Sobre las 14.00 de este viernes, la Comisión Nacional Honoraria de Sitios de Memoria (CNHSM) y la Comisión de Sitio de Memoria Elena Quinteros, bajo cumplimiento de la Ley 19.641, inauguraron un nuevo espacio para preservar la memoria histórica y recordar la figura de Elena Quinteros, militante de la Resistencia Obrero Estudiantil, quien desapareció en la dictadura cívico-militar uruguaya, en 1976. La placa del Sitio de Memoria de Elena fue ubicada en la embajada de Venezuela, actualmente sede del Casmu, en Bulevar Artigas y Guaná. Precisamente en ese lugar, el 28 de junio de 1976, Quinteros intentó escapar de las fuerzas militares y entró en territorio de la embajada venezolana buscando ayuda; sin embargo, los militares accedieron de forma violenta al jardín -donde se ubicó la placa- y, forcejeando ante el personal de la embajada, secuestraron a Elena.
El evento contó con la participación de la investigadora y docente Virginia Martínez, representando a la CNHSM; Beatriz Barboza por la Comisión de Sitio de Memoria Elena Quinteros; Silvana Pissano, alcaldesa del Municipio B; Raúl Rodríguez, presidente del Casmu; y el artista Raúl Castro, quien recitó un poema recordando a Elena y a su madre, María Almeida de Quinteros, La Tota. También asistió el embajador de Venezuela en Uruguay, Julio Chirino.
Barboza destacó que los sitios de memoria “son una representación” para que las nuevas generaciones puedan comprender lo que sucedió en el país durante la dictadura. La placa de Elena representa simbólicamente al zapato que quedó en el lugar, luego del forcejeo entre los militares y los funcionarios de la embajada. Al respecto, Barboza dijo: “Hemos buscado llegar a este momento, de diferentes maneras y por largos años, quedó plasmado lo que queríamos representar. Este zapato simboliza lo que fue el terror durante la dictadura, un sitio de memoria que podemos tener y seguir preguntándonos a 50 años del golpe de Estado ¿dónde están?”.
Asimismo, en conversación con la diaria, Barboza afirmó que “no es posible dar vuelta la página”, y que el pasado reciente debe “mantenerse vivo” para no caer en la impunidad, la que según señaló, sigue reinando en el Estado. “Estamos sobre el camino de la memoria, para que las futuras generaciones puedan construir a su manera y sobre la verdad, no sobre la mentira y el silencio. Pasaremos página el día que tengamos verdad y justicia”, sentenció.
Por su parte, el presidente del Casmu expresó que la institución médica apoyó la idea de establecer el sitio de memoria en su actual sede de Bulevar Artigas por el “compromiso social de la institución” y recordó que esta misma institución fue la única de su tipo intervenida por el gobierno militar, “un triste momento para la tradición e historia del Sindicato Médico del Uruguay”. A su vez, elogió el papel de Venezuela luego del arrebato de Elena Quinteros en su embajada en Uruguay, ya que, según dijo, “fue el único gobierno de América que rompió las relaciones con el gobierno militar y se atrevió a marcar una diferencia y defender la vida, la libertad y democracia”.
Una manera de acercar el pasado reciente
El Municipio B de Montevideo creó el proyecto Alba, una audioguía que recorre, por los ocho barrios que conforman dicho municipio, las historias de los desaparecidos. El recorrido se denomina “memoria militante”, y ubica estratégicamente los espacios donde hubo desapariciones. Según expresa el sitio web de Alba, “se trata de un proyecto colaborativo y de anclaje territorial, que busca contribuir a la construcción de memoria colectiva en clave de derechos humanos, a partir de la identificación y georreferenciación de lugares marcados por hechos de represión estatal o de resistencia durante el último período de terrorismo de Estado en Uruguay”.
Consultada sobre la finalidad de este proyecto, la alcaldesa Pissano manifestó que es una “respuesta a los colectivos sociales que trabajan por la memoria” y agregó que la placa que simboliza el sitio, además de una imagen y una escritura, tiene un código QR con una grabación elaborada por familiares de desaparecidos y miembros de diferentes colectivos, que narra los hechos sucedidos. “Como parte de la política municipal y de los derechos humanos anclados en el territorio, es una forma de enseñarles a las nuevas generaciones lo que sucedió hace 50 años durante el terrorismo de Estado”, destacó.
Según Pissano, desde el municipio “visualizaron” que los barrios que lo conforman mantienen historias similares a la de Elena Quinteros, como por ejemplo, en la excárcel Cabildo o el exhogar Yaguarón, y estos recorridos plasmados en sitios de memoria “tienen como objetivo darle un sentido a la historia nacional y acercarla al presente”.