“Lo que hablamos con el presidente fue que no hay que dar a ninguna persona por perdida”, recuerda Martín Lema sobre lo que conversó con Luis Lacalle Pou antes de que asumiera en el Ministerio de Desarrollo Social (Mides), el 3 de mayo de 2021, en lugar de Pablo Bartol. Lema estuvo en el cargo dos años y diez meses, hasta este lunes, cuando volvió a ocupar su banca en la Cámara de Diputados para dedicarse de lleno a la campaña electoral, apoyando la precandidatura de Álvaro Delgado, su correligionario del sector Aire Fresco, del Partido Nacional (PN).

Ante la pregunta de si se cumplió con aquello que conversó con el mandatario, Lema dice que “no dar a ninguna persona por perdida es una actitud, una postura ante las circunstancias”, y que el tiempo en el que estuvo en el Mides se exigió “al máximo, desde el tiempo y el afecto”. Sobre su gestión en esa cartera y la campaña electoral, que ya está entre nosotros, Lema conversó con la diaria en su despacho del Parlamento.

Uno de los temas principales que atiende el Mides es el de las personas en situación de calle. Los últimos datos de la cartera muestran que el número de personas en esa situación aumentó. Por ejemplo, considerando tanto personas a la intemperie como en refugios, aumentó 24%, de 2.215 a 2.755, entre 2021 y 2023.

Los aumentos de personas en situación de calle se dan desde que se registran, en Uruguay y a nivel mundial ha habido una tendencia al aumento. De hecho, el país de referencia es Finlandia, al que, según el Instituto Global para las Personas sin Hogar, le llevó 30 años poder corregir la situación. El Mides en este tema es el último eslabón de actuación. Por ejemplo, una cantidad de personas que no tienen atención en salud mental termina en situación de calle, y cuando intervenimos nosotros, el Ministerio del Interior [MI] o la intendencia, por ley de faltas, es cuando ya se produjo la instancia y tenés que actuar. Lo mismo cuando se trata de personas que recuperan la libertad o están vinculadas a un problema de vivienda. Entre 2016 y 2019 hubo un aumento de 88% de personas a la intemperie, y entre 2019 y 2023 aumentó 30%.

Más allá de eso, una de las cosas que se tuvieron que trabajar en este período fue aportar instrumentos de los que se carecía. Porque cuando todos los relevamientos daban que los problemas estaban principalmente en las adicciones, la salud mental y en personas que recuperaron la libertad, es inentendible que en el Mides no se trabajaran esas áreas en tantos años anteriores. Entonces, no había instrumentos para cambiar una tendencia de una cantidad de años importante. Nosotros empezamos casi de cero. Una de las cosas que pregunté es qué unidad de salud mental y adicciones había en el ministerio, y no tenían; los primeros cupos especializados en salud mental y adicciones se crearon en este período. La Dirección Nacional de Apoyo al Liberado estaba en la órbita del MI, cuando 54% [de las personas] del último relevamiento en intemperie declaró –pueden ser más– haber estado privado de libertad en algún momento y 92% declaró consumo de sustancias psicoactivas. Acá hubo respuesta, que obviamente requiere cambios estructurales. En este período lo que hicimos fue generar los instrumentos para comenzar un cambio estructural.

Destacás que se hicieron cambios en esta gestión, pero aún así siguió subiendo la cantidad de gente en situación de calle, o sea que hay algo que no funciona.

Lo que pasa es que por primera vez se está trabajando en las causas, que son multifactoriales. Ya te digo: al ser el último eslabón, la coordinación con ASSE [Administración de los Servicios de Salud del Estado], por ejemplo, que se profundizó mucho, es importantísima. Cuando comenzó este gobierno, no solamente el Mides carecía de las herramientas, ASSE solamente tenía 114 camas de internación 24 horas, cuando es uno de los principales problemas que llevan a que la persona esté en situación de calle. Entonces, dotar de esas herramientas, de especialistas y disponer de recursos no trae el resultado en forma inmediata, porque estamos hablando de comportamientos e historias de vida muy complejas (nosotros llegamos a registrar a una persona que estuvo 37 años en situación de calle). En materia de vivienda, para este año van a venir 100 viviendas del fideicomiso de Dinisu [Dirección Nacional de Integración Social y Urbana] para personas en situación de calle; no hay antecedentes de una articulación de estas características con [el Ministerio de] Vivienda.

Desde el gobierno siempre se habla de “dato, no relato”. El último dato, de que hay más personas en situación de calle que en años anteriores, ¿te conforma?

Con que haya una sola persona en situación de calle nunca voy a estar conforme, porque hay que apelar a cero. Pero hay otros retos en los datos. Uno tiene que ver con la respuesta, ese eslabón que te decía: tengo los registros de cómo en pleno invierno las personas golpeaban las puertas para acceder a un resguardo y quedaban afuera. Se logró dar el 100% de respuesta en inviernos consecutivos. Entonces, la contención que tenés que dar era insuficiente en el pasado, y hoy por hoy se puede atender al 100%, en un sistema que obviamente tiene que ser perfectible y mejorable.

Has insistido con que se debe aprobar el proyecto de ley de internación compulsiva de adictos en situación de calle. Este gobierno levanta la bandera de la libertad, ¿hasta qué punto se puede obligar a alguien a internarse si no quiere?

Hay que terminar con esa concepción con la que se insistió durante tanto tiempo de que vivir en la calle es un derecho. ¿Qué libertad puede tener el que está, en pleno invierno, pasando frío en un cartón en soledad y se niega a ir a un lugar calentito con alimentación? ¿Qué libertad tiene esa persona? El derecho que tiene esa persona es a que velemos por todos los instrumentos que le permitan una mejora en la situación dramática que está viviendo. Si se detecta que el problema del consumo puede generar un riesgo para sí o para terceros, hay que conducirla independientemente de su voluntad, no tengo ninguna duda.

En el acto de Aire Fresco del lunes dijiste que escuchaste el lanzamiento del precandidato del Frente Amplio (FA) Yamandú Orsi del domingo y no entendiste “nada” de lo que dijo. Entre otros temas, justamente habló de que hoy son casi 3.000 las personas en situación de calle.

Capaz que deberían estudiar cómo fue el aumento en el período pasado, sin la cantidad de crisis que tuvimos en este período. En 2018, el candidato del FA Daniel Martínez mostraba una enorme preocupación por este tema. Son intercambios que hay que hacer con seriedad. En todo caso, me hubiera gustado, cuando se dan ese tipo de expresiones sin estudio e improvisadas, que me hubiera llamado al Parlamento para hablar de estos temas como ministro.

Pero Orsi era intendente de Canelones, no podía llamarte al Parlamento.

Pero pertenece al MPP, y nadie me llamó, ni el MPP ni el FA, ni a sala, ni a Comisión General ni a interpelación. ¿Preocupa o será que el FA se acuerda de las situaciones más vulnerables cuando hay elecciones?

¿Decís que te hubiera gustado que te interpelaran por las personas en situación de calle?

No, no es que me hubiera gustado. Me estoy enterando de diferentes preocupaciones que no se presentaron durante un tiempo. Creo que los dirigentes políticos, cuando ocupamos lugares de responsabilidad, es para actuar, no para ser comentaristas. Entonces, si los que comentan no actuaron, en realidad tienen que explicar por qué no se actuó. Yo nunca recibí un llamado de nada.

Orsi también dijo que “hay 500.000 personas que andan apenas por arriba de los 20.000 pesos de sueldo”.

Yo no hago un recorte y pegue, yo veo la comunicación. Fijate que escuchamos a un estadista como Lacalle Pou y después escuchar el discurso de Orsi… Cuesta pasar de uno al otro. A veces lo veo que se pone a reflexionar, a filosofar, y realmente no termino de entender con qué está de acuerdo y con qué no está de acuerdo.

¿Estás conforme con la situación de la seguridad?

La palabra conformidad no puede estar, el gobernante que se conforma es el que da por finalizados los esfuerzos. Acá no hay que conformarse, pero que estamos mejor, estamos mejor. A nivel país hay otra actitud en una cantidad de temas, por ejemplo, en la seguridad: hay una actitud por parte de los que han sido ministros de Interior, así como de la Policía y también hay otra actitud del respaldo político a la Policía. Entonces, creo que, más allá de los resultados, hay un cambio radical para bien en la búsqueda de esclarecer, de prevenir y de la represión.

En los últimos meses hubo delitos muy graves, como el asesinato de niños.

Nunca podemos normalizar algo que no debería ser normal, claramente, pero eso no quita que, cuando se dan diferentes episodios, que son los que no deseamos, veo un cambio radical, más allá de resultados, en cómo se toma la seguridad pública.

¿Por qué pensás que Delgado es el mejor candidato del PN?

Porque está probado, más allá de un pensamiento, está en los hechos: Delgado es sumamente sólido, ha respondido con muchísima fortaleza y aplomo ante las adversidades. Lo recordamos en la pandemia, pero también pasó en la sequía.

¿Vas a ser candidato a senador?

Sí.

¿Y a intendente de Montevideo?

Hoy no está en el análisis. El Poder Legislativo, por supuesto; por algo renuncié al Mides para hacer la campaña. Después, el resto de los desafíos que puedan presentarse… Hay que ir etapa por etapa.

Pero sabés que tu nombre suena fuerte dentro del PN para ser candidato a intendente.

Mi rol hoy es mucho más importante intentando que se reelija al gobierno de coalición que otra cosa. La coalición de gobierno ha sido una enorme herramienta y creo que va a ganar la elección nacional. Cuando la gente valore todo lo hecho en este período y el enorme funcionamiento que tuvo la coalición, más allá de que sea perfectible y mejorable, está todo para ganar a nivel nacional, y hay que buscar también ganar a nivel departamental en donde gobierna el FA: Montevideo, Canelones y Salto.

¿Qué creés que puede pasar si el FA gana las elecciones nacionales?

Algunas declaraciones de Orsi en el último tiempo dejaron en claro que dentro del rumbo del FA está la suba de impuestos. Pero como va a ganar la coalición, no creo que haya motivo de preocupación al respecto.

¿Este gobierno no subió ningún impuesto?

Este gobierno bajó impuestos.

El descuento del IVA con tarjeta de débito era de 4% y el gobierno lo redujo a 2% en la primera semana de marzo de 2020, ¿no es una suba de impuestos?

Era focalizado, hay que ver el paquete general. En el paquete general hubo baja.