Tras la asunción del presidente Nicolás Maduro en Venezuela, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Uruguay emitió un comunicado en el que reitera su condena al gobierno “ilegítimo del presidente de facto”.
El comunicado señala que en un día “en que el hermano pueblo recuperara la esperanza y la ilusión” al aceptar “la voluntad expresada masivamente” en las elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024 “que votó a favor del cambio al apoyar al [excandidato] Edmundo González Urrutia por una importante mayoría”, asistieron “a la consolidación y al aislamiento internacional de un régimen autoritario que continuará gobernando sin ninguna legitimidad democrática”.
Cancillería señala que el gobierno de Venezuela está “cada vez más alejado de su propio pueblo y de los valores de democracia, libertad y respeto de los derechos humanos por los que nuestra región tanto luchó”. “Hoy es un día sombrío para América Latina y para todos los pueblos de la comunidad internacional que defienden y creen en los valores democráticos”, expresa.
“Uruguay se solidariza con Venezuela, exhorta a que se respeten los principios democráticos de todos sus ciudadanos, así como los derechos humanos y las libertades fundamentales de todos los venezolanos y, en particular, el derecho a manifestarse pacíficamente y a ejercer la libertad de expresión”, expresa.
A la vez, reiteran “su profundo rechazo y condena por la represión y la violencia que ha costado la vida y la libertad de miles de venezolanos”, y señala que el país “hace un llamado urgente para que Venezuela ponga fin a la violencia y libere a todos aquellos que han sido detenidos arbitrariamente”.
Por otro lado, cancillería manifiesta que Uruguay “tiene una deuda democrática con Venezuela, país que acogió a ciudadanos perseguidos” y que “alzó la voz a nivel internacional para denunciar la dictadura que le tocó vivir, y que ahora sufre el hermano pueblo venezolano”.
“Por eso, continuará trabajando junto a sus socios regionales e internacionales para que no sea convalidado el triunfo de la fuerza y la opresión, y persistirá en la exigencia del respeto a la voluntad del soberano, para que Venezuela pueda pronto vivir y desarrollarse con dignidad y libertad”, concluye.