En el marco del Día Internacional de Conmemoración anual en memoria de las víctimas del Holocausto y el aniversario por los 80 años de la liberación de los prisioneros de Auschwitz, la Comisión Permanente sesionó este lunes para realizar un homenaje.
La senadora nacionalista Graciela Bianchi fue la primera en hacer uso de la palabra y, tras recordar sus palabras en sesiones conmemorativas anteriores, apuntó que “el holocausto es el proceso de aniquilación sistemática y programada, de eliminación física e identidad para aniquilar a quien se considera diferente”.
En ese marco, lamentó que luego de la fundación del Estado de Israel en 1948, el pueblo judío “siguió sufriendo ataques bélicos” y la profundización “del negacionismo y antisemitismo en esa Europa, en ese Estados Unidos, en América Latina y en nuestro país”. Bianchi manifestó que “los perpetradores [de la violencia], antes como ahora, no son grupos aislados, están organizados como cultores del odio” y “los autócratas, antes como hoy, se sienten dueños de la verdad y la justicia”. Por eso, destacó que se necesita “más democracia y república” y que “Israel es la única democracia de Medio Oriente”.
“En enero de 2023 advertimos que teníamos que estar en estado de alerta. Volvimos a fallar. No veamos a los autócratas como locos que acceden al poder; los dejamos acceder por acción u omisión”, resaltó y agregó que quería hablar de los muertos en Gaza. “En las guerras siempre mueren inocentes. No hubiera habido ningún muerto si no se hubiera producido el 7 de octubre”, dijo en referencia al atentado perpetrado por Hamas en Israel. La senadora añadió que “no se sabe exactamente cuántos [muertos] hubo” en la guerra, que “hay que tener cuidado” y remarcó que también le preocupan los palestinos.
Asimismo, planteó que no se puede “actuar más a la defensiva”, ni tiene que haber “más victimización”, ni “aceptar a los cómplices”. “Tregua, sí, pero no rendición”, resaltó.
La diputada colorada María Eugenia Roselló, por su parte, planteó que el holocausto no fue solo un “acto de barbarie, fue un fallo de toda la humanidad”. En ese sentido, planteó que el suceso histórico es “un recordatorio de lo que ocurre cuando el odio y la indiferencia se afianzan en nuestra sociedad”.
En tanto, Pablo Fuentes, diputado por el Frente Amplio, calificó al holocausto como uno de los capítulos “más oscuros de la humanidad” y, al igual que Roselló, planteó que se trata de un “recordatorio de que, aunque el mal puede parecer abrumador, siempre hay esperanza y la posibilidad de un nuevo comienzo”.
El legislador frenteamplista también planteó la necesidad de “reconocer” que su fuerza política ha “tenido y tiene discrepancias” con la política del Estado de Israel, pero remarcó que eso “no debe ser un obstáculo” para expresar su “más firme repudio y condena al holocausto”. “Nuestra solidaridad con las víctimas es inquebrantable. Nuestro compromiso con el 'nunca más genocidio' es un principio que debemos defender con valentía”, recalcó.