Este mediodía, el futuro canciller uruguayo Mario Lubetkin, quien actualmente es representante regional para América Latina y el Caribe del Fondo para la Alimentación y la Agricultura (FAO) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), participó de la presentación del informe Panorama Regional de dicha agencia sobre la seguridad alimentaria y la nutrición en la región.
Panorama Regional presenta cada año una actualización de los indicadores vinculados al segundo objetivo de desarrollo sostenible (ODS), hambre cero, y a las metas de la Asamblea Mundial de la Salud. Además de la FAO, participan de la publicación la Organización Panamericana de la Salud, la Organización Mundial de la Salud, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia y el Programa Mundial de Alimentos.
Esta edición de la publicación informa que la variabilidad del clima y los eventos climáticos extremos reducen la productividad agrícola, alteran las cadenas de suministro de alimentos y aumentan los precios, lo cual pone en riesgo los logros alcanzados en la reducción del hambre y la malnutrición en la región.
Desde Roma, Lubetkin desarrolló las tres claves principales de la edición 2024 del informe. En primer lugar, la publicación enfatiza los datos presentados por el informe del Estado de Seguridad Alimentaria y Nutricional (SOFI), el cual “reportó un retroceso de 15 años en los avances contra el hambre, lo que pone en riesgo los objetivos de la agenda internacional”, sostuvo el futuro canciller, quien destacó que, de igual forma, “en la región se han logrado avances significativos en la lucha contra el hambre”. “Por segundo año consecutivo, la región muestra una reducción de los indicadores, destacándose como la única región con esta tendencia positiva”, afirmó.
El progreso de la región en esta materia, según Lubetkin, “se atribuye a factores como la recuperación económica tras la pandemia del covid-19, el incremento del gasto público en protección social y el impulso del comercio internacional, las mejoras del empleo y salario”, aunque “persisten disparidades significativas”; las mujeres, las comunidades rurales y las poblaciones vulnerables continúan siendo las poblaciones más afectadas”.
Por otro lado, la región tiene el costo más alto del mundo para obtener una dieta equilibrada. Los conflictos, la variabilidad del clima y los eventos extremos y la crisis económica configuran las tres causas principales que intensifican la inseguridad alimentaria, según el informe SOFI mencionado por Lubetkin.
“Estas causas, combinadas con la falta de acceso a dietas saludables, entornos alimentarios poco saludables y la desigualdad persistente, agravan el hambre y la malnutrición finalmente”, sostuvo el subdirector.
El segundo eje está dedicado al análisis de los efectos de la vulnerabilidad del clima y los fenómenos extremos como “determinantes claves en la seguridad alimentaria”. Lubetkin sostuvo que América Latina y el Caribe es la segunda región del mundo más expuesta a estos fenómenos después de Asia. “Estos eventos reducen la productividad agrícola, desestabilizan las cadenas de suministro y elevan finalmente los precios de los alimentos. Su impacto se agrava por problemas estructurales como conflictos, crisis económicas, desigualdad y el limitado acceso a dietas saludables, lo que sin duda va a aumentar la vulnerabilidad de las comunidades”.
Como tercer eje, el informe subraya “la importancia de implementar una respuesta integral basada en políticas y acciones diseñadas para fortalecer la capacidad de los sistemas agroalimentarios”.
Lubetkin también se refirió a la relevancia, evidenciada en el informe, de “medidas como la protección social, los programas de alimentación escolar, los subsidios para garantizar el acceso a dietas saludables y las guías alimentarias basadas en sistemas alimentarios acompañadas del etiquetado nutricional en la parte frontal de los productos”.
“Los gobiernos de América Latina y el Caribe están demostrando un firme compromiso en la lucha contra el hambre y la pobreza, priorizando esta problemática para garantizar el desarrollo sostenible”, afirmó el futuro canciller, y mencionó los ejemplos de iniciativas como el Plan de Seguridad Alimentaria y Nutricional y de Erradicación del Hambre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, el Foro Económico de la CAF o la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza del G20, que “refuerzan la cooperación entre países para erradicar el hambre, reducir la malnutrición y fomentar sistemas agroalimentarios más inclusivos, más eficientes, más resilientes y más sostenibles frente a los impactos del cambio climático y sus extremos.
“En los últimos años, yo he sido testigo de los avances en la región, un esfuerzo colectivo que trasciende a las personas y trasciende a las organizaciones, pero que nos inspira a construir un mundo más justo, sin desigualdades, sin pobreza, sin hambre y, sobre todo, donde nadie quede atrás”, manifestó Lubetkin al cierre de su intervención.
Al respecto de la temática, la semana pasada, Lubetkin se reunió con la vicepresidenta electa, Carolina Cosse, a quien le informó que en todos los períodos se forma un grupo parlamentario con representantes de todos los partidos con vinculación directa en temas de seguridad alimentaria, y dialogaron acerca de la “interrelación entre el Parlamento, la FAO y las Naciones Unidas”, dijo Cosse a la prensa.