La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, arribó este mediodía a Uruguay para formar parte de lo que sería el cierre de las negociaciones sobre el texto del acuerdo entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur.
Sobre las 15.00 de este jueves, en la previa de la reunión entre el Mercosur y la UE, que tendrá lugar este viernes a las 8.30 y tras la cual se prevé que se den anuncios sobre el avance de las negociaciones, Von der Leyen fue recibida en la Torre Ejecutiva por el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, acompañado por la ministra de Economía y Finanzas, Azucena Arbeleche, y el canciller, Omar Paganini.
Luego de la primera sesión de la reunión ordinaria del Consejo del Mercado Común (CMC), Paganini anunció que “se han pronunciado todos los países a favor del acuerdo [de libre comercio] al que se llegó con la Unión Europea”.
La visita de Von der Leyen se manejó durante la semana como una señal de avance de las negociaciones entre ambos bloques, y esta mañana la presidenta de la comisión aseguró que “la meta del acuerdo UE-Mercosur está a la vista”.
Mientras tanto, Emmanuel Macron reiteró este jueves a Von der Leyen que su país encuentra “inaceptable” el proyecto “tal como está”, según comunicó la presidencia del país europeo en X.
El encuentro entre Von der Leyen y Lacalle Pou duró aproximadamente 30 minutos. A la salida, la presidenta de la comisión dijo en X: “Me alegro de poner un pie en Montevideo 30 años después de mi predecesor, Jacques Delors. A lo largo de este tiempo, Uruguay siempre ha sido un país amigo, de confianza y con ideas afines. Hoy también es un centro clave para el comercio y la inversión en el Mercosur”.
Por su parte, Paganini sostuvo en una rueda de prensa que “se pudo conversar sobre los avances del acuerdo. Lo vemos como algo muy positivo, estamos en las etapas finales. Ojalá mañana de mañana los líderes puedan dar la decisión final de que se acordó un texto. Se espera mañana poder dar la buena noticia”, informó.
El canciller enfatizó que es “una gran satisfacción” que se haya llegado a esta instancia durante la presidencia pro témpore de Uruguay. “Era una de las cosas que queríamos lograr en este período: abrir más el país al mundo. Este es un cambio muy importante, y es un cambio también para el Mercosur”, subrayó. Agregó que podría significar para el bloque una posibilidad para “dinamizar otros acuerdos que están pendientes”.
“Desde 2023, ya en la presidencia pro témpore de Brasil se avanzó mucho”, planteó Paganini. A su vez, agregó que otro hito importante fue el cambio de gobierno en Argentina, dado que la anterior administración “estaba reticente o en contra” del acuerdo.
Recordó también que se tuvieron que resolver “temas bien delicados” vinculados a lo ambiental. “Se ha trabajado mucho en este último tiempo para lograr fórmulas que sirvan a todas las partes, que era el tema más delicado que faltaba por cerrar; ahora tenemos las fórmulas, tal vez haya que hacer algún ajuste menor, pero creo que ya está todo cerrado”, concluyó sobre el acuerdo.
Lo que se viene
Una vez cerrado el texto del acuerdo, se entrará en un “proceso que lleva tiempo”, dado que se tiene que dar la “revisión” del documento por parte de distintos organismos para llegar a la firma oficial, adelantó Paganini. Planteó que esto, sumado a la aprobación de las autoridades del Parlamento Europeo y al de cada uno de los países miembro del Mercosur, llevará una demora de un año o un año y medio para entrar en vigencia.
Agregó que también hay “algunas adendas”, más allá de lo comercial, que tienen que ser aprobadas, en general, por cada país. En ese sentido, está previsto que puedan tomar distintas decisiones al respecto y que se generen diferencias en las características que tendrá el acuerdo para cada país. En cuanto a la “posición contraria” de Francia, recordó que no podrá tener efecto sobre el acuerdo porque este se resolverá a nivel comercial en el Parlamento Europeo y allí no tiene los votos necesarios para bloquearlo.
Los beneficios del acuerdo
Una vez firmado el tratado, Paganini confirmó que se van a “eliminar los aranceles en el 70% de los productos exportables”. Además, agregó que se van a disminuir otros aranceles, por ejemplo, algunos que se pagan cuando se vende carne. Este cambio en los aranceles dará “la oportunidad” de que “se radiquen inversiones en nuestros países para producir para la UE”, subrayó.
“Permite integrar mejor las economías, eslabones de distintas cadenas productivas que se vayan repartiendo entre los países”, comentó. Más allá de lo económico y de la apertura hacia un mercado de “800 millones de personas”, Paganini se detuvo también en el “valor político” de avanzar con la UE “en un momento en el que el mundo se está fragmentando”.