“Por el bien del país, lo mejor que puede pasar es que haya acuerdo; que una de las partes salga perdiendo no es la mejor señal que el país necesita”, expresó este lunes en rueda de prensa el presidente de la República, Yamandú Orsi, en el marco de su participación en el Día de la Construcción. En simultáneo a las declaraciones del mandatario, en la Dirección Nacional del Trabajo (Dinatra) se llevaba adelante una reunión tripartita entre el gobierno, el Sindicato Único Portuario y la empresa belga Katoen Natie para destrabar el conflicto en la Terminal Cuenca del Plata, que comenzó a principios de octubre.

Orsi afirmó que, como Estado, el Poder Ejecutivo tiene una “responsabilidad enorme”, ya que “acá atrás está el trabajo de mucha gente y, a su vez, la perspectiva del puerto como dinamizador del crecimiento del Uruguay del futuro”.

Sobre el mediodía, la directora nacional de Trabajo, Marcela Barrios, dijo a la prensa que en la reunión se retomó la propuesta que envió el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) el fin de semana para ver “los aspectos que quedan” para que se firme un acuerdo; desde el gobierno apuestan a cerrar el texto en las próximas horas.

Barrios señaló que no habrá “cambios sustanciales de fondo” y apuntó que las modificaciones van por el lado de “aspectos de la redacción” que “para la parte [involucrada] tiene cierta sensibilidad”. “La idea sería cerrar un acuerdo ahora y que las partes entren a negociar su nuevo convenio colectivo, que vencía a fin de mes; o sea, cerraríamos un acuerdo por este conflicto y ellos seguirían negociando el convenio colectivo a más largo plazo”, detalló la jerarca del MTSS.

Consultada sobre la propuesta de los trabajadores de reducir la jornada laboral de ocho a seis horas, debido al aumento de productividad que, según sostienen, generaría la instalación del software Navis N4, Barrios afirmó que “en este momento no es una alternativa que esté arriba de la mesa”.

En la misma línea, el director de la Administración Nacional de Puertos en TCP, Jorge Pozzi, prefirió no adelantar nada del acuerdo, ya que si se llega a alguna resolución los trabajadores “van a tener que llevarlo a la asamblea para resolverlo”. En cuanto a la empresa, Pozzi dijo a Teledía que esta “tiene que hacer consultas con sus mandantes a ver si están de acuerdo con lo que se está negociando”.

Sobre las pérdidas económicas que genera la paralización de actividades, Pozzi dijo que “es mucho lo que se pierde”, por lo que están “muy preocupados” por encontrar una solución. “Queremos hacer lo posible para evitar que siga habiendo damnificados por todo esto, que en definitiva es el comercio exterior del país, lo que se va y lo que entra, y que son cosas muy pero muy sensibles”, resaltó.

Unión de Exportadores alertó por 60 millones de dólares en mercadería sin exportar

Sobre la afectación económica, la Unión de Exportadores emitió este lunes un comunicado en el que afirman que la interrupción de actividades en la terminal especializada del 2 al 8 de octubre “representó aproximadamente 60 millones de dólares de mercadería sin exportar” y “solamente una parte se logró embarcar durante los diez días de negociación”. “La imprevisibilidad de la operativa hace en extremo difícil la gestión del comercio exterior”, aseguró la gremial empresarial.

La Unión de Exportadores advirtió que esa cifra “es solamente una parte del impacto”, ya que “cada día sin movimiento significa compromisos incumplidos con clientes en el exterior”, lo cual “hace menos probable concretar la exportación más adelante y Montevideo pierde pie en el tránsito internacional”.

Asimismo, la gremial empresarial destacó que la detención de actividades “implica costos adicionales a nivel logístico, depósitos que alcanzan su límite, insumos que no llegan para continuar la producción y faltante de contenedores vacíos para poder cargar”. De esa forma, alertaron que, en caso de que la situación permanezca igual, los exportadores se enfrentan a “un escenario donde empresas de distintos sectores puedan verse en la obligación de detener sus actividades, afectando así fuentes de trabajo y cumplimientos financieros”.

Señalaron que la exportación “es esencial”, dado que “constituye el motivo por el cual las empresas invierten, se instalan y generan empleo”, y “es la forma genuina de alcanzar el crecimiento tan necesario para lograr los objetivos que nos planteamos como sociedad”. “Debemos proteger nuestro posicionamiento, ya amenazado por la creciente competencia de proveedores y países”, apuntaron.

En ese sentido, la presidenta de la gremial, Carmen Porteiro, dijo en rueda de prensa este lunes que el objetivo es que “haya una solución de largo aliento que permita dar estabilidad al trabajo, a la operativa de comercio exterior”, que “precisa cierta previsibilidad porque hay buques que llegan o no llegan”. “No podemos decirle a un buque que saltee o no saltee, son decisiones que se toman a veces en otros países y que son tomadas a tiempo”, precisó, y concluyó: “Cada contenedor que se logre subir a un barco es fundamental”.