El Batallón de Infantería 14 es un predio de 408 hectáreas ubicado en Toledo, Canelones, delimitado por la ciudad, al sur y este, por el arroyo Toledo al oeste y la vía férrea Montevideo-Pando al norte. A fines del siglo XIX fue comprado por Federico Vidiella, quien forestó el predio e instaló viñedos.
En 1972 fue adquirido por el Ejército, y en 1975 se instaló el Centro de Instrucción de Paracaidistas del Ejército, que funcionaba en la calle Garibaldi, donde actualmente está el Comando General del Ejército. Durante la dictadura se realizaron varios cambios en la infraestructura del predio, destruyendo edificios vinculados con la producción de uva y se dejó crecer la vegetación en varias zonas. Actualmente, al oeste del predio funciona el batallón y al este hay lugares de entrenamiento militar.
Entre los informes oficiales de la Comisión para la Paz (2003), el informe de las Fuerzas Armadas (2005) y los testimonios de vecinos de la zona y testigos directos de los enterramientos, hay unas 42 víctimas del terrorismo de Estado que podrían haber sido enterradas allí, luego de ser trasladadas desde diferentes centros de tortura, principalmente el 300 Carlos y la Tablada, pero también la Casona de Millán y la sede del Servicio de Información y Defensa, donde actualmente funciona la Institución Nacional de Derechos Humanos.
De los siete hallazgos de restos óseos de detenidos desaparecidos, cuatro fueron encontrados en el Batallón 14. En 2011 se encontraron los restos del maestro de Julio Castro, en 2012, los huesos de Ricardo Blanco Valiente, el año pasado, el cuerpo de Amelia Sanjurjo, y este martes se encontraron nuevos restos, que serán analizados en Argentina para determinar su identidad.