Cuando el movimiento social define algo, hay “tres posibilidades”: “hacerte el distraído, enfrentar al movimiento social o acompañarlo”. Esa fue la reflexión del senador comunista Óscar Andrade el lunes en una entrevista con Nada que perder, de M24, luego de que el PIT-CNT definiera la redacción de la papeleta para plebiscitar la reforma jubilatoria que impulsó y aprobó la bancada de gobierno.

Según el senador, que el Frente Amplio (FA) “salga a enfrentar” al movimiento sindical “no es un problema menor para adelante”, dado que “la discusión del diálogo social” al que apuesta el FA “es algo que va a quedar” aunque se gane el plebiscito. En ese sentido, se preguntó si a la hora de convocarlo “eso se hace sin los trabajadores”. “¿Se hace con una izquierda que llega enfrentada radicalmente a los trabajadores? Que alguien me explique cómo es que hacés un diálogo social para avanzar en seguridad social con una izquierda que esté enfrentada al movimiento sindical”, apuntó.

En ese marco, Andrade cuestionó que quienes plantean no acompañar la recolección de firmas, como el Movimiento de Participación Popular, la Vertiente Artiguista o Convocatoria Seregnista Progresistas, “no tienen previsto que eso puede ir en contra de las elecciones que vienen”. “¿Tienen la certeza de que no acompañar a la central de trabajadores y al movimiento cooperativo no paga ningún precio electoral?”, cuestionó.

A esas declaraciones se sumó la propuesta del presidente de la fuerza política, Fernando Pereira, de que el FA dé libertad de acción a los sectores de recolectar firmas para habilitar el mecanismo de democracia directa en las próximas elecciones nacionales, con el que se busca consagrar tres puntos clave para el sistema de seguridad social: garantizar la edad de jubilarse a los 60 años, que la jubilación mínima esté vinculada al salario mínimo nacional y la eliminación del ahorro individual de las AFAP.

Es claro que la estrategia, como también el contenido de la papeleta que definió el PIT-CNT, divide al FA, por eso todo se encamina a que se apruebe el lunes en la Mesa Política la libertad de acción y de opinión de los sectores.

En una rueda de prensa esta semana, Pereira señaló que la comisión por seguridad social de la fuerza política se reunió para empezar a delinear la estrategia si el FA asume el 1° de marzo de 2025 el gobierno. La idea, como se ha insistido, es llamar a un “gran diálogo social” en donde estén contemplados todos los actores para reformar la seguridad social. “Es prioridad del FA”, indicó el presidente de la colectividad política.

Declaraciones “de confrontación”

Para el politólogo Daniel Buquet, las declaraciones del senador son de “confrontación” a la interna del FA: “No es el PIT-CNT que le dice al FA de manera relativamente agresiva que se está poniendo en contra con un lenguaje típicamente maniqueo”, señaló a la diaria. “Obvio que le hace daño al FA, como a cualquier partido, donde la confrontación entre los sectores llega a ese tipo de lenguaje, de descalificación, cuando se trata en realidad de integrantes del mismo partido político”, manifestó.

Según Buquet, lo de la oposición ya está “saldado” porque no buscan una fórmula para apoyar el plebiscito. “Lo que le vendría mejor es que no discutan entre ellos sobre este asunto”, dijo, y agregó que esta posición que toma la coalición de izquierda no significa una fractura en su relación con los movimientos sociales. “Creo que es un incidente, no veo ninguna fractura porque a su vez el movimiento sindical, si bien es mucho más variado que el FA, el 80% es frenteamplista, y a su vez no tiene a dónde ir”, agregó.

En tanto, el politólogo Antonio Cardarello recordó que una de las autocríticas que había hecho el FA, tras haber perdido las elecciones en 2019, era haberse alejado de los movimientos sociales. Si bien siempre trató de mantener la cercanía, también “había una distancia” con el PIT-CNT, y ahora en su rol de oposición esos vínculos se estrecharon, rememoró.

“Claramente el partido político es una cosa y el movimiento sindical es otra. Está bien que tengan diferentes estrategias y les hablen a públicos diferentes. El movimiento sindical representa los intereses de los trabajadores y, por ejemplo, el FA como partido político tiene que pensar en articular intereses diferentes. No es sólo la voz de los trabajadores”, dado que cumplen roles en el sistema político “claramente diferenciados”.

De ahí a pensar que por tener una postura diferente se está “radicalmente enfrentado”, como sostiene Andrade, “hay una diferencia”, opinó. “Hay un posicionamiento distinto, no hay un enfrentamiento. Comparten un diagnóstico de que la reforma de la seguridad social aprobada por este gobierno es mala, inconveniente y hay que tratar de derogarla. Lo que difiere es la estrategia”, añadió.

Por su parte, el politólogo Mauro Casa consideró que las declaraciones del senador parten de un análisis “muy lineal” en el que el FA “tendría que funcionar prácticamente como polea de transmisión de los intereses del movimiento sindical”. Para Casa, Andrade lo que quiere es un “seguidismo”, es decir, que el FA decida de una “forma acrítica” continuar la estrategia del movimiento sindical.

Según Casa, hay algo que es “como un poco el elefante en la sala”, del que “nadie está hablando”, y es que el conjunto del FA “no está de acuerdo con la eliminación de las AFAP”. Para el politólogo, esto es así porque la actual oposición estuvo 15 años en el gobierno con mayorías absolutas y nunca avanzó en la eliminación de las AFAP y en reestatizar la seguridad social.

Casa cree que Andrade lo que hace es “una falsa dicotomía en la que dice que si el FA no acompaña esta estrategia concreta del movimiento sindical, está poniéndose la izquierda en contra o de espaldas de los trabajadores. Creo que eso es un maniqueísmo, es una postura en la que hace una falsa oposición”.

En síntesis, para el politólogo, los dichos de Andrade intentan “poner en un brete” al conjunto de los sectores del FA que no están alineados con esta posición y que apuestan a una reforma que “seguramente” el FA puede hacer si es gobierno, pero que “no va a implicar una reestatización ni la eliminación de las AFAP”.

Por último, la politóloga Tamara Samudio consideró que al ser una propuesta que tiene “tensiones” a la interna del propio PIT-CNT, “refuerza” la visión de que no existe una fractura entre el movimiento sindical y el FA. No obstante, insistió en que pueden generarse “tensiones internas” que “hay que ver” cómo los distintos sectores las “dirimen”, en función de los intereses que maneja el FA en el marco de la campaña electoral.

Más allá de que se dé libertad de acción, Samudio cree que eso no significa que una vez recogidas las firmas pueda existir quizás algún apoyo “más firme” por parte de alguna de las candidaturas o sectores.

“Si la juntada de firmas realmente llega al éxito que busca el movimiento sindical, pueda en definitiva mover un poco esa aguja para que el partido o algunas de las candidaturas fuertes puedan marcar un apoyo a la campaña que se vaya a realizar con relación a la reforma de la seguridad social”, expresó.