Este miércoles el directorio de Ancap presentó los resultados correspondientes al primer trimestre de 2024, período en el cual la empresa estatal registró una pérdida de 48 millones de dólares. Según se destacó en el informe, esto se debe a la falta de producción local de combustibles por el detenimiento de las actividades en la refinería de La Teja. Asimismo, se vincula con el pago de las importaciones de refinado por encima de lo estimado por la Unidad Reguladora de Servicios de Energía y Agua (Ursea) y, a su vez, con la obtención de ingresos sistemáticamente por debajo de lo que determina la Ursea, una decisión política del gobierno.
“Como era previsible, importando el 100% de los productos que requiere la demanda dimos una pérdida de 48 millones de dólares a nivel de grupo, a pesar de que los negocios en competencia dejaron ganancia”, indicó en una rueda de prensa el presidente de Ancap, Alejandro Stipanicic. Detalló que para sustituir la producción propia se importaron 1.630.000 metros cúbicos de refinados, entre ellos, gasoil, gasolinas, supergás, propano, fuel oil y Jet A1. Más allá del impacto negativo que este proceso significó para las arcas de la empresa, el jerarca destacó que “seguramente se va a revertir” en lo que queda del año con una refinería ya operativa.
Según los datos proporcionados por Ancap, el resultado de los tres primeros meses del año representa una caída interanual del ingreso de 160%. Esto se explica por un resultado operativo con una pérdida de 40 millones de dólares y un resultado financiero negativo de 11,5 millones de dólares como consecuencia de la diferencia cambiaria e intereses perdidos. Al mismo tiempo, el impuesto a la renta sumó una participación negativa en la cifra final en el orden de los 3,5 millones de dólares. La contraparte de todo esto fue la participación positiva de las actividades vinculadas –por ejemplo, con las empresas Ducsa y ALUR–, que aportaron siete millones de dólares.
Además, se presentaron los datos por unidad de negocio, en los cuales los combustibles monopólicos tuvieron una pérdida de 35 millones de dólares. Por otra parte, en lo relativo a los no monopólicos –exportaciones, asfaltos, gasoil marino, fuel oil marino, Jet A1, pasteras, lubricantes, gas natural y pórtland– se llegó a una ganancia de dos millones de dólares.
Si esto se subdivide por empresa del grupo Ancap, se concluye que la principal ganancia vino de la mano de Ducsa, que sumó al resultado final una ganancia de 11 millones de dólares. ALUR, por su parte, registró una pérdida de tres millones de dólares. En menor medida, también Cementos del Plata, Petrouruguay, Matriz y Conecta registraron pérdidas.
Ursea y los resultados
“Entendemos que la metodología de fijación de precio que rige en el país desde 2021 es una metodología que está pensada para Ancap con la refinería produciendo”, indicó Stipanicic. En esta línea, el presidente de Ancap señaló que cuando el ente es sólo importador, la metodología “no contempla” su ganancia ni tampoco algunos costos propios de una empresa que tiene una “estructura industrial” que no produce.
En esa línea, consideró que el ente regulador también “subestima” algunos costos de importación, algo que queda en evidencia si se tiene en cuenta que las importaciones que llegaron a la refinería de La Teja estuvieron siempre por encima de lo que estimó la Ursea. Los datos proporcionados por Ancap indican que las importaciones de gasolina y gasoil tuvieron un costo mayor al de la estimación del regulador, en el orden de 11 millones de dólares, en el período comprendido entre julio de 2023 y marzo de 2024 (siempre en La Teja).
“Le vamos a dar el suministro de información estadística de todos estos embarques”, señaló el presidente de Ancap en referencia a la Ursea. Con esos datos, el regulador podrá revisar la metodología “si lo estima conveniente”, agregó.
En lo concreto, Stipanicic indicó que una de las cuestiones a analizar son los procesos de ingreso de ciertos volúmenes de combustible, específicamente en la descarga de los barcos. El jerarca detalló que hay “problemas” con el calado en el puerto de Montevideo y que muchas veces se debe hacer un transbordo de buques grandes a busques más pequeños en la zona de servicio.
“La nueva metodología de fijación de precios hace que el Poder Ejecutivo revise el precio de los combustibles mes a mes, por lo que se da una cercanía entre los precios locales y las variaciones internacionales. El margen de refinación de Ancap permite en muchas ocasiones no subir los precios o no subirlos tanto como indica el mercado. Fueron más las veces que se mantuvo y se bajó, más allá de las fuertes subas internacionales en algunos momentos”, analizó Stipanicic sobre la fijación de los precios de los combustibles teniendo en cuenta el precio de paridad de importación calculado por la Ursea.
La refinería
Ancap proporcionó una serie de datos sobre los trabajos iniciados en octubre en la refinería de La Teja. Detalló que la facturación a contratistas por las obras fue de 72 millones de dólares y que trabajaron en el lugar 438 operarios de Ancap y 1.200 contratados. La duración de todo el proceso fue de 276 días, teniendo en cuenta que el próximo fin de semana se pondrá en marcha la última sección, que aún no está operativa.
La empresa advirtió que se perdieron 76 días de trabajo por conflictos sindicales, 29 días por la imposibilidad de hacer horas extras, 22 días por lluvias, 28 días por la licencia de la construcción y 28 días por imprevistos y demoras propias de los trabajos realizados.