Este miércoles de tarde la Comisión de Asuntos Internacionales de la cámara alta trató tres venias para designar embajadores. La primera fue la de José Luis Cancela para Costa Rica y las otras dos son las que vienen generando ruido dentro de la oposición desde que se anunciaron, sobre todo la de la exsubsecretaria de Relaciones Exteriores Carolina Ache, del Partido Colorado, como embajadora en Portugal; tan es así que en la comisión sólo fue votada por el Frente Amplio (FA). La última venia aprobada –en este caso, por unanimidad– fue la de la exvicepresidenta Beatriz Argimón, del Partido Nacional (PN), para que sea embajadora ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), con sede en París (Francia). Está previsto que las venias se traten en el Plenario del Senado en la sesión del martes o miércoles de la semana próxima.

Luego de exponer ante la comisión, Ache dijo en una rueda de prensa que está “muy agradecida” y valora mucho “la convocatoria del gobierno para asumir esta responsabilidad”, que habla “de una amplitud muy grande del gobierno”. Consultada por las críticas a su designación, tanto desde filas coloradas como blancas, Ache dijo que prefiere “no responder los agravios que pueda haber habido”.

Sobre su futuro cargo, resaltó que la relación de Uruguay con Portugal es “muy buena”, dado que ambos países tienen lazos históricos comunes muy grandes, empezando por el hecho de que la primera ciudad en este territorio fue fundada por los portugueses, Colonia del Sacramento. “Es una relación muy buena, sin fricciones, pero, por supuesto, tiene mucho para mejorar, como la diversificación de las exportaciones uruguayas, que hoy se concentran mayoritariamente en la madera y en la carne”, finalizó.

Da Silva: “Como funcionaria, Ache dejó mucho que desear”

Por su parte, el senador blanco Sebastián da Silva, integrante de la comisión, comentó en una rueda de prensa que en la comparecencia de Ache le leyó los artículos 3 y 4 del Estatuto del Funcionario del Servicio Exterior de la República (Ley 19.841), en los que se señala, por ejemplo, que “son deberes especiales del personal del Servicio Exterior la probidad, la reserva, el decoro y la dignidad”.

Da Silva sostuvo que esas “son todas atribuciones” que Ache “no ha cumplido en su pasado reciente como funcionaria pública”, planteó, y dijo que le recordó que “grabar a los superiores está prohibido también siendo embajadora” y le pidió el compromiso “de que no lo vuelva a hacer”, en referencia a que la exsubsecretaria grabó al entonces canciller Francisco Bustillo y esos audios –en los que Bustillo le pedía a Ache que eliminara sus chats con el exsubsecretario del Interior Guillermo Maciel– derivaron en la renuncia del ministro.

Da Silva aseguró que Ache es “un ejemplo perfecto de economía circular en la política”, porque, en el marco del caso del pasaporte otorgado al narcotraficante Sebastián Marset, contrató como abogado a Jorge Díaz, actual prosecretario de Presidencia, “y después, esos honorarios se ven premiados con nada más y nada menos que una de las embajadas más codiciadas, la de Lisboa”.

Además, el senador blanco agregó: “Claramente, no estamos hablando de una lumbrera en materia diplomática. Si va a Portugal es porque le están pagando un favor político”. Por último, dijo que el caso de Argimón es la otra cara del de Ache, ya que “nadie va a discutir las condiciones políticas y la solvencia que puede llegar a tener en el ámbito de la cultura”.

Caggiani sobre Ache: “Para una representación diplomática le sobran las capacidades”

Por su parte, el senador del FA Daniel Caggiani, presidente de la comisión, resaltó en una rueda de prensa que las venias de Ache y Argimón fueron propuestas para “tratar de seguir una política de Estado que consiste en que en destinos importantes para Uruguay puedan designarse integrantes de los partidos políticos; más allá de que ninguno de ellos lo hace en función de la representación de su partido, son importantes referentes de sus partidos”.

Caggiani dijo que para el Poder Ejecutivo y el FA, Ache “tiene todas las características, tanto profesionales como políticas, para poder ser designada en representación de Uruguay”. Además, señaló que Portugal estaba desde 2023 sin embajador de Uruguay, a pesar de que acá hay un representante del país luso. Resaltó que Ache fue “vicecanciller de Uruguay en el anterior gobierno, durante dos años y pico”, por lo tanto, “para una representación diplomática le sobran las capacidades”. En el caso de Argimón, dijo que “ha sido una excelente vicepresidenta tanto conduciendo los debates del Senado como teniendo una articulación importante con la oposición”.

Por último, consultado sobre “la economía circular” de la que habló Da Silva, Caggiani dijo que “es mirar la política con un ojo solo”. “Habría que valorar que el gobierno tiene el gesto de designar a alguien que no es de sus filas políticas para representar a todo Uruguay. Es algo que el anterior gobierno no practicó, más bien designó a todos sus amigotes, los del presidente de la República [Luis Lacalle Pou] y el PN”, finalizó. A diferencia de Ache, al salir de la comisión Argimón evitó hablar con la prensa y salió rauda del Palacio Legislativo.