El miércoles, luego de la reunión bilateral del canciller Omar Paganini y su par argentina, Diana Mondino, se confirmó que ambos países decidieron avanzar en el dragado del canal de acceso al puerto de Montevideo.

Según supo la diaria tras dialogar con fuentes cercanas a la Comisión Administradora del Río de la Plata (CARP), se espera que Argentina confirme que da por satisfactorias las respuestas presentadas por Uruguay con relación a la obra. Se mantiene la expectativa de que esto suceda en el plenario del órgano bilateral, que se espera que se desarrolle antes del 5 de febrero en Buenos Aires.

El proceso inició hace más de diez años, en noviembre de 2013, cuando Uruguay le solicitó a la CARP la profundización del acceso al puerto de Montevideo a 14 metros. En 2018, cuando Mauricio Macri era presidente, se dio luz verde al proyecto, según consta en las actas del organismo binacional.

En 2021, durante la presidencia de Alberto Fernández, el gobierno argentino envió una carta aclarando que el permiso que había dado anteriormente era para el dragado de 13 metros y no de 14 metros.

Tras el reclamo del gobierno argentino, las autoridades uruguayas, con las tareas de dragado ya iniciadas para la primera etapa de 13 metros, aspiraron a lograr una nueva autorización en la CARP y presentaron un proyecto ejecutivo de la obra a 14 metros.

Entre idas y vueltas, en noviembre de 2022, Uruguay presentó la documentación que fundamenta el proyecto. A inicios de 2023, la delegación argentina presentó 29 objeciones, que fueron respondidas por Uruguay en mayo. Semanas después, la delegación argentina volvió a presentar 29 consultas, y según El País, el 3 de julio del año pasado, el presidente de la delegación uruguaya, Alem García, presentó las respuestas de lo solicitado.

A partir de ese momento, la parte uruguaya entendió que la información estaba completa y por lo tanto empezó a transcurrir el plazo de 180 días que establece el artículo 18 del Tratado del Río de la Plata y su Frente Marítimo para que la otra delegación pueda expedirse sobre el proyecto. Argentina, sin embargo, no interpretó lo mismo.

El plazo de 180 días, que, según la interpretación legal de Uruguay, comienza luego de los 30 días que establece la normativa antes mencionada para que la contraparte notifique que la documentación está incompleta, terminará el 5 de febrero, según informaron a la diaria fuentes cercanas a la CARP. De esta forma, a través de ese mecanismo, quedaría autorizado el dragado, aunque podría ocurrir antes si Argentina señala expresamente que no tiene objeciones.

Sin embargo, fuentes vinculadas a la negociación entienden que el mecanismo de dejar correr el tiempo no es la mejor manera de que quede habilitado el dragado, ya que se corre el riesgo de que Argentina presente reparos sobre el proceso y recurra ante la Justicia internacional.

La otra cara: el proyecto del canal Magdalena

Paralelamente a este proyecto, se desarrolló el proceso para la construcción del canal Magdalena, una nueva ruta de acceso para desviar los buques de carga a Mar del Plata. Según fuentes cercanas a la negociación, informalmente Uruguay se comprometió a no oponerse a dicha obra si Argentina hacía lo mismo con relación a la profundización de 14 metros.

Uruguay también realizó 29 preguntas, las cuales Argentina respondió, y se dio por zanjado el asunto. Antes de los 180 días, Uruguay comunicó que tomaba la opción que le da el artículo 19 del Tratado del Río de la Plata y su Frente Marítimo y confirmó que iba a participar en igualdad de condiciones en la construcción del canal.

En mayo de 2018, Uruguay renunció a esta opción. Finalmente, en mayo de 2023, el gobierno argentino lanzó la licitación para la construcción de dicho canal, pero el plazo venció y no hubo interesados.