La Confederación de Cámaras Empresariales (CCE) realizó este lunes una asamblea que tuvo como tema central el análisis del escenario internacional. Al término de la reunión, el presidente de la CCE, Diego O’Neill, habló en rueda de prensa sobre los temas analizados, y, en términos generales, transmitió la preocupación de los empresarios por la falta de resultados de las políticas de inserción internacional que ha impulsado este gobierno. Si bien se visualiza que “la administración está haciendo cosas”, se percibe que “no estamos teniendo mayores resultados”, por ejemplo, en lo que respecta a tratados internacionales.

“Es un tema que preocupa mucho porque Uruguay no tiene tratados comerciales para ingresar a nuestros destinos comerciales sin aranceles, y eso nos posiciona en una situación de mucha desventaja frente a nuestros competidores, que sí tienen acuerdos comerciales y no tienen aranceles”, comentó O’Neill al ser consultado sobre las conclusiones del encuentro, en el que participó el analista Ignacio Bartesaghi.

O’Neill planteó que, en definitiva, “preocupa la estrategia de inserción internacional”, porque si bien “el gobierno ha hecho esfuerzos importantes, los resultados, por ahora, no han llegado”, y de la inserción internacional depende “el futuro del crecimiento económico y del desarrollo del país”.

El presidente de la CCE destacó como positivo que “el gobierno ha apostado a la flexibilización del Mercosur” aunque “sin éxito, por lo menos, hasta ahora”; en paralelo, apuntó que “ha llevado adelante esfuerzos con China, se hizo el estudio de factibilidad [para un eventual tratado de libre comercio], pero luego con el cambio de gobierno en Brasil esto entró en una pausa”. También mencionó la solicitud de ingreso al Acuerdo Amplio y Progresista de Asociación Transpacífico (CPTPP) como elementos que indican que “esta administración está haciendo cosas”, pero “no estamos teniendo mayores resultados, por lo menos, hasta el momento”.

“Nosotros a lo que nos estamos adelantando es a que probablemente haya que dar una discusión más profunda de cómo, si esta estrategia no da resultados, se sigue para adelante”, reflexionó el dirigente empresarial.

Argentina y la “trampa del atraso cambiario”

Otro asunto que se abordó en el encuentro con preocupación fue el precio del dólar y la diferencia cambiaria con Argentina. “Alguien hablaba hace un tiempo de que estamos en una trampa del atraso cambiario; es muy difícil salir. Ha habido algunas reducciones de la tasa de interés y el dólar prácticamente no se ha movido porque estamos en un escenario global de debilidad, entonces eso, indudablemente, sigue afectando y erosionando la competitividad y la rentabilidad del sector productivo”, evaluó O’Neill.

Puntualmente sobre el país vecino, O’Neill dijo que “la situación con Argentina es insostenible, pero, lamentablemente, no hay buenas noticias de ese lado”. “Habrá que ver qué pasa con el cambio de gobierno, pero igual nosotros entendemos que vamos a seguir teniendo una diferencia cambiaria importante por un tiempo prolongado, así que ese es un flanco que va a seguir preocupando”, analizó. Como ejemplo, mencionó el fenómeno que se produjo este fin de semana largo, que calificó como un “éxodo del pueblo oriental hacia Argentina”, que “afecta en general a la actividad comercial en todo el país”, con énfasis en el litoral.

Reducción versus flexibilización

O’Neill fue consultado asimismo sobre el planteo del Frente Amplio de reducir la jornada laboral, que se está analizando actualmente en el Parlamento. Al respecto, insistió en que al entender de las cámaras empresariales “esa no es una medida que parezca adecuada en este momento del país con carácter general”, pero sí se entiende que “es algo que puede estar sobre la mesa en algún sector en particular, y que se debe procesar por la negociación colectiva”.

“No estamos de acuerdo con una ley, no estamos de acuerdo con promoverla a nivel legislativo, pero ya hay sectores que con anterioridad han hecho reducciones de la jornada laboral”, continuó O’Neill. En cambio, para los empresarios, algo “muy importante desde el punto de vista legislativo sería la flexibilización de la jornada laboral, que es la posibilidad de que entre las partes se acuerde trabajar horarios extendidos y compensar otro día o cosas de ese tipo”.

O’Neill apuntó que una medida de este tipo sería buena para las empresas y para los trabajadores, dado que “Uruguay tiene una legislación acumulada a lo largo de 100 años que fue muy buena y pionera en muchos aspectos, pero que hoy es muy rígida y que entendemos que se debe avanzar”. “El trabajador puede conciliar mejor la vida laboral con su vida personal, con su vida familiar, con sus intereses particulares; lo que se necesita es que la legislación habilite eso que hoy está limitado por las leyes de horas extras”, afirmó.