tiene ni siquiera claro cuál es el resultado de lo que va a plantear el movimiento sindical”, y si bien “lo puede hacer cualquier sector político, nosotros no vamos a meternos en esa”.
Un solo tiro
En la “tercera vía”, por así decirlo, están las corrientes Articulación y En Lucha, que se inclinan -no en su totalidad, pero sí en mayor parte- por no ir hacia el plebiscito. En Articulación, la Federación Uruguaya de Magisterio-Trabajadores de Educación Primaria (FUM-TEP) comparte al igual que el resto del movimiento sindical que se trata de “una ley nefasta para los trabajadores en su totalidad” y “en medio de eso apostamos a frenar la ley”, señaló la secretaria general del PIT-CNT y de FUM-TEP, Elbia Pereira; si bien “hubo algunos cambios que se pudieron hacer, no deja de ser súper regresiva para los trabajadores y las trabajadoras”.
“De todas maneras, si se analiza el contexto político, el momento en que estamos los sindicatos en general, inclusive el nuestro”; asimismo, el análisis de FUM-TEP los lleva a concluir que se tenía “un solo tiro, y ya lo tiramos con la LUC”. Por lo tanto, de ir a un plebiscito y perder “quedaría marcado a fuego”.
“Eso no quiere decir que si el movimiento sindical define otro rumbo, que es juntar las firmas para ir a un plebiscito, la federación va a quedar afuera”, sino que al ser “orgánicos del PIT-CNT, vamos a acatar obviamente lo que resuelva la mayoría”. “Discutiremos cuál será la forma, pero esos serán capítulos que vengan después del jueves, si es que se resuelve esto en la mesa”, sentenció.